Para la ocupación israelí, “el paisaje también es un arma de control de la gente”
Para la ocupación israelí, “el paisaje también es un arma de control de la gente”
▲ Rasgado recibió una beca de la Fundación AM Qattan, creada por una familia palestina exiliada.Foto Chris Edwards
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
Martes 23 de diciembre de 2025, p. 3
El paisaje en Palestina es otra arma de la ocupación israelí, que ejerce “una manera de control no sólo del espacio, sino también de la gente”, explicó el artista Pablo Rasgado, quien desarrolló ahí un proyecto de investigación que se expandió a varios ámbitos, entre ellos el libro editado de forma reciente Horizonte: Una expedición desde Jenin hasta Négev, y una escultura resultante (Sexto Piso).
El creador dio a la La Jornada ejemplos de uso del paisaje en ese conflicto desigual: “hay dos redes de carreteras superpuestas que pueden ser accedidas a partir del pasaporte o de las placas. Rápidas para los israelíes; sinuosas y lentas para los palestinos. Además, los puntos de revisión, los toques de queda, espacios inutilizables y otras cosas que también quedan definidas por tu nacionalidad o tus papeles”.
Rasgado (Jalisco, 1984) expresó que al principio de su investigación el objetivo fue ir y desarrollar trabajo en conjunto. “Creció muchísimo a partir de las visitas y de las relaciones personales y con instituciones que se empezaron a construir. De repente planeábamos un simposio, reuniones con organizaciones de derechos humanos y de preservación del patrimonio palestino”.
Se tenía contemplado que en 2024 se realizara la exposición de la obra construida durante su desarrollo. Tras el asedio a Gaza, que se inició en 2023, se volvió imposible. “El libro se volvió la manera de concluir el proyecto y llevarlo de vuelta a Palestina. Por eso se tornó crucial que el texto fuera traducido en árabe, español e inglés.
“El proyecto se abocó a un análisis del paisaje, desde el horizonte palestino, entendido no sólo desde la academia artística como un género, sino como un entrelazamiento de factores, el paisaje social, el paisaje político, el paisaje geológico. Todo eso da sustento al libro.”
Rasgado destacó la centralidad para Horizonte del concepto spoila, que nombra una práctica bélica antiquísima, en la que se usaban “los lugares de los derrotados, fragmentos arquitectónicos y monumentos, para construir obras que mostraran al vencido y al vencedor. Aquí adquiere otra cualidad al encontrarse que esos despojos tienen implicaciones mucho más cercanas: son casas, enseres domésticos…
“Me sorprendió mucho el uso de la frase, casi de manera cómica, con la que la gente se refiere a la ocupación, que es ‘akhaduha mafroosheh’, que se podría traducir de manera sencilla como ‘totalmente amueblado’. Adquiere una lectura desgarradora, porque implica que el terreno fue tomado con casas, edificios, aeropuerto, carreteras. Todo listo para ser ocupado. Es desgarrador saber que la casa que está siendo ocupada antes era de una familia, y que los enseres domésticos y el lenguaje, todo existía antes de que los ocupantes llegaran.”
Ramallah, Londres, Gaza
Al principio recibió una beca de la Fundación AM Qattan, organización creada por una familia palestina exiliada que regresó a la región. Entonces tenía espacios en Ramallah, Londres y Gaza. El primero fue la base del trabajo de Rasgado.
Remarcó que “el proyecto plantea que desde esta situación enrarecida de un paisaje que ha enfrentado a lo largo de un siglo, por lo menos, una construcción, destrucción, reconstrucción sin fin, y que esa cantidad de materia inorgánica y anómala en un sistema geológico está dejando también trazas dentro del subsuelo, y cómo eso quedará marcado en esta era geológica.
“Esto se vuelve una contrahistoria a la que nos están queriendo contar. Está muy documentado que la arqueología se está volviendo otro medio para validar la historia judía en la región. Hay un nuevo museo, La Ciudad de David, donde, contrario a las prácticas arqueológicas, se está entrando con bulldozer y encontrando sólo artefactos que ayuden a crear esta narrativa.”
En este documento se desarrolló la idea del horizonte entendido desde la arqueología, como “las trazas que van marcando eras geológicas. Parte de una investigación que empecé hace años por una beca de la Fundación Pollock-Krasner, que derivó en experimentos en laboratorio y en un entendimiento de lo que compone a un ser humano. Con esos datos se empezó la construcción de una escultura de gran escala, que mostraríamos en la exposición de 2024.
“La idea era hacer una suerte de monumento o antimonumento, en este caso, que refiriera a la situación y al paisaje, así como al vínculo que hay entre el cuerpo humano y el panorama de la zona. A partir de caminatas y de las imágenes que se fueron obteniendo iba construyendo la idea de persona, entendida no desde su apariencia física, no era una semejanza visual, sino química.”
La segunda metodología, detalló Pablo Rasgado, es que se construyeron pinturas con una antigua técnica de restauración para incrustar imágenes en el contexto, con la idea de que estas imágenes dejadas en Jenin, Jerusalén, Nablus, Ramallah y Belén pudieran ir cambiando.
“La idea era volver un año después y ver qué cambios sucedían, casi como un termómetro. A algunas sí pude volver antes de que empezara el enfrentamiento a gran escala. Otras se quedaron en el contexto y muchas desaparecieron, y eso se vuelve parte del devenir del proyecto”, mencionó el artista.