
Desorden gubernamental hunde a ribereños en Ahome – Ríodoce
Solo sabemos pescar, pero es irredituable salir a marea, afirman pescadores
“Los pescadores están en bancarrota, se quedaron con las puras cuentas, es una vileza lo que está pasando. En verdad, el gobierno no hace nada, nomás platicarnos muy bonito, pero en realidad no hace nada”.
“Si quisiera hacer algo, ayudaría mucho a poner orden”, opinó don Juan Ayala Acosta, un viejo líder pesquero originario de la Higuera de Zaragoza y quien se resiste a dejar el oficio que tiempo atrás le encumbró en la gestoría a favor de los pescadores auténticos, al grado de crear con otros una sociedad cooperativa, que aún funciona.
Él dijo que la temporada 2024-2025, como otras tantas anteriores fue un desastre; camarón sin precio, sin tamaño y sin volumen, y sin autoridad que proteja la actividad de la depredación que año con año sucede.
“Ahorita, en estos momentos, se saca camarón en veda, porque nadie vigila, y quienes tienen esa responsabilidad no la hacen como antaño”.
“Está muy fea la actividad, el camarón se sale cuando se abre la veda, no lo dejan crecer los pescadores furtivos, lo atarrayan de pie, con chinchorro. Ahora lo andan sacando, pero está muy difícil, algo tienen que hacer los gobiernos, algo, porque lo que han hecho hasta ahora no funciona”, insistió el líder pesquero que estaba ocupando un lugar en una asamblea en donde se entregarían motores fuera de borda.
En ese mismo lugar, Librado Bacasegua Elenes, fundador y líder vitalicio de la asociación civil Consejo Supremo de Cobanaros de Sinaloa, se sumó a las críticas al gobierno porque aseguró que “los pescadores tradicionales indígenas están abandonados, sin equipos, sin nada, ni permisos, aún y cuando son ellos quienes le dan sustento a la bahía de Topolobampo”.
Leonel Sánchez cota, presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras del Norte de Sinaloa y sur de Sonora, dijo que la actual temporada de pesca de camarón que recién terminó no tiene una evaluación real porque los números nadie los ha proporcionado ni se tuvo el cuidado de conservarlos, porque en realidad la pesca ribereña no le importa a nadie como actividad primaria.
“Todo es un desorden, y hay políticas de exterminio al sector, como ha sucedido en el último sexenio, con otras actividades económicas. La pesca ya no es redituable, más bien, capturas perdidas, y en ocasiones no sacas los costos. Los esfuerzos de los gobiernos por mantener a los pescadores en sus campos, ya no existen más, y por eso, esos lugares se van despoblando poco a poco. Los hombres deben buscar el sustento de sus familias, pero con insumos caros y bajos precios de venta no se puede”.
Sánchez Cota comentó que este problema se ha manifestado tantas veces que a nadie le importa y todos los políticos se desatienden de resolverlo. “No hay un solo diputado federal, mucho menos un senador que le entre al problema, que dé soluciones; tampoco hay un solo funcionario que tenga una solución a tantos problemas que creó el gobierno”.
Añadió que las despensas alimenticias que entrega el gobierno se agradecen, pero no resuelven nada. “Las ayudas económicas regaladas como el Bienpesca también se agradece, pero se entrega a todo aquel que dice que es pescador y se excluye a quien vive del mar. Si el gobierno quiere tirar ese dinero, pues que lo haga, pero en realidad debe de estar en manos de los auténticos pescadores, no en los fortuitos o los que se arriman en temporada a trabajar la especie”.
Sánchez Cota manifestó que el gobierno debe de enderezar el rumbo y retomar lo que funcionó otros años y que mantenía a la pesca a flote, pese a los altibajos del mercado.
“Lo principal es que ponga orden y retome el marco jurídico, que restaure las instituciones que regulaban la actividad y que mantenían las cosas funcionando. Hoy no hay nada de eso, cada quien hace lo que le parece estar bien o mal y no hay beneficio ni sanción. El desorden del Gobierno acabó con todo”.
Sánchez Cota agregó que ahora el pescador regular no recibe ni medianamente parte proporcional de los impuestos que paga en demasía.
“Nos quitaron los subsidios a los combustibles, a reparaciones de flota, a renovación de artes de pesca como motores marinos eficientes o pangas ligeras; nos eliminaron de la competencia de precios con especies de calidad al eliminar Ocean Garden, que era la que protegía el mercado interno y buscaba exportación; nos eliminaron al Banpesca que era la institución de financiamiento barato del Estado y acabaron de amolar cuando nos modifican normas pesqueras que eran duras y por tanto protectoras de las especies en litorales sinaloenses”.
“Todo nos manda a pique. Sólo estamos en la actividad porque no podemos hacer otras cosas, sólo sabemos pescar, y aquí nos quedaremos hasta que las necesidades sean tan grandes que ya no podamos tapar un agujero con un hueco”.
La pesquería ribereña, poco a poco va muriendo, sentenció.
Artículo publicado el 27 de abril de 2025 en la edición 1161 del semanario Ríodoce.