
Ferrari se lanza a conquistar el mar: así será el primer barco de carreras del Cavallino Rampante
Ferrari está construyendo su primer barco de navegación ultrarrápida para competición. Y, aunque se conozca todavía el resultado definitivo, el monocasco volador que ha diseñado la factoría de Maranello apunta a gran innovación en el sector. No puede ser de otro modo si el Cavallino Rampante impulsa un proyecto que implica un cambio de paradigma para la casa: cambiar el asfalto de la carretera y de los circuitos por el agua.
Maranello es un pueblo grande (unos 10.000 habitantes) que no dista mucho de cómo es cualquier municipio español de este tamaño. La diferencia es que en esta localidad a 40 minutos del aeropuerto de la histórica Bolonia (y a un paso de Módena), la vida está inundada por el rojo Ferrari —que, en realidad, no existe: no es exclusivo del Cavallino Rampante—, que da trabajo a casi la mitad de la población —trabajan en sus instalaciones, donde se fabrica toda su producción sin excepción, 5.000 personas—. El auditorio se llama como su fundador, Enzo Ferrari, la gente se toma un helado al salir del trabajo con el uniforme del Cavallino Rampante —parecido al que lleva el equipo técnico de la escudería de Fórmula 1 en los boxes de cualquier gran premio—, en la rotonda más céntrica la escultura es, cómo no, el famoso caballo negro, símbolo de la factoría, y en vez de las campanas de la Iglesia, lo que rompe el silencio en el pueblo son los motores de los deportivos que retumban por sorpresa para quien no está acostumbrado a escucharlos tan a menudo por la calle —son coches que están en fase de test en la calle, último paso antes de ser entregados a sus propietarios—.
En definitiva, todo en Maranello respira la esencia de «La Ferrari», cuyas instalaciones abarcan una enorme superficie junto al corazón del pueblo que ha crecido a medida que lo hizo la marca. Una marca que, sin duda alguna es de las más conocidas del mundo, y la más famosa si hablamos de coches. Pero de ahora en adelante, ya no podremos hablar exclusivamente del Cavallino Rampante como un sello de coches de lujo que tiene, además, la escudería más prestigiosa de la Fórmula 1 pese a que lleva años de capa caída en lo que a resultados se refiere. Ahora, Ferrari es también una compañía náutica. Sí, has leído bien: Ferrari se lanza a surcar los mares.
Ferrari Hypersail: el proyecto náutico del Cavallino Rampante
Este miércoles 25 de junio, con Summum presente en Maranello, Ferrari ha presentado el proyecto casi secreto en el que lleva trabajando varios años: el paso con el que expandirá su «alma de carreras», como dijo su presidente, John Elkann, en el único comunicado oficial sobre el Ferrari Sailing project Unveil. Dicho comunicado se emitió hace más de un año, de ahí que sea «casi» secreto. Su existencia estaba confirmada pero no se ha filtrado noticia alguna al respecto hasta la presentación oficial del mismo.
Se sabía que la primera embarcación náutica de Ferrari, que se está construyendo en un astillero italiano cuya identidad prefiere mantener en incógnita Ferrari, sería diseñado por por el arquitecto naval francés Guillaume Verdier, y como patrón al navegante Giovanni Soldoni. El italiano, con larga experiencia en navegación oceánica ha sido clave junto al equipo técnico de Ferrari en el desarrollo de un proyecto que el propio Soldoni ha descrito como «una misión espacial».
Durante casi tres años, un equipo de más de 20 personas dedicadas en exclusiva y unas 80-90 personas de distintos departamentos de Ferrari trabajando a tiempo parcial en ello han desarrollado el proyecto Hypersail del Cavallino Rampante, «un sueño que está a punto de hacerse realidad, en palabras de John Elkann, presidente de la compañía.
El máximo dirigente de la icónica compañía automovilística y ahora también náutica ha recalcado la magnitud y complejidad del proyecto. «Llevar a Ferrari de la tierra al mar y al cielo es algo extraordinario y esto es realmente lo que nos ha impulsado hacia adelante», ha dicho. Para Elkann, este tipo de retos son los que definen la esencia de Ferrari. «Si nos fijamos en lo que impulsa a Ferrari hacia adelante es precisamente la combinación de pasión y habilidades al servicio de lo imposible. Es un reto deportivo, pero también tecnológico. Nos permite experimentar», ha señalado.

