La minería concentra el 57% de las exportaciones de Bolivia y aporta cerca del 8% del PIB
La minería continúa siendo uno de los pilares de la economía boliviana y actualmente concentra el 57% del total de las exportaciones del país, además de aportar alrededor del 8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Los datos fueron destacados por Javier Díez de Medina, vicepresidente corporativo de Minera San Cristóbal (MSC), durante una exposición realizada en un evento TEDx organizado por una universidad privada de Tarija.
En su presentación, el ejecutivo contextualizó estas cifras dentro de una actividad con más de 400 años de historia en Bolivia y sostuvo que el peso económico del sector responde a un modelo de operación que prioriza estándares técnicos, sociales y ambientales.
Díez de Medina subrayó que el impacto económico de la minería va más allá de las exportaciones. “10 a 12 bolivianos por cada 100 que se producen en Bolivia los genera la minería de clase mundial”, afirmó, al explicar el rol que cumple el sector dentro de la estructura productiva nacional, particularmente en un contexto de menor dinamismo de otras actividades exportadoras.
En ese marco, el ejecutivo puso como ejemplo la operación de Minera San Cristóbal, que cumple 18 años de actividad continua y que, según cifras de la empresa, ha generado más de $us 3.300 millones en impuestos para el Estado boliviano. De acuerdo con su exposición, este aporte fiscal está vinculado al cumplimiento de estándares internacionales de calidad, seguridad, medioambiente y gestión de la información, respaldados por certificaciones ISO.
“¿Quiénes han logrado la recertificación? Somos nosotros, ustedes, ustedes los jóvenes. Somos los bolivianos”, enfatizó Diez de Medina al remarcar que el 99% de la planilla laboral de MSC está conformada por trabajadores nacionales, un elemento que, según su visión, refuerza el impacto interno del sector.
El vicepresidente corporativo también desarrolló su concepto de “minería de clase mundial”, al señalar que este tipo de operaciones no se define únicamente por su escala o tecnología, sino por su relación con el entorno social. “Vemos —dijo— una mina como Porco, minería subterránea, y sigue explotando. Pero lo hace hablando con su gente. De la misma forma lo hace la minería open pit, como San Cristóbal, que también es de clase mundial y demuestra que sí se puede”.
Otro aspecto abordado fue la creciente participación de las mujeres en la minería industrial, especialmente en áreas operativas y de decisión. Diez de Medina señaló que en San Cristóbal existen mujeres operando maquinaria pesada valorizada en alrededor de 2 millones de dólares, así como ingenieras que ocupan cargos de subgerencia y definen aspectos clave de la producción.
“Ellas son operadoras de los grandes trucks —apuntó— y son más eficientes que cualquier hombre en la empresa; también contamos con ingenieras que están al frente de subgerencias y que deciden sobre la producción que tenemos hoy en día”.
Desde la perspectiva corporativa expuesta en el evento, el aporte de la minería a las exportaciones y al PIB debe entenderse como el resultado de una gestión que combina productividad, estándares internacionales y legitimidad social.