
De fábricas rugientes a minas silenciosas: el mapa desigual – El Independiente
Imagina a Juan, un soldador de 35 años en las afueras de Monterrey, Nuevo León. Cada mañana, sube a su camioneta destartalada y se dirige a la planta de autopartes donde trabaja, un monstruo de acero y cables que zumba con la promesa de turnos extras. «Antes, los pedidos de Estados Unidos llegaban con cuentagotas; ahora, es como si el río Bravo se hubiera convertido en una autopista de camiones», dice Juan entre sorbos de café en su pausa, refiriéndose al nearshoring que ha revitalizado su región. Pero a miles de kilómetros al sur, en las colinas verdes de Chiapas, María, una operadora de maquinaria en una cantera, mira su teléfono con preocupación. «El mineral sale, pero los precios bailan como el viento; un día hay bonos, al otro, recortes», confiesa mientras el sol se pone sobre las excavadoras que han sido su sustento por una década. Estas historias, tan cotidianas como un taco de la esquina o un boleto de camión, encapsulan el pulso desigual de la industria mexicana en mayo de 2025. Según el Indicador Mensual de la Actividad Industrial por Entidad Federativa (IMAIEF) del INEGI, la actividad industrial nacional cayó un 0.7% anual, arrastrada por una minería en picada del 8.2%. Sin embargo, bajo la lupa de las regiones del Banco de México —Norte, Centro-Norte, Centro y Sur—, emergen relatos de auge y estancamiento que definen no solo economías, sino vidas enteras.

EL NORTE: DONDE EL NEARSHORING ILUMINA, PERO LAS SOMBRAS DE LA INSEGURIDAD ACECHAN
En la Región Norte —que abarca Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Baja California Sur—, la industria pinta un cuadro de contrastes vibrantes, como un mural de Diego Rivera con toques de óxido. Aquí, la manufactura y la construcción lideran el crecimiento, con avances significativos en Nuevo León (11.3% anual) y Baja California Sur (12.8%), impulsados por el nearshoring que ha convertido parques industriales en imanes para empresas estadounidenses y canadienses. Piensa en el caso de Ana, una ingeniera en Tijuana, Baja California, que diseña circuitos electrónicos para exportación. «Antes volaban los productos a Asia; ahora, se ensamblan aquí, y mi equipo creció un 20% en seis meses», relata, mientras camina por pasillos llenos de robots que zumban como abejas en una colmena. Esta relocalización ha inyectado inversiones récord, con un enfoque en autopartes y electrónicos, reduciendo tiempos de entrega y costos logísticos en hasta un 30%, según expertos.


Sin embargo, no todo es brillo. La minería y el sector energético muestran declives notables, con caídas en Tamaulipas y Sonora ligadas a la volatilidad de precios de commodities y gas natural. En Coahuila, por ejemplo, mineros como Pedro enfrentan turnos irregulares: «El carbón se vende bien un mes, pero si el precio internacional tropieza, volvemos a casa con las manos vacías». La construcción, aunque en alza gracias a infraestructura portuaria en Baja California Sur, frena por escasez de mano de obra calificada. Las causas? El nearshoring acelera la manufactura, pero tensiones comerciales con EE.UU. —como aranceles propuestos— y la inseguridad en fronteras generan incertidumbre, elevando costos de transporte hasta un 15% en rutas clave.
Subsector | Tendencia (Anual Mayo 2025) | Ejemplo Cotidiano | Causa Principal |
---|---|---|---|
Manufactura | Crecimiento significativo (e.g., Nuevo León +11.3%) | Soldadores con overtime en maquiladoras | Nearshoring y exportaciones a EE.UU. |
Construcción | Alzas en Baja California Sur y Coahuila | Nuevos puertos que crean empleos locales | Inversiones en infraestructura turística |
Minería | Declives en Tamaulipas y Sonora | Mineros con bonos irregulares | Volatilidad en precios globales |
Energía | Contracciones limitadas | Facturas de gas más altas para hogares | Dependencia de importaciones volátiles |
CENTRO-NORTE: LA DIVERSIFICACIÓN BAJO LA NUBE DE LA INSEGURIDAD
Cruzando hacia el Centro-Norte —Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas—, la escena cambia a un ritmo más pausado, como el tráfico en una carretera federal atascada por baches. La construcción y la energía destacan con crecimientos robustos: Guanajuato vio un repunte del 21.3% en generación eléctrica, posiblemente por inversiones en renovables, mientras que obras de nearshoring en San Luis Potosí (9.9% total) han levantado puentes y fábricas que prometen estabilidad. Luis, un albañil en León, Guanajuato, lo vive de cerca: «Construimos un parque industrial para una firma de autos eléctricos; ahora, mi familia come mejor, y hasta mandamos a los niños a clases extras».


