
Una reflexión sobre el papel del esoterismo en el arte
▲ Bajo el signo de Saturno concluirá en febrero de 2026. Consta de 200 piezas de artistas como Breton, Carrington y Tamayo.Foto Yazmín Ortega
Omar González Morales
Periódico La Jornada
Martes 29 de julio de 2025, p. 3
El filósofo alemán Walter Benjamin reflexionó sobre su destino cuando dijo: Vine al mundo bajo el signo de Saturno, la estrella de revolución más lenta, el planeta de las desviaciones y demora
. Esta frase marcó tanto a la escritora Susan Sontag, que la utilizó de título de uno de sus libros de ensayos. Ahora, el Museo Nacional de Arte (Munal) también la refrenda en la exposición Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el arte.
Inspirada en la donación de una carta astral de André Breton a su amigo el poeta Jean Schuster, la exhibición reúne piezas de varios acervos con el fin de reflexionar sobre el papel del arte en la búsqueda de la profundidad del espíritu humano. Además, propone una nueva lectura de los acervos mediante el espiritualismo y la esotería.
Curada por David Caliz, la exhibición consta de 200 piezas, entre las que hay cartas de Tarot, esculturas, grabados, fotografías, libros, pinturas, recortes de periódicos y hasta textiles. Entre los creadores están André Breton, Leonora Carrington, José Guadalupe Posadas, Remedios Varo, Agustín Casasola, Rufino Tamayo, Lola Álvarez Bravo, Saturnino Herrán y Nahui Ollin, entre otros. También hay documentos del Fondo Ricardo Pérez Escamilla.
Nuestra intención es crear una exposición rica que se complemente y permita al público reflexionar sobre los museos como espacios para imaginar mundos y futuros diversos. ¿Es el arte un vehículo para comprender lo que no podemos? ¿Podemos construir nuevas narrativas a partir de nuevas perspectivas de las lecturas a los acervos de los recintos?
, preguntó el historiador durante el recorrido.
La muestra se divide en cuatro módulos: Nigromancia: Invocar a los muertos, Clarividencia, Astrología: Consultar las estrellas y Terror cósmico: La incertidumbre del futuro. En todos se describe la importancia de las artes adivinatorias en las sociedades de los siglos XIX y XX. Entre los recintos que colaboraron para la exhibición están los museos Tamayo, de Arte Moderno, Castillo de Chapultepec, de San Carlos, Carrillo Gil, la Fototeca Nacional y colecciones privadas.
En el primer segmento se analiza el papel de la corriente espiritista y la intención de comunicarse con el más allá para comprender mejor la muerte. Esta práctica fue común a inicios de 1900, influenciada por Allan Kardec y su revista Ilustración Espiritista.
Las piezas artísticas retoman aspectos lúgubres, como las apariciones fantasmales plasmadas en los cuadros Auto de fe, pintado en 1906 por Julio Ruelas, y la zincografía Invocando espíritus, creada en 1900 por José Guadalupe Posadas, pero también de sátira, como sucedió con las caricaturas publicadas en el Hijo del Ahuizote dirigidas a Francisco I. Madero, asiduo practicante de estos rituales.
La intención de conocer el futuro ha existido desde las sociedades más antiguas de la humanidad, y es el centro del módulo Clarividencia, desde la Grecia antigua, pasando por Roma y los imperios de Asia y Egipto, hasta la actualidad, mediante bolas de cristal hasta la quiromancia y el Tarot, utilizado por Carl Gustav Jung para crear sus arquetipos.
El lema conócete a ti mismo
vincula las obras de Lola Álvarez Bravo con la colección fotografías sobre gitanas que leían la mano, las cuales tituló Siquiatra popular, que dialogan con esculturas y pinturas de Leonora Carrington, quien usó la visión surrealista para la búsqueda de su universo artístico, como lo representa su efigie Palmist, una mujer con ojos en las manos y rostro de cuervo, considerado una de las aves místicas universales que encarnan los conceptos del destino y el misterio. También destaca el Tarot chilango, del fotógrafo mexicano José Raúl Pérez, quien en 1995 representó los 22 arcanos con personajes basados en oficios y escenarios emblemáticos del panorama capitalino.
El núcleo Astrología: Consultar a las estrellas se enfoca en la búsqueda del autodescubrimiento, aquí yace el centro de la muestra: la carta astral realizada por Breton a Schuster, pero no es la única: también está la del poeta Ramón López Velarde y una de Remedios Varo. En el mismo tenor se encuentra la pieza El planisferio celeste, pintada en 1940 por Antonio Ruiz El Corcito, uno de sus cuadros más grandes, así como la pintura La mujer X, de Saturnino Herrán. Destaca también la presencia de los paisajes de Gerardo Murillo Dr. Atl.
Terror Cósmico: La incertidumbre del futuro pone en el panorama lo pequeño que puede parecer la existencia humana cuando se compara con los eventos del universo. Aquí yacen vacíos y galaxias plasmadas por Rufino Tamayo, entre las que se encuentran piezas como El iluminado, La gran galaxia, El día y la noche en las pirámides del Sol y la Luna, y Terror cósmico, que dialogan con piezas de Mathias Goeritz, Cordelia Urueta y David Alfaro Siqueros, a la vez que reflexionan ante la frase en latín Quod est superius est sicut quod inferius (Como es arriba es abajo).
La exposición Bajo el signo de Saturno: Adivinación en el arte concluirá el 15 de febrero de 2026 de 10 a 18 horas en el Munal (Tacuba 8, Centro Histórico).