
Tecnología japonesa contra la basura espacial: crearon un innovador propulsor de plasma que podría ser la solución
Un científico japonés desarrolló una tecnología revolucionaria para combatir el creciente problema de la basura espacial.
Se trata de un nuevo método que utiliza un propulsor de plasma para eliminar los desechos sin necesidad de contacto físico. Esto reduce el riesgo de colisión y facilita su desorbitación.
La basura espacial, compuesta por satélites, cohetes y fragmentos que orbitan la Tierra a gran velocidad, representa un peligro cada vez mayor para las misiones y satélites activos.
En este caso, a diferencia de los métodos de contacto directo, que pueden ser riesgosos, el propulsor ralentiza la basura a distancia para que caiga y se queme en la atmósfera.
¿Cómo funciona el propulsor de plasma contra la basura electrónica?
El doctor Kazunori Takahashi, de la Universidad de Tohoku diseñó un «propulsor de plasma sin electrodos de tipo eyección de plasma bidireccional».
Este sistema único lanza dos chorros de plasma simultáneamente: uno hacia el objeto espacial para desacelerarlo y otro en dirección opuesta para estabilizar el satélite de limpieza.
Según Takahashi, este diseño permite aplicar una fuerza de desaceleración al objeto sin generar un retroceso excesivo en el propulsor. Además, la tecnología incorpora un campo magnético especial, conocido como «cúspide», que concentra el plasma y aumenta significativamente la fuerza de desaceleración.
En esencia, la cúspide contiene el plasma mediante un campo magnético, de modo que permanece relativamente contenido en la dirección del empuje en lugar de disiparse.
Tal y como se difundió en Scientific Reports, las pruebas en laboratorio demostraron que esta configuración no solo equilibra el motor, sino que triplica la fuerza de desaceleración, permitiendo que la basura espacial caiga de órbita mucho más rápido.
Este avance es aún más prometedor, ya que el sistema puede funcionar con argón, un gas más económico y abundante que los propulsores tradicionales.
Este logro, asegura el Dr. Takahashi, representa un paso crucial para desarrollar una solución segura y eficiente para la gestión de desechos espaciales.
Qué es la basura espacial y qué peligros representa
La actividad espacial tiene mucho que ver con la vida de las personas. Por ejemplo, las comunicaciones e internet, la observación marina y terrestre, y el pronóstico del tiempo funcionan gracias a diversos tipos de satélites que orbitan alrededor de la Tierra.

Pero, ¿qué sucede cuando finaliza la vida útil de estos artefactos? ¿A dónde van a parar? La gran mayoría quedan en el espacio y dan lugar a lo que se conoce como “basura espacial”. Todo objeto en órbita que fue producido por el hombre y que se encuentra fuera de funcionamiento es considerado como basura espacial.
Desde el comienzo de la exploración espacial en 1957 fueron lanzadas 6.380 naves que pusieron en órbita más de 15 mil satélites, de los que solo funcionan cerca de 7000. En un principio, no se sabía qué hacer con ellos una vez que dejaran de funcionar, por lo que quedaron en el espacio y se le sumaron más objetos con vida útil.
El principal peligro es que estos objetos no operativos colisionen con otros cuerpos y generen explosiones que deriven en nuevos escombros.