
La ciudad peruana de Chiclayo celebra al papa León XIV: «Sus homilías nos llenaban»
En Chiclayo, Perú, las celebraciones y las misas continúan sucediéndose tres días después de la elección del nuevo papa, León XIV. De origen estadounidense y nombrado obispo de la ciudad peruana en 2015, su impacto en la población es aún recordado con cariño por los feligreses.
Miles de devotos entran y salen de la catedral de la ciudad en un constante fluir de fe y emoción. «Sus homilías nos llenaban», dice una mujer a TVE. «Salía con nosotros como jóvenes a evangelizar», añade un chiclayano.
La noticia de la elección de León XIV, antes conocido como Robert Prevost, ha puesto a Chiclayo en el mapa mundial, atrayendo a medios internacionales y despertando una mezcla de orgullo y curiosidad entre sus habitantes.
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Chiclayo, «en el ojo del mundo»
Junto al fervor religioso, otra fiebre se ha apoderado de la ciudad: la de capturar el momento. Selfies frente a la catedral, fotos junto a retratos del Papa y vídeos compartidos en redes sociales son el nuevo paisaje urbano.
«Estamos ahora en el ojo del mundo teniendo al papa que es chiclayano y es un orgullo para nosotros», dice una vecina a TVE.
Uno de los lugares que guarda con más cariño la memoria de León XIV es el bar El Trébol, donde el entonces obispo solía desayunar a diario y disfrutar los domingos de un frito de chancho en la mesa tres, desde donde se divisa la catedral. «Era un hombre sencillo, bien amable», recuerda una de las camareras.
Mientras Chiclayo sueña con ver a su Papa asomarse al balcón de San Pedro, la ciudad se prepara para una oleada de peregrinos. Se estima que más de 100.000 visitantes llegarán en las próximas semanas, convirtiendo este rincón de Perú en un nuevo destino de fe y turismo.