
El Senado revoca la ley de California que prohíbe la venta de coches de gasolina para 2035
Golpe a las políticas limpias de California. Los republicanos en el Senado han hecho valer su mayoría para revocar la norma que aceleraba la transición a las energías limpias prohibiendo desde 2035 la venta de coches de gasolina. La iniciativa fue presentada en 2022 por el gobernador Gavin Newsom y celebrada por ser la primera en su tipo en la lucha contra el cambio climático en el mercado automotriz más grande de Estados Unidos. Esta ha sido revocada tras un voto de 51-44 que ha sido considerado como un triunfo de la industria petrolera y una importante escalada en el choque entre California y la Administración de Donald Trump, que había prometido eliminar la prohibición.
“Los republicanos en el Senado han elegido la opción nuclear. Se han saltado una serie de reglas establecidas desde hace siglos para atacar California”, ha señalado el gobernador Newsom en una conferencia de prensa. “Esto es un robo a nuestros hijos y nietos. La votación permite a los contaminantes contaminar más”, aseguró el mandatario. La ley era una de las más ambiciosas del Estado, pues se ponía como objetivo reducir cerca de 70.000 toneladas de smog para 2040. Newsom ha destacado en un duro mensaje a General Motors por “comprar políticos”.
Una senadora del Partido Demócrata se ha sumado a los votos de los republicanos. Fue Elissa Slotnik, legisladora por Michigan, el corazón de la industria automotriz estadounidense. Otros cinco senadores, tres republicanos y dos demócratas, no participaron. Republicanos como John Barrasso de Wyoming la apoyaron directamente para “acabar con el delirante sueño de California” de poner fin a los coches de gasolina en Estados Unidos.
En el centro de la votación hay una disputa por el poder nacional. Los republicanos habían llamado a revocar la norma para terminar con el rol preponderante que California tiene respecto a los otros 50 Estados. El Congreso rompe hoy una tradición vigente al menos desde medio siglo que permite al Estado fijar sus políticas medioambientales. Esto a través del regulador nacional, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), quien había otorgado a California unas 100 exenciones durante mandatos demócratas y republicanos para que este fuera libre de modelar sus propias políticas. Trump, no obstante, ha puesto la agenda de regulación en la mira de sus políticas de recortes y ha redoblado la apuesta por las energías contaminantes.
El papel preeminente es el que hace de California un pionero en energías limpias. La agencia reguladora estatal, creada por el gobernador republicano Pete Wilson durante la presidencia del conservador Ronald Reagan, ha adoptado durante décadas políticas para reducir las partículas microscópicas contaminantes. esto mediante órdenes que controlan desde los convertidores catalíticos hasta las luces de control en los tableros que alertan de la producción de mayores gases contaminantes de los permitidos. “Son medidas exitosas, pero ni de cerca podemos decir que el trabajo está hecho”, ha asegurado este jueves Liane Randolph, la presidenta del órgano que regula el aire limpio en el Estado.
Las autoridades californianas afirman que el 50% de las emisiones contaminantes estatales son producto de los coches de gasolina atrapados en los atascos. Cinco de las diez ciudades con peor calidad del aire del país se encuentran en California, que tiene una población de 40 millones de personas.
Al menos once Estados iban a seguir los pasos de California al prohibir la venta de coches de gasolina para 2035. Estos territorios representan el 40% del mercado de los automóviles en el país. La norma exigía desde 2026 que los fabricantes cubrieran una cuota de al menos el 35% de los coches en sus concesionarias locales fuera de cero emisiones o híbridos. Estos, no obstante, solo podían comercializarse si combinan el combustible con electricidad y tener una autonomía de 80 kilómetros (hoy solo se exigen 16 kilómetros) antes de cambiar a la combustión de gasolina.
El gobernador Newsom estuvo acompañado por Rob Bonta, el fiscal estatal, quien ha anunciado una nueva demanda contra la Administración Trump tras la votación registrada en la Cámara Alta. Es el vigesimotercer litigio que California inicia contra el Gobierno republicano. “Trump no puede promover su visión anti California por el Congreso”, ha señalado Bonta, quien cree que la argucia legislativa de los republicanos “no tiene precedentes”.
Newsom ha subrayado el impacto que tendrá la revocación de la ley más allá de lo ambiental. “Este es un gran día para China, están celebrando porque esto ha acelerado su capacidad para dominar el mercado de los vehículos eléctricos”, ha señalado en la conferencia de prensa. El mandatario ha dicho que sin los marcos regulatorios de California “Tesla no existiría”. Pekín ya controla el 60% del mercado de los automóviles eléctricos.
El Estado tiene 178.000 estaciones de carga frente a las 120.000 gasolineras que operan en su vasto territorio. California lleva años invirtiendo en la infraestructura que le permita realizar esa gran transición a las energías limpias en la próxima década. Unos 60 fabricantes de piezas para los autos eléctricos están basados en la región. Ahora tendrán que frenar parte de la cruzada contra el cambio climático para enfocarse en la disputa en los tribunales que se viene.