
“Los pueblos originarios estamos más vivos que nunca”: Manuel Espinosa Sainos
▲ Manuel Espinosa Sainos (primero a la izquierda) tiene poemas de denuncia social sobre lo que ocurre en las poblaciones indígenas; también, amorosos y eróticos.Foto cortesía Elvia Chaparro
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de abril de 2025, p. 2
El escritor totonaco Manuel Espinosa Sainos cree en la poesía como una forma de resistencia y reivindicación de la lengua para decir aquí estamos, no hemos muerto
; es visibilizar lo que por mucho tiempo se ocultó: nuestras culturas originarias
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El autor de los poemarios Nitu wantu nitlan/Nada es perverso y Xtaspitatkan laktsu spun/El retorno de las aves, publicados por Alcorce Ediciones y la Secretaría de Cultura de Veracruz, respectivamente, expresó a La Jornada su incredulidad acerca de las personas que piensan que los pueblos originarios estamos en los museos, que somos una cultura pasada y que ahí están las pirámides; sin embargo, estamos más vivos que nunca, seguimos resistiendo
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Espinosa Sainos (Ixtepec, 1972) afirmó: toda la vida hemos estado resistiendo, nuestras lenguas, nuestra visión, la tradición oral. Hacer poesía es una forma de resistir y de hacer presencia, de darle a nuestros pueblos el lugar que les corresponde
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El también traductor y locutor ha tenido una evolución desde su primer libro, publicado en 1999 y el posterior Tlikgoy litutunakunín /Cantan los totonacos, que se puede descargar gratis desde Internet. “Tiene que ver con poemas de denuncia social, que hablan de lo que ocurre en las poblaciones indígenas.
“En mi tercer libro, Kxa Kiwi Tamputsni/En el árbol de los ombligos, empiezo a escribir poesía amorosa, erótica, porque si en inglés o francés se escribe poesía erótica, ¿por qué en nuestras lenguas no podría hacerse si somos producto también del acto amoroso, de este acto tan bello del ser humano?”
Con Nada es perverso y El retorno de las aves, continuó Espinosa Sainos, sigo insistiendo en el amor, pero también hay más de poesía de denuncia, de lo que pasa en nuestra región y que antes no eran común; por ejemplo, los feminicidios, que escuchábamos que pasaban muy lejos y en los últimos años hay mujeres que aparecen asesinadas en un cafetal, en algún hotelito de la comunidad. Son temas necesarios de abordar en mi creación
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Recordó que antes tuvo una etapa en que abordó a los dioses totonacos y la Madre Tierra, y se dio cuenta luego de que en su comunidad también pasan cosas. Los pueblos originarios seguimos siendo invisibles en la mayoría de los medios de comunicación
, a menos que haya elecciones, se intente venderles algo u ocurra una desgracia, pero como cultura viva y rica, que puede aportar a la humanidad, seguimos siendo invisibles. No es posible que tengamos un México multilingüe, pluricultural, y se siga nombrando en una sola lengua
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Espinosa Sainos dijo que a través de la poesía denuncia problemas actuales como “la amenaza de grandes empresas hacia las poblaciones indígenas en cuanto a que quieren despojarlos de su territorio, como empresas mineras o hidroeléctricas que han querido acaparar los ríos y las tierras de los pueblos. El retorno de las aves habla de la lucha de los campesinos por defender su tierra. Me tocó presenciar en Olintla a gente defendiendo su territorio, porque había una minera que quería acaparar el río de la comunidad y se fue a pernoctar en la ribera para que la máquina no empezara a trabajar ahí.
“Una señora decía: ‘No quiero vender la tierra. ¿Cómo voy a vender la tierra que me da de comer? Ahí nacen las semillas, se da la milpa, ahí están nuestros muertos y las personas que yo quiero. Se lo voy a dar a mi hijo, se lo voy a dar a mi paisano o al vecino, pero no a una empresa extranjera’.”
El poeta refirió que por ello plasmó el pensamiento ancestral en torno a la tierra que “no la vemos como algo aislado porque piensa, nos escucha, siente y somos parte de ella. Los totonacos, cuando decimos ‘nuestra piel’, ‘nuestra carne’, decimos ‘tiyatliwa’. ‘Tiyat’ es ‘tierra’ y ‘liwá’ es ‘carne’. Estamos hechos de tierra. Ya desde la lengua está implícito el cuidado y lo que significa para nosotros la tierra.
“El poemario Nada es perverso va de la protesta al amor. Contiene un poco de lo que he escrito a lo largo de 20 años, cuando empecé a escribir. El retorno de las aves habla de estas luchas de las comunidades y del pensamiento indígena que tenemos sobre la tierra.
El segundo capítulo trata de la muerte, pero en la visión de los pueblos originarios: una forma de volver a nacer, de volver a vivir, porque nuestros muertos regresan, nunca se van, están ahí con nosotros. Por eso los adornamos, los esperamos con frutas, tamales, café, atole, con toda la ofrenda grande que hacemos en los pueblos originarios y en todo nuestro país. Mis muertos son amorosos, eróticos, y siempre regresan.
Comentó que desde niños recibieron la enseñanza de ser respetuosos con el entorno. Esta relación que tenemos con los animales, la tierra, el agua y todo lo que hay es la visión que tienen nuestros ancestros y por eso la gente defiende su territorio
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