
Sun & Sea, una opera-performance sobre el medio ambiente llega al Cervantino
Guanajuato. Gto. Compuesta por Lina Lapelytė con libreto de Vaiva Grainytė y dirigida por Rugilė Barzdžiukaitė, Sun & Sea es una alegoría sobre los efectos del cambio climático, pero en el estilo deliberadamente bucólico de la obra, el desastre natural no inquieta a los protagonistas más que su neurosis vacacional, esa decisión marca al espectáculo, completamente opuesto al cine catástrofe gringo, que exalta la impotencia humana ante los acontecimientos irreversibles.
Una ópera en una playa, un escenario entre idílico y claustrofóbico, con niños jugando como en cualquier balneario, mientras los adultos cantan sus monólogos internos. La escenografía es una sombrilla, una pelota desinflada con un mapamundi impreso y un contenedor de basura. Las 25 toneladas de arena generan un marco para que los vacacionistas convivan.
Reposar y cantar frente a un océano imaginario no suena, en principio, a un trabajo agotador, pero Sun & Sea ofrece 4 funciones diarias y consecutivas, prácticamente sin descanso entre presentaciones, que son en el patio de la Casa de la Cultura de Guanajuato, entre las 14 y las 17 horas.
Sun & Sea se regodea en la destrucción de las convenciones operísticas, las niñas juegan a hacerse trenzas, dos pequeños perros mueven la cola entre las toallas extendidas, los actores que no cantan tienen otras ocupaciones: leen, juegan una partida real de ajedrez, platican entre ellos y miran el celular, intentando escapar a esa obligación de gozar que parece dominar los periodos no laborables.
Presentada por primera vez en el 2018 durante la bienal de Venecia, Sun & Sea es reconocida a nivel mundial y ha sido nombrada por diferentes medios como una “eco-ópera”. El acompañamiento instrumental minimalista es un teclado que emula y modifica el sonido de un órgano de tubos, habitualmente asociado a la música de iglesia.
El estilo narrativo se sostiene sobre dos líneas paralelas, el objetivismo de los acontecimientos simultáneos, en el contexto de una playa soleada, en la que no hay acciones más importantes que otras, y la subjetividad del fluir de la conciencia, en la que los pensamientos se ordenan de forma aparentemente azarosa. Al final del espectáculo es el público el que se retira y el elenco permanece inmutable, jugando y descansando en la arena.