
El eclipse solar que oscurecerá el día durante 6 minutos y marcará un récord en este siglo
La historia de la humanidad ha estado marcada por eclipses solares que dejaron huellas imborrables en la memoria colectiva. En pocos años, el mundo volverá a ser testigo de un acontecimiento astronómico excepcional, capaz de oscurecer el día por más tiempo del que muchos podrían imaginar. Un instante en que la naturaleza suspende su rutina y obliga a millones de personas a mirar al cielo en silencio, esperando comprender lo inconmensurable.
Dónde y cuándo ocurrirá el fenómeno
El evento, conocido ya como el “eclipse del siglo”, tendrá un recorrido que atravesará diez países. España, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Arabia Saudita, Yemen y Somalia serán los territorios privilegiados donde la totalidad podrá apreciarse con plenitud.
Aunque en gran parte de Europa, África y Asia el fenómeno podrá observarse parcialmente, será únicamente en esa franja específica donde el Sol se ocultará por completo. La magnitud de este evento supera al eclipse total que el 8 de abril de 2024 se vio en América del Norte, cuya oscuridad máxima fue de poco más de cuatro minutos. Esta vez, la sombra lunar prolongará la experiencia por casi seis minutos, un lapso inusual en la era moderna.
La mecánica detrás del eclipse
Un eclipse solar total ocurre cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, proyectando su sombra y bloqueando la luz de manera total en determinadas regiones. Sin embargo, la singularidad de este fenómeno se debe a la posición de la Luna: estará en perigeo, es decir, en el punto más cercano a la Tierra.
Esta circunstancia ampliará el ancho de la franja de oscuridad hasta unos imponentes 258 kilómetros, extendiéndose por más de 15.000 kilómetros sobre la superficie terrestre. La sombra cubrirá aproximadamente 2,5 millones de kilómetros cuadrados, generando un espectáculo único: un crepúsculo circular que envolverá el horizonte en todas direcciones.
Ecos de la historia: cuando el día se convirtió en noche
Los eclipses solares han marcado momentos memorables en distintos lugares del mundo. Uno de los más recordados sucedió el 11 de julio de 1991 en Costa Rica, donde la totalidad se prolongó casi siete minutos. Ese día, la península de Guanacaste y otras regiones del país vivieron una “noche” repentina a plena tarde.
La sombra lunar avanzó desde Playas del Coco hasta Golfito, y durante esos instantes las calles se llenaron de observadores, mientras los animales nocturnos se activaban confundidos por la oscuridad. La ciencia también aprovechó ese momento: universidades y centros de investigación midieron variaciones en la temperatura, el viento y las ondas de radio, dejando valiosos registros de cómo un eclipse altera el entorno natural.
Un espectáculo que desafía el tiempo
El eclipse venidero no será solo un evento astronómico, sino también una experiencia sensorial y emocional. La oscuridad prolongada, el silencio de la naturaleza y la reacción de millones de personas lo convertirán en un momento histórico.
Así como en 1991 el cielo centroamericano sorprendió al mundo, en esta ocasión será el turno de África, Medio Oriente y parte de Europa de presenciar la majestuosidad del cosmos en acción. Un recordatorio de que, más allá de la tecnología y las rutinas diarias, aún existen fenómenos capaces de dejarnos sin aliento.