
Columna de Giovanni Franco del 6 de octubre: El tiempo de la minería
Censo minero, mejorar la exploración geológico-minera, disminuir la minería ilegal, incrementar los procesos de formalización minera, extraer recursos mineros para la transición energética, la soberanía y seguridad alimentaria y la infraestructura, las tierras raras, agilizar trámites gubernamentales, son, entre otros, los temas que requieren especial atención por parte del próximo inquilino de la Casa de Nariño para el periodo 2026-2030. Los anteriores no son temas ajenos a la realidad que día a día viven las comunidades y las empresas mineras en el territorio nacional.
Pero ¿por qué el tiempo de la minería? Las potencias mundiales como Estados Unidos, China, Japón, Francia, Alemania, entre otros, tienen en la mira dentro de sus prioridades de desarrollo y crecimiento económico nada más ni nada menos que la soberanía y el control por los minerales estratégicos y críticos, que soportan la calidad de vida y el bienestar de la sociedad actual, contemporánea y futura. Y no es para menos. En la historia de desarrollo de la humanidad, las riquezas que otrora se encontraban en superficie y que en estos momentos se encuentran en yacimientos subterráneos o a cielo abierto han servido para que podamos tener una calidad de vida mejor comparada con la de nuestros antepasados, gracias a la extracción y beneficio de los recursos minerales presentes en el subsuelo.
En un informe que acaba de publicar el Departamento del Interior de Estados Unidos sobre los minerales considerados críticos para la seguridad de ese país, el rodio (convertidores catalíticos para automóviles), el niobio (aceros de alta resistencia), el samario (imanes permanentes) y las potasas (fertilizante) son en su orden los minerales críticos que tienen en vilo al comercio de la nación norteamericana. Según este informe, se estima que, si se llega a presentar una interrupción en el comercio de rodio procedente de Sudáfrica, se provocaría una disminución neta de más de 64.000 millones de dólares en el PIB de Estados Unidos en el transcurso de un año. Al mismo tiempo, una interrupción del niobio desde Brasil podría resultar en una disminución de 10.400 millones de dólares en el PIB.
La humanidad necesita estos recursos minerales (tierras raras, minerales estratégicos, minerales críticos) para garantizar una transición energética
Dado lo anterior, Colombia tiene una posibilidad gigante si toma la decisión de apostar por generar riqueza con base en la extracción minera y transformación con alto valor agregado, no solo de oro, carbón y materiales de construcción, sino en la extracción de minerales estratégicos que puedan garantizar una participación importante en el escenario económico mundial. No podemos dejar de mencionar que poseemos una ubicación estratégica importante y que nos encontramos en lo que se denomina el cinturón de cobre del mundo, con importantes yacimientos y depósitos polimetálicos, que pueden llegar a sostener la economía nacional por el mediano y largo plazo.
Las tierras raras, necesarias para los desarrollos tecnológicos que tenemos en la actualidad, presentes en muchas partes del territorio nacional, se convierten en la punta de lanza de un escenario en el cual la minería en Colombia tenga una mirada que vaya más allá del simple extractivismo, una mirada estratégica que puede mejorar las condiciones de vida de los municipios y departamentos donde subyacen estos depósitos minerales. La humanidad necesita estos recursos minerales (tierras raras, minerales estratégicos, minerales críticos) para garantizar una transición energética que nos ayude a tener un ambiente más equilibrado en términos ambientales y sociales. Es el tiempo de la minería.
GIOVANNI FRANCO SEPÚLVEDA, PH. D.
Profesor de la Universidad Nacional de Colombia
En X: @fransegio