
SpaceX ya no corre sola: La nueva generación de cohetes reutilizables chinos acelera la competencia global
Durante más de una década, SpaceX marcó el ritmo de la carrera espacial con su modelo de cohetes reutilizables. Pero esa ventaja empieza a diluirse. Una nueva generación de compañías chinas ya ha desarrollado prototipos funcionales capaces de despegar y aterrizar verticalmente, y aunque aún no han lanzado misiones operativas, el desafío es claro: alcanzar y superar el modelo que revolucionó la industria.
El auge imparable de los VTVL chinos
China ha pasado de la teoría a la práctica. Space Epoch sorprendió en mayo de 2025 con el prototipo Yuanxingzhe 1 (YXZ-1), que alcanzó 2,5 kilómetros de altura y amerizó exitosamente en el mar. LandSpace, por su parte, realizó un salto de 10 kilómetros con su Zhuque-3, incluyendo el primer reencendido en vuelo de un motor chino. iSpace probó su Hyperbola-2Y con aterrizajes exitosos de hasta 343 metros, y Deep Blue Aerospace intentó saltos de hasta 10 kilómetros con su Nebula-1.
El abanico se amplía con gigantes estatales como SAST y startups como Galactic Energy, LinkSpace y Space Pioneer, todas avanzando con cohetes que combinan queroseno, metano y oxígeno líquido, y diseños inspirados en el Falcon 9. Algunas ya validaron motores, otras están próximas a sus primeros lanzamientos orbitales.
Más allá del orgullo nacional: una estrategia industrial

La apuesta no es solo técnica. China busca reducir el coste por lanzamiento, aumentar la frecuencia de misiones y desplegar su propia mega-constelación de satélites (como Guowang, su versión de Starlink). A diferencia del ritmo lento y desigual de las agencias espaciales tradicionales, el ecosistema chino —con inversión estatal y agilidad privada— avanza a pasos acelerados.
Aunque SpaceX sigue liderando con más de 400 reutilizaciones y una capacidad probada, el panorama ha cambiado. La competencia no llegará poco a poco: llegará en bloque. Y cuando lo haga, será con varios actores listos para aterrizar cohetes no solo en tierra firme, sino también en el terreno del mercado global. La carrera, ahora sí, está servida.