
El 75% de los jugadores españoles afirma que los videojuegos les ayudan a reducir el estrés
Los videojuegos ya no son solo una forma de entretenimiento. Según el nuevo informe Global Power of Play 2025, publicado por la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) y Video Games Europe, su impacto emocional y social es cada vez más evidente: millones de jugadores en todo el mundo los consideran una herramienta para conectar, liberar estrés y mantener la mente activa.
El estudio, realizado en colaboración con asociaciones del sector de Australia, Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos, se basa en más de 24.000 encuestas a jugadores de 21 países y es uno de los análisis más amplios sobre hábitos y beneficios del videojuego.
A nivel global y europeo, los resultados son claros: divertirse, aliviar el estrés y mantener la mente activa son las principales razones para jugar. En España, el 65% de los jugadores señala la diversión como su principal motivación, seguida de la reducción del estrés y el entrenamiento mental.
Los videojuegos también se consolidan como una herramienta de bienestar. En Europa, el 72% de los jugadores afirma que les ayudan a sentirse menos estresados, y un 56% asegura que les han permitido combatir la soledad al conectar con otras personas. En España, estas cifras son incluso más altas: tres de cada cuatro jugadores (75%) aseguran sentirse menos estresados, mientras que un 62% dice que los videojuegos les ayudan a no sentirse solos.
El informe también destaca su papel educativo y profesional. La mitad de los jugadores en todo el mundo afirma que jugar ha influido positivamente en su formación o carrera, y un 43% asegura que los videojuegos han orientado su trayectoria educativa o laboral. Entre las habilidades más desarrolladas destacan la creatividad, la resolución de problemas y el trabajo en equipo. En el caso de España, los jugadores resaltan especialmente la creatividad, la resolución de problemas y la adaptabilidad.
Pero más allá del aprendizaje, los videojuegos también fortalecen los lazos personales. El 62% de los jugadores a nivel mundial considera que crean espacios de conexión positiva con otras personas, y dos de cada tres jóvenes entre 16 y 35 años aseguran haber conocido a un buen amigo o pareja a través de esta afición. Además, el 68% de los padres jugadores afirma compartir videojuegos con sus hijos al menos una vez al mes, reforzando así la relación familiar.
El perfil del jugador global también ha cambiado. La edad media es de 41 años, con una distribución casi igual entre hombres y mujeres, y un claro predominio del móvil como dispositivo principal.
Con estos datos, el informe Global Power of Play 2025 refuerza la idea de que los videojuegos se han convertido en un fenómeno transversal que va mucho más allá del ocio: una forma de expresión, aprendizaje y conexión humana que sigue creciendo en todas las generaciones.