
Obispos de América Latina proponen una serie de “orientaciones pastorales” frente a la minería
Han pasado 10 años de Laudato si’, encíclica del papa Francisco, con su urgente llamado a cuidar la casa común. Sin embargo, la minería ilegal sigue siendo un flagelo para las comunidades más pobres de América Latina.
Por ello, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y la Red Iglesias y Minería han lanzado en conjunto un documento con orientaciones pastorales para denunciar los impactos socioambientales del extractivismo en el continente.
Explicaron que el texto busca ofrecer a las Iglesias particulares de la región propuestas y orientaciones pastorales frente a los impactos de la minería en los territorios, las violaciones de derechos socioambientales que esta provoca.
“El pueblo de Dios sigue bajo amenaza y violencias, en especial, los líderes eclesiales”, denunciaron, por lo que han insistido en el papel “ético y profético” de la Iglesia, iluminada en la Palabra de Dios y del magisterio con “un fuerte compromiso socioecológico de nuestra fe”.
Practicar Laudato si’
Estas orientaciones surgieron a partir de una cumbre de 20 obispos que acompañan comunidades afectadas por la minería en toda América Latina, realizada en Panamá, en octubre de 2024. Allí participaron representantes del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, el Celam y la Red Iglesias y Minería.
Tienen previsto un conversatorio este jueves, 17 de julio, a las 5:00 p.m. de Colombia, que será transmitido en las plataformas digitales del Celam y la Red Iglesias y Minería.
Estarán Vicente Ferreira, obispo presidente de la Comisión de Ecología Integral y Minería de la CNBB (Conferencia de Obispos de Brasil); Heriberta Fernández, laica, activista por la defensa de los derechos del pueblo afro y los territorios frente a la minería; y Cecilia Barja del Dicasterio para Desarrollo Humano Integral.
La Iglesia latinoamericana quiere “hacer vida los postulados de ‘Laudato si’’”, encíclica que denuncia la crisis socioambiental y bebe del mismo Evangelio.
Por ello, la Iglesia siempre se pondrá del lado de las víctimas y los más vulnerables y, claro está, de la hermana Madre Tierra como creación de Dios.
“Estas orientaciones pastorales, buscan ser una inspiración para otras iglesias en respuesta a la situaciones de violencia que se viven entre los pueblos y los territorios”, añadieron.