El tifón Rai ensombrece la Navidad y el Año Nuevo a millones de filipinos
Bangkok, 31 dic (EFE).- Filipinas, el país con más católicos de Asia, comenzó diciembre mucho mejor que el año pasado respecto a la pandemia, pero el tifón Rai que golpeó el archipiélago el pasado día 16 ha ensombrecido la Navidad y el Año Nuevo a millones de afectados.
Todo el país se encuentra en el nivel 2 de alerta de la pandemia, que permite la mayoría de las actividades y la apertura de restaurantes y otros negocios, aunque con limitación de aforo al 50 por ciento y solo para clientes vacunados contra la covid-19.
«Así como conmemoramos el nacimiento de Jesucristo con oraciones fervientes, hagámoslo en esta ocasión con fe y esperanza renovadas, especialmente cuando nuestra nación continúa recuperándose de los efectos del tifón Odette (Rai) y de la pandemia de la covid-19», dijo el presidente Rodrigo Duterte en su mensaje navideño el pasado día 23.
Las autoridades renovaron el jueves el nivel de alerta 2 (de un máximo de 5) hasta el 15 de enero, mientras vigilan el aumento de la variante ómicron en el país, que aún no ha llegado a los niveles de contagio de Europa.
Muchos filipinos celebran la Navidad con comidas familiares y con misas católicas, y con el ruido ensordecedor de petardos recibirán el año 2022. Sin embargo, el tifón Rai ha sido un duro golpe, sobre todo en la región central del archipiélago.
Según las últimas cifras publicadas, al menos 405 personas murieron y 1.147 resultaron heridas debido al devastador tifón, que dejó también más de 500.000 desplazados, de los que más de 175.000 se encuentran fuera de los centros de acogida.
Mindanao, Siargao, Dinagat y Bolhol son algunas de las islas más afectadas por Rai, que dejó sin electricidad a millones de hogares, arrancó tejados, tiró postes de hormigón y arrancó de cuajo árboles y chabolas de madera.
El tifón ha dejado daños en viviendas, infraestructuras y cultivos agrícolas valorados en más de 23.400 millones de pesos filipinos (unos 458 millones de dólares o 405 millones de euros).
No obstante, millones de filipinos han podido celebrar este año las fiestas sin el estricto confinamiento al que estuvieron sometidos en diciembre de 2020, principalmente en la área metropolitana de Manila.
Los contagios han caído desde una media de 20.000 diarios en septiembre a unos 270 diarios estas semanas, aunque todo puede empeorar rápidamente cuando se propague la variante ómicron.
Filipinas, uno de los países más afectados por la pandemia, acumula 2,84 millones de casos, incluidos 51.373 muertos, y solo ha vacunado al 43 por ciento de su población. EFE
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