
Andalucía es la región con más universidades públicas en la élite mundial del ranking CWUR
Andalucía es la comunidad española que más universidades públicas incluye en el ranking CWUR 2025 al reseñar a las nueve instituciones académicas que imparten grado en la región, según ha analizado la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación. Esta clasificación está elaborada por el ‘Center for World University Rankings’, con sede en Arabia Saudí, y es el ranking que más universidades analiza del mundo, con un total de 21.462 instituciones en 2025, con una metodología propia que contempla cuatro dimensiones: investigación, calidad de la educación, empleabilidad y profesorado.
Las primeras universidades españolas son la Autónoma de Barcelona, en el puesto 126 a nivel mundial, seguida de la Universidad de Barcelona, la Complutense de Madrid, la Universidad de Valencia y la Autónoma de Madrid. A partir de ahí, la Universidad de Granada aparece en el sexto puesto a nivel nacional y en el 350 mundial y la de Sevilla en el noveno puesto entre las españolas y el 414 global. Les siguen, en este orden, las universidades de Málaga (19 nacional, 672 mundial), Córdoba (24 nacional, 789 mundial), Cádiz (37 nacional, 1.067 mundial), Pablo de Olavide (40 nacional, 1.186 mundial), Jaén (41 nacional, 1.237 mundial), Almería (46 nacional, 1.369 mundial) y Huelva (48 nacional, 1.704 mundial). Las nueve universidades públicas andaluzas se encuentran entre las 53 instituciones españolas incluidas entre las 2.000 más destacadas del mundo y se sitúan entre el percentil del 98% y 92% a nivel mundial tomando en consideración los parámetros analizados por esta institución para la elaboración de su clasificación.
El ranking mundial lo lideran las universidades estadounidenses de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y Stanford, seguidas de las británicas de Cambridge y Oxford.
Enfoque cuantitativo basado en siete indicadores
Este sistema evalúa a las instituciones académicas del mundo mediante un enfoque cuantitativo basado en siete indicadores objetivos agrupados en cuatro grandes áreas: producción investigadora, calidad de la educación, empleabilidad y calidad del profesorado.
Precisamente, todas las universidades públicas andaluzas destacan en el bloque relativo a la producción investigadora. Este criterio, con un peso relativo del 40%, se subdivide en cuatro bloques con un valor del 10% cada uno: producción científica, es decir, número total de artículos publicados en revistas científicas en las principales áreas del conocimiento; publicaciones de alta calidad, número de artículos publicados en el 25% de las revistas mejor valoradas; influencia, publicaciones en el 5% de las revistas más influyentes a nivel mundial, y citas de alto impacto, número de artículos ubicados en el 1% más citado en su disciplina.
La calidad de la educación, con un peso del 25%, se mide a través de los logros académicos de antiguos alumnos que han recibido premios y distinciones de prestigio internacional, ponderado por el tamaño actual de la universidad. Este criterio contabiliza sólo premios como el Nobel y otros similares, por lo que ninguna de las universidades andaluzas y sólo cinco de las españolas puntúa en este apartado.
La empleabilidad, con otro 25%, evalúa la cantidad relativa de egresados que han ocupado cargos ejecutivos en las 2.000 empresas más grandes del mundo desde 2011, ajustado por el tamaño del estudiantado actual. En este parámetro, la Universidad de Sevilla entra entre las 2.000 primeras.
La calidad del profesorado, con un peso del 10%, contempla el número de profesores que han recibido alguno de los premios internacionales que también se tienen en cuenta en el parámetro de calidad de la educación, teniendo en cuenta el momento de la distinción y su vinculación con la institución. En este parámetro, las universidades andaluzas no puntúan y sólo cinco españolas se clasifican entre las 2.000 más destacadas del mundo.
Cada indicador se normaliza y pondera para calcular una puntuación global. Esta metodología permite una comparación rigurosa y transparente del rendimiento de las universidades a escala internacional, sin depender de encuestas ni de datos enviados por las propias instituciones, aunque presenta como principal sesgo que los parámetros de calidad en la educación, la empleabilidad y el profesorado otorgan un alto peso a parámetros de éxito alejados de los objetivos académicos de las universidades andaluzas.