
Claves para la gestión hídrica con un enfoque integrado en minería – Portal Innova
- En el panorama actual de creciente escasez de agua y normativas ambientales más exigentes, el desarrollo y la operación exitosa de proyectos mineros requiere de la implementación de tecnologías innovadoras y de la colaboración interdisciplinaria.
Agosto 2025. – La gestión eficiente y sostenible del agua es un pilar fundamental para la actividad minera. Ir más allá del cumplimiento de la normativa local y adoptar estándares internacionales, como los del International Council on Mining and Metals (ICMM) o la Canadian Dam Association (CDA), refleja un compromiso más amplio con la sostenibilidad. Estos marcos combinan criterios técnicos robustos con consideraciones sobre el cambio climático y fomentan la planificación de estructuras capaces de operar eficazmente incluso durante la etapa de cierre del proyecto.
En esa línea, Álvaro San Martín, José Valle y Jonathan Cooper, gerentes de Recursos Hídricos para Chile, Perú y Norteamérica en Ausenco, coinciden en que la aplicación de estos estándares, junto con la incorporación de metodologías específicas, tecnologías especializadas y un enfoque verdaderamente integrado, son factores clave para una gestión hídrica en las operaciones mineras.
«Una planificación exhaustiva de la gestión del agua en mina, que considere las proyecciones climáticas, los requisitos de la cuenca hidrográfica y los objetivos de vertido, es fundamental para anticipar y mitigar los desafíos hídricos a lo largo del ciclo de vida de la mina. Este enfoque integral a largo plazo debe aplicarse desde las etapas iniciales del proyecto», destaca Álvaro San Martín.
El desafío de reducir la huella hídrica
Hoy, las empresas mineras adoptan estrategias para reducir su huella hídrica, enfocándose tanto en la gestión del agua de contacto (que ha interactuado con minerales y rocas) como del agua de no contacto. “El primer paso es desarrollar un sistema de gestión del agua integrado que abarque todo el sitio y entender claramente su propósito y objetivos”, dice Jonathan Cooper. “Específicamente, definir cuánta agua se requiere para el procesamiento y las restricciones ambientales que deben cumplirse.” Las condiciones meteorológicas y la ubicación del sitio juegan un papel clave en este proceso, ya que estos factores influyen directamente en la disponibilidad del recurso y en la forma cómo se gestiona.
Un modelo de balance hídrico robusto es la base de cualquier sistema de gestión del agua. Este describe la cantidad y estacionalidad de las entradas naturales (lluvia y nieve), así como las fuentes internas y los usos del recurso en el sitio. «El balance hídrico es un punto de partida esencial para entender cómo funcionará el sistema en diferentes condiciones y para identificar riesgos operativos», afirma Cooper. «Además, constituye la columna vertebral de una evaluación predictiva de la calidad del agua, utilizada tanto para permisos como para diseños de mitigación.»
Otros modelos complementarios, como el modelo hidrogeológico, el modelo hidroquímico o un modelo de flujo subterráneo robusto, también aportan información valiosa para anticipar potenciales impactos a la disponibilidad de agua a lo largo de la vida de un proyecto minero. Para cada impacto identificado, existen numerosas medidas de mitigación que pueden aplicarse.
Innovación y nuevas tecnologías
Las tecnologías emergentes y herramientas avanzadas desempeñan un papel fundamental en la gestión más eficiente del agua. Los expertos de Ausenco destacan, por ejemplo, la contribución significativa de los datos satelitales, que permiten estimar con precisión variables meteorológicas (radiación, temperatura, precipitación y evaporación) en cualquier parte del planeta, superando así las limitaciones de la escasa o inexistente información histórica en zonas remotas.
Además, asociaciones como la Mining Association of Canada (MAC) han desarrollado guías sobre cómo incorporar y evaluar los riesgos del cambio climático en el sector minero. Esta información debe aplicarse en la estrategia de gestión del agua para comprender y anticipar cómo responderá el sistema en distintos escenarios.
El monitoreo en tiempo real, a través de estaciones hidrometeorológicas y piezométricas equipadas con sensores avanzados, facilita el registro de niveles de agua y caudales de forma continua, mejorando la rapidez y precisión en la toma de decisiones basada en evidencia. “Desde nuestra experiencia, la incorporación de estas tecnologías no solo mejora la calidad de los datos disponibles, sino que también nos permite diseñar soluciones más eficientes y adaptadas a cada cliente”, precisa José Valle.
La inteligencia artificial y el uso de lenguajes de programación como R y Python facilitan el procesamiento de grandes volúmenes de datos, optimizan los análisis y permiten identificar patrones de consumo clave. “Esto resulta crucial para desarrollar modelos de balance hídrico y simular múltiples escenarios, incluso aquellos altamente impredecibles”, añade Álvaro San Martín.
Enfoque integrado y trabajo con comunidades
En Ausenco, nuestro enfoque integrado es fundamental para abordar de manera eficiente y sostenible los desafíos hídricos de un proyecto minero. Esto implica la colaboración entre distintas disciplinas para comprender y mitigar los riesgos derivados de la variabilidad operativa en los modelos de balance hídrico (por ejemplo, expansiones, cambios en las tasas de producción, relocalización de infraestructura, etc.).
Sin embargo, un enfoque realmente integrado va más allá de la ingeniería y de la interacción entre aguas superficiales y subterráneas. También considera la participación temprana de las comunidades locales, un factor clave para minimizar riesgos operativos y reputacionales. “Comprender las actividades económicas, los medios de vida y el valor cultural o espiritual que algunas comunidades atribuyen al agua es importante para diseñar soluciones sostenibles”, señala José Valle.
La interacción directa de Ausenco con las comunidades, como parte interesada, corresponde a un proceso con varias instancias que incluyen: mapeo de actores, Consulta Libre, Previa e Informada (CLPI) / Consentimiento Libre, Previo e Informado (FPIC por sus siglas en inglés), valoración de impacto socio ambiental, monitoreos participativos y audiencias públicas, entre otros aspectos. En todas estas instancias el recurso hídrico, y su uso y gestión subyacente, suelen ser el principal tema de interés.
Además, las comunidades cercanas suelen ser las primeras en consultar sobre los impactos potenciales de un proyecto, integrando la gestión del agua con otras disciplinas de su interés. Son conscientes de que, por ejemplo, la conservación de la biodiversidad o el suelo resguardan el recurso hídrico, ya que éstos actúan como medio de captación y regulación de las precipitaciones, y de las aguas superficiales y subterráneas. Todo está integrado.
Nuestros expertos coinciden en que no existen fórmulas únicas: cada proyecto requiere un entendimiento profundo de sus particularidades. “La gestión del agua debe considerarse desde la conceptualización del proyecto, fomentando la seguridad, el uso responsable del recurso y la resiliencia de las infraestructuras. Ahí es donde marcamos la diferencia”, concluye San Martín.
Sobre Ausenco
Ausenco es una empresa global de ingeniería, consultoría y entrega de proyectos creada para la industria de minerales y metales. Con tres décadas de experiencia global, trabajamos junto a clientes para navegar desafíos complejos desde el estudio inicial hasta el cierre final, en todas las fases y en cinco continentes. Con profundas raíces en la industria de minerales y metales, nuestro equipo combina profundidad técnica, experiencia práctica y conocimientos adquiridos con experiencia para brindar soluciones prácticas e innovadoras que reducen riesgos y generan valor. (www.ausenco.com).