
“Amar más”, leitmotif del trabajo dramatúrgico de Luis de Tavira
▲ De izquierda a derecha, Stefanie Weiss, Julieta Egurrola, Luis y Marina de Tavira y Gabriel Pascual, durante la presentación.Foto Roberto García Ortiz
Daniel López Aguilar
Periódico La Jornada
Sábado 2 de agosto de 2025, p. 4
Luis de Tavira no necesitó más que una frase para condensar el espíritu de su libro y de toda una vida dedicada al arte escénico: Amo, pero quiero amar más
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Entre elogios, recuerdos y una sala colmada de afecto, presentó anoche en el Teatro El Milagro la nueva edición de El espectáculo invisible: Paradojas sobre el arte de la actuación, volumen de aforismos publicado por Ediciones El Milagro.
El director, ensayista y pedagogo, cuya trayectoria abarca generaciones del teatro mexicano, habló con tono pausado e íntimo. Afirmó que su mayor privilegio ha sido ser espectador.
“He pasado mi vida asombrado del modo en que los actores crean una realidad de arte… en el arte sólo hay dos cosas reales: el artista y la obra”. En la actuación, añadió, ambas se fusionan: la actriz es la obra y el personaje la hace actriz
.
Ante un foro lleno de jóvenes y adultos, a pesar de la lluvia que no cesó desde la tarde, el autor explicó que esta publicación no es una simple reimpresión. “Este ejemplar también pertenece a quienes lo hicieron realidad: Julieta Egurrola, Marina de Tavira y Stefanie Weiss, presentes esta noche. Lo escribimos en conjunto. Lo crearon los actores con quienes he trabajado.
Al final, el teatro es eso: encuentro. Reunirnos aquí y ahora, en esta comunidad que continúa soñando en común.
Weiss, editora y actriz, recordó que la primera edición apareció en 1999 y la segunda en 2003. “Esta tercera conserva el legado previo y suma los prólogos de Juan Antonio Hormigón y Luis Mario Moncada.
“Son 365 aforismos –uno para cada día– que invitan a perderse en el pensamiento, a abrir puertas invisibles.”
Gabriel Pascal, moderador del encuentro, puntualizó el mérito de que esta edición surgiera sin respaldo institucional. Se realizó con lo esencial: complicidad, terquedad y un amor profundo por el teatro
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Marina de Tavira manifestó su cercanía con el texto: Ha estado en mi escritorio por 25 años. En la antesala de cada personaje, en la sala de ensayos, en los pasillos, en mis cuadernos. Siempre cambiante, siempre el mismo
. Indicó que El espectáculo invisible… trasciende el ámbito actoral; es una guía sobre el misterio de la existencia
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Subrayó también la pedagogía del creador escénico como pensamiento dinámico: “Cada aforismo es una chispa, una brújula. Me susurra: ‘Tú tienes mis orejas, yo soy tu laberinto’. Reflexionó también sobre el presente: Hoy, cuando los medios nos empujan a ser espectáculo de nosotros mismos, esta obra recobra urgencia
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Julieta Egurrola fue breve y emotiva. Recordó haber conocido a De Tavira cuando aún cursaba la prepa. Sin embargo, esas palabras que no podía expresar tras cada función, están ahí. Son nuestras
.
Luego invitó a la audiencia a leer en voz alta sus aforismos predilectos. La respuesta fue inmediata: actores, ex alumnos y estudiantes –muchos formados por el creador escénico– celebraron con fragmentos elocuentes y punzantes el arte que los une.
Weiss vinculó las ideas del libro con contextos actuales: Luis sostiene que una nación se piensa a sí misma a través de su teatro. Pienso en los territorios zapatistas, donde el teatro es forma de memoria y de proyectar un horizonte deseado
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Luis de Tavira confesó que este volumen fue inspirado por una pieza literaria medieval que lo ha acompañado toda su vida: El libro del amado y el amor, de Raimundo Lullio.
“Son 365 breves diálogos entre el amante y el amor. La secuencia inicial muestra al amante preguntando qué debe hacer ese día. El amor responde: ‘Ama’. El amante replica: ‘Ya amo’. Y el amor concluye: ‘Ama más’. Ese fragmento resume el corazón de mi trabajo y el sentido de esta noche compartida.
El teatro nos une y crea comunidad. Nos convoca a encontrarnos aquí y ahora, a descubrir lo que compartimos y a construir ese vínculo. Estas reflexiones nacen del amor apasionado por el arte y por quienes lo hacen posible, porque eso que llamamos espectáculo invisible es, en el fondo, la materialización de un amor que siempre desea crecer.