
Semana financiera: la presión alcista sobre el dólar dominó la atención de los inversores
Una gran inyección de liquidez de casi 10 billones de pesos que incrementó la base monetaria esta semana le dio impulso alcista al dólar, que buscó una nueva zona de equilibrio en los 1.300 pesos. Tras el desarme de LEFI (Letras Fiscales de Liquidez), esa masa de pesos quedó disponible y obligó al llamado a una licitación extra de bonos del Tesoro (Boncap y Lecap), a través de los cuales se reabsorbieron $4,7 billones, con tasas efectivas por encima del 40% anual.
Si bien el tipo de cambio encontró un techo por el accionar oficial, finalizó en sus precios más altos desde la salida del “cepo”. El dólar mayorista ganó 24,50 pesos o 1,9% semanal, en los $1.286, un cierre en máximos desde la eliminación del control de cambios en abril.
El dólar al público terminó a $1.300 para la venta en el Banco Nación (alza de 25 pesos o 2%), mientras que en el promedio de entidades financieras quedó a $1.307,33, con alza de $26,48 o un 2,1 por ciento.
Un punto a destacar es el de la recuperación de las reservas internacionales del Banco Central, otra vez por encima de los 40.000 millones de dólares. Estos activos se incrementaron en USD 1.335 millones (+3,4%), a USD 40.387 millones, apuntalados por compras del Tesoro con pesos acreditados en su cuenta en el BCRA -esta semana fueron unos USD 500 millones-, crédito externo -el viernes ingresaron USD 314 millones aportados por la CAF- y una muy firme recuperación de los depósitos privados en efectivo.
Los analistas de MegaQM describieron una “semana de alta volatilidad en términos de tasa de interés y de tipo de cambio. El desarme de LEFI generó una fuerte inyección de pesos y sobre todo una caída muy marcada de la retribución de los excedentes de pesos diarios. Los Bancos aplicaron los pesos a encajes, porque se encontraron con una rápida caída de la tasa de caución”.
“El problema es que ante ese exceso de pesos y la caída de la tasa de interés, se reactivó la demanda de dólares y el tipo de cambio subió un escalón. Dejó de operar en la sub-banda, acercándose al andarivel de $1.300. La reacción oficial fue tratar de reabsorber los pesos excedentes de los bancos y lo hizo convalidando tasas de interés por arriba del nivel de la curva pesos. Parece ser una estrategia para lograr que los bancos incorporen el riesgo de descalce de plazo”, continuó MegaQM.

“El fin de las LEFI trajo tensiones cambiarias bajo el brazo. El equipo económico no extendió estas letras con el objetivo de aumentar la liquidez y la demanda de Lecap, reduciendo así la tasa de interés. En lugar de impulsar el crédito, el menor rendimiento de las colocaciones en pesos aceleró la demanda de dólares, y el tipo de cambio subió casi 7% en lo que va de julio y 11% en el último mes”, describió un reporte de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.
“En contraste, para moderar las presiones, el Tesoro licitó Lecap ‘fuera de calendario’ y captó los $5 billones que a priori buscaba. Para eso, debió llevar las tasas de interés de la zona de 2,5% mensual a fines de junio y 2,2% mensual a principios de julio a la zona de 3,1-3,2% en la actualidad. Asimismo, las colocaciones promediaron 40 días de plazo: $1,5 billón a fin de julio, $800.000 millones a mediados de agosto y $825.000 millones para fin del mes que viene”, precisó el Banco Provincia.
El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó en el balance de cinco ruedas operativas un 3,4% en pesos, en los 2.075.286 puntos, mientras que medido en dólares el Merval ajustó el alza a 2%, debido al avance de la paridad del “contado con liquidación”.
“Consideramos que el evento que estarán monitoreando los inversores son las elecciones de medio término. Nuestro escenario base sigue siendo un triunfo del oficialismo; claro está que la gradación en la que se produzca este triunfo será importante para el futuro de la renta variable”, evaluó el Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
Los bonos soberanos en dólares -Bonares y Globales- promediaron una caída semanal de 2,5 por ciento.