
Anuncian Más Impuestos para Tabaco, Bebidas Alcohólicas y Alimentos Ultra Procesados
Redacción / CAMBIO 22
Aumento de impuestos al consumo de tabaco, alcohol, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, productos que perjudican la salud con enfermedades, muertes, accidentes, y violencia.
Desde 2010, México no ha incrementado los impuestos a productos del tabaco, y aunque se indexaron con la inflación en 2019, las consecuencias económicas y sociales siguen siendo cuantiosas. “El tabaquismo provoca más de 63,000 muertes al año, es responsable de más de 429,000 nuevos casos de enfermedades como diversos tipos de cáncer, cardiovasculares, respiratorias, diabetes, entre otras”.
Para reducir el consumo de productos que perjudican a los mexicanos, diversas organizaciones de la sociedad civil, solicitan a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, así como a los secretarios de Salud y Hacienda, aplicar impuestos saludables al alcohol, tabaco, ultraprocesados y bebidas azucaradas.
Sugieren 10 por ciento para productos del tabaco; una cuota específica por litro de alcohol en cada tipo de bebida, y 20 por ciento para bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
Representantes del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP); del Centro de Análisis e Investigación FUNDAR; de la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA); del Poder del Consumidor, y de Salud Justa MX, afirman que los impuestos saludables cuentan con gran apoyo social, sobre todo si lo recaudado se destina a fines sociales como aumentar recursos para proteger la salud pública.
Precisaron que los citados productos generan altos costos económicos que toda la sociedad debe pagar: dos por ciento del Producto Interno Bruto por alcohol; 1.78 por ciento en el caso de la obesidad y el sobrepeso, y 0.57 por ciento en el caso del tabaco.
Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de FUNDAR, apunta que los impuestos saludables pueden contribuir a revertir esos daños, que las empresas que comercializan dichos productos deberían pagar más Impuesto Sobre la Renta (ISR) -su tasa efectiva es de apenas 3.8 por ciento.
Judith Senyacen Méndez Méndez, directora adjunta de investigación en el CIEP, advierte que los impuestos saludables aplicados al alcohol y el tabaco sí funcionan, que el aumento de 10 por ciento en el precio del tabaco podría reducir su consumo en casi 4.25 por ciento.
“México, en tabaco, aún no alcanza 75 por ciento de impuestos en el precio final, y en alcohol presenta de los menores impuestos en el mundo”.
Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, refiere que desde 2010 México no ha incrementado los impuestos a productos del tabaco, que a pesar de que fueron indexados con la inflación en 2019, las consecuencias económicas y sociales siguen siendo cuantiosas.
“El tabaquismo provoca más de 63,000 muertes al año, es responsable de más de 429,000 nuevos casos de enfermedades como diversos tipos de cáncer; cardiovasculares, respiratorias, diabetes, entre otras”.
Además, subraya que los costos sociales se estiman en 194,600 millones de pesos, con una recaudación que apenas cubrió 46.9 millones de pesos en 2024. “Es decir, mientras las tabacaleras ganan, gobierno y sociedad pagan”, resume.
Luis Alonso Robledo, vocero de RASA, declara que el consumo de alcohol afecta la salud de millones de personas y representa pesada carga económica y social que todos terminamos pagando.
Precisa que los costos directos e indirectos de los daños asociados al consumo de alcohol -incluyendo gastos en salud, pérdida de productividad, violencia, accidentes y otros-, alcanzan el 2.0 del PIB, es decir, aproximadamente 552,000 millones de pesos cada año.
“Los impuestos que aporta la industria del alcohol están muy por debajo de lo necesario para cubrir esos costos, y al final la sociedad paga más en atención médica, pensiones por discapacidad, reparación de daños y pérdida de vidas. Es decir, mientras la industria obtiene ganancias millonarias, las familias mexicanas y las finanzas públicas absorben las consecuencias”.
El director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, explica que el consumo de bebidas azucaradas y comestibles ultraprocesados en México, es el mayor en América Latina, y uno de los más altos en el mundo.
A nivel global, nuestro país ocupa el primer lugar en nuevos casos de diabetes causados por el consumo de bebidas azucaradas, y el tercer lugar en nuevos casos de enfermedades cardiovasculares a causa de esas bebidas.
De ahí que, puntualiza, el impuesto de 20 por a esos productos reduciría en casi 1.0 millón los casos de obesidad, y recaudaría 104.000 millones de pesos, suficientes para aumentar en 60 por ciento los recursos para el IMSS Bienestar.
Fuente: Mexicampo
KXL/RCM