La manufactura, aunque diversificada en automotriz y alimentos procesados, muestra avances moderados, limitados por la inseguridad que asfixia cadenas de suministro. En Michoacán, por instancia, procesadoras de aguacate como la de Roberto enfrentan extorsiones: «Pagamos ‘derecho de piso’ o los camiones no salen; es como un impuesto invisible que come el sueldo». La minería es mixta, con alzas en Michoacán pero declives generales por bajos precios. Banxico advierte que la inseguridad eleva costos de transporte y desalienta inversiones, con robos en carreteras afectando hasta el 10% de envíos industriales. A pesar de remesas estancadas y políticas externas, la agroindustria ofrece un respiro, pero el estancamiento general —con Durango cayendo 17.2%— recuerda que el crecimiento es frágil.
Subsector | Tendencia (Anual Mayo 2025) | Ejemplo Cotidiano | Causa Principal |
---|---|---|---|
Construcción | Mayores alzas en Guanajuato y San Luis Potosí | Albañiles con contratos estables en parques industriales | Proyectos de nearshoring |
Energía | Sobresalientes en Guanajuato (+21.3%) | Hogares con luz más barata de renovables | Inversiones hidroeléctricas |
Manufactura | Avances moderados en San Luis Potosí | Procesadores de alimentos con extorsiones | Inseguridad en rutas de suministro |
Minería | Mixta, con declives en Durango | Extracción irregular de metales | Precios commodities inestables |
CENTRO: RESILIENCIA URBANA EN MEDIO DE LA INCERTIDUMBRE
En el corazón del país —Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala—, la Región Centro late con el pulso de la urbe, donde la construcción y la minería urbanas impulsan un crecimiento que parece inquebrantable, como el metro en hora pico. Hidalgo brilla con un 15.2% anual en actividad total, gracias a manufactura textil y automotriz, mientras que la Ciudad de México y el Estado de México ven alzas en construcción por obras públicas. Carmen, una supervisora en una fábrica de Hidalgo, lo celebra: «Nuestras máquinas cosen para marcas globales; con el nearshoring, exportamos más, y hasta remodelamos la casa».


Pero la energía y partes de la manufactura en Puebla (-6.0%) declinan, afectadas por altos costos y competencia externa. En Querétaro, electricistas como José lidian con facturas elevadas: «La luz sube, y si no innovamos en paneles solares, nos quedamos atrás». Las causas radican en incertidumbre postelectoral y tensiones con EE.UU., que frenan inversiones pese a la proximidad a mercados centrales. Banxico nota que servicios dominan, pero el industrial sufre estancamiento por energía cara, con inseguridad añadiendo un 5-7% a costos logísticos.
Subsector | Tendencia (Anual Mayo 2025) | Ejemplo Cotidiano | Causa Principal |
---|---|---|---|
Construcción | Alzas en CDMX y Edomex | Obras urbanas que alivian tráfico | Proyectos públicos metropolitanos |
Minería | Incrementos en CDMX y Tlaxcala | Extracción para construcción local | Demanda urbana de materiales |
Manufactura | Resiliencia en Hidalgo (+15.2%) | Fábricas textiles con exportaciones | Proximidad a mercados |
Energía | Mixta, con contracciones | Facturas altas para pymes | Costos energéticos elevados |
SUR: EL RENACER DE LA MINERÍA AMIDST VOLATILIDAD TURÍSTICA
Al fin, la Región Sur —Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán— evoca un paisaje de contrastes selváticos, donde la minería y manufactura emergen como brotes verdes tras la tormenta post-pandemia. Chiapas lidera con 6.3% anual, impulsado por extracción no petrolera (30.1% en minería), y Tabasco ve avances en procesamiento industrial. En Veracruz, mineros como Antonio excavan con esperanza: «El cuarzo y la grava salen para carreteras; con precios estables, hasta ahorramos para la universidad de los hijos».


La energía y construcción, sin embargo, flaquean, con declives en Campeche (-13.8%) por volatilidad petrolera y Quintana Roo (-40.9%) por turismo estancado. En Guerrero, constructores como Rosa pausan proyectos: «Las playas vacías significan menos hoteles; volvemos a la agricultura de subsistencia». Causas incluyen inseguridad rural, bajos precios de energía y dependencia de commodities, aunque recuperación turística indirecta y recursos naturales ofrecen potencial. Banxico destaca debilidad por bajo inversión, pero avances en agroindustria sugieren un camino ascendente, si bien desigual.
Subsector | Tendencia (Anual Mayo 2025) | Ejemplo Cotidiano | Causa Principal |
---|---|---|---|
Minería | Incrementos en Chiapas (+30.1%) y Veracruz | Canteras que financian educación | Extracción no petrolera |
Manufactura | Avances en Tabasco y Chiapas | Procesos agroindustriales estables | Recursos naturales locales |
Energía | Declives en Campeche | Dependencia de petróleo volátil | Precios globales inestables |
Construcción | Negativas en Quintana Roo | Pausa en hoteles turísticos | Volatilidad post-pandemia |
UN PAÍS DE DOS VELOCIDADES: LAS GRIETAS REGIONALES QUE AMENAZAN LA UNIDAD ECONÓMICA
En este mosaico industrial de 2025, las diferencias regionales no son meras estadísticas; son las grietas que separan el optimismo de Juan en Monterrey del temor de María en Chiapas. El Norte y Centro-Norte cabalgan el nearshoring hacia un crecimiento manufacturero que genera empleos y remesas, pero la inseguridad —que según Banxico eleva costos y frena inversiones— amenaza con erosionar ganancias. En el Centro, la resiliencia urbana sostiene, mas la incertidumbre energética las hace precarias. El Sur, con su minería renaciente, ofrece esperanza, pero la volatilidad turística y commodities profundiza desigualdades, dejando comunidades en un limbo de bonos esporádicos y migración.
Estas disparidades impactan la economía regional como un dominó: el Norte atrae el 60% de inversiones nearshore, impulsando un PIB per cápita 20% superior al Sur, pero agrava migración interna y presiones inflacionarias (4.22% en Q2). Nacionalmente, la caída del 0.7% anual refleja este desbalance, con minería arrastrando al conjunto pese a picos locales. Para cerrar la brecha, expertos urgen políticas focalizadas: incentivos energéticos en el Sur, seguridad en el Centro-Norte y diversificación en el Norte. De lo contrario, el sueño nearshore podría convertirse en una quimera, dejando a familias como la de Juan celebrando overtime mientras la de María cuenta días sin salario. México, en su diversidad, necesita unir estos hilos para tejer un futuro equitativo.
*Presidente de la Asociación Mexicana de Gastó Público AC.