Soldini y Elkann en la rueda de prensa sobre el proyecto
Todavía es pronto para saber qué dará de sí Ferrari Hypersail, pero durante su presentación ha sido confirmado que, de momento, solo se producirá un barco y que este será de competición: un barco de carreras en el que la tripulación oscilará entre 8 y 12 personas —el objetivo de Ferrari es reducir al máximo la tripulación—. El barco no estará a la venta. Aunque Giovanni Soldoni ha reconocido que «nunca se sabe».
Lo que sí se sabe es que, en principio, Ferrari descarta participar en la Copa América. Soldoni ha explicado por qué: «Creo que esto (el diseño desde cero del barco) es mucho más emocionante que la Copa América. No hay reglas, lo que dificulta mucho más intentar superar los límites de lo posible, y eso es lo emocionante. Y, en cierto modo, la Copa América es restrictiva», ha indicado.
Así es el primer barco ultrarrápido de Ferrari
John Elkann, presidente de Ferrari, ha definido el primer barco de carreras del Cavallino Rampante como «una nave espacial que no solo será de alto rendimiento y fiable, también hermoso», remarcando la importancia que el diseño, como todo lo que ha fabricado Ferrari en la historia, tiene en este proyecto náutico.
Todavía queda un poco de tiempo para conocer la imagen del primer monocasco ultrarrápido de Ferrari, y si este se parece realmente a una nave espacial —por las primeras imágenes de su silueta compartidas por Ferrari lo parece— pero ya conocemos los detalles técnicos de la embarcación, cuya botadura será en el año 2026 —Ferrari no concreta todavía el trimestre en el que estará en el agua su embarcación—.

Así será el barco de Ferrari
El barco, como se esperaba, es un monocasco, en la línea del Team New Zealand, el dominador de las últimas ediciones de la Copa América. «El monocasco tiene una gran ventaja en términos de aerodinámica, por lo que se frena menos. Pero también tiene desventajas. En primer lugar, su menor estabilidad, porque al final, un catamarán, un multicasco, al inclinarse, el casco deja de volar y se mantiene erguido. Y, en segundo lugar, al ser un monocasco, también debe poder enderezarse, y tiene que ser por ello más pesado», ha expuesto Giovanni Soldoni.
En el diseño del primer barco de Ferrari ha tenido mucha influencia la tecnología aplicada por la marca a su último hypercar, el flamante F80. De él han partido para trasladar hasta tres cuestiones clave a la primera embarcación en la historia del Cavallino Rampante: garantizar la estabilidad en el agua, la autosuficiencia energética gracias a la producción de la gran cantidad de energía que necesita y la aerodinámica.

Ferrari F80
De esta forma, y sin entrar en exceso en cuestiones técnicas, el barco, según los datos facilitados en la presentación de Ferrari Hypersail, será de grandes dimensiones — 40 metros de altura, 30 metros de largo y 20 metros de anchura—. «Generalmente, cuanto más grande es, menos olas hay y, por lo tanto, puede navegar con mayor facilidad», ha puntualizado el navegante italiano.
Por otro lado, en lo que respecta a la estabilidad en el agua, la gran novedad técnica es que reposará sobre tres puntos para volar sobre el agua. La innovación más notable de Verdier en el diseño del prototipo es el uso de una quilla inclinada como soporte de uno de los foils, siendo los otros dos puntos de contacto un foil en el timón y, alternativamente, los dos foils laterales.
Además, será una embarcación 100% autónoma a nivel energético. De hecho, la primera a nivel mundial de su tamaño. Lo hará, tal y como han explicado los ingenieros jefe del proyecto, gracias, exclusivamente, a fuentes de energía renovables, incluidas la energía solar —incluye la instalación de dos zonas de paneles solares en su cubierta— eólica y cinética. No hay motor de combustión a bordo.
«Tiene que navegar lejos y, al hacerlo, también tiene que producir su propia energía. Un barco así necesita mucha energía para funcionar, y llevarla a bordo sería demasiado pesado. Por lo tanto, la idea de producir energía navegando nos ayuda a mejorar el rendimiento y a mantener el peso dentro de ciertos límites», ha concluido Giovanni Soldoni.

Proyecto presentado por Ferrari
Todo ello sin olvidar la parte estética, como ha reiterado durante su intervención el presidente de Ferrari: «Lo importante para nosotros es rendimiento, fiabilidad, y el sentido estético, porque si uno hace cosas resistentes y fiables, deben y pueden ser también bonitas», ha apostillado Jonh Elkann.
Habrá que esperar todavía unos meses, como mínimo, para comprobar hasta qué punto es bonito el primer barco de Ferrari, que se está construyendo en secreto en un astillero italiano que el Cavallino Rampante no ha querido desvelar.