Estefanía Ciro construye formas de narrar la violencia desde la poesía y el ensayo
Estefanía Ciro construye formas de narrar la violencia desde la poesía y el ensayo
▲ La escritora Estefanía Ciro dedica su trabajo al estudio de los mercados de cocaína y cannabis, las dinámicas de las violencias alrededor de éstos y el prohibicionismo.Foto cortesía de la socióloga
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
Martes 23 de diciembre de 2025, p. 2
El libro Artefactos explosivos inmateriales plasma la búsqueda de su autora, la escritora y socióloga colombiana Estefanía Ciro, de construir desde la poesía y el ensayo “otras formas de narrar las violencias, el prohibicionismo, la vida cotidiana de los mercados”, y de los agricultores de cocaína y cannabis.
El texto, editado este año por el sello independiente Corazón de Lobo, está compuesto por un poemario que contiene el recuerdo de la experiencia de la movilización cocalera en 1996, una de las más grandes de campesinos en Colombia, y una especie de anverso titulado De las vidas cocaleras del Caqueta: Etnografía como poesía, en torno a ese fenómeno.
En entrevista, Ciro relató que su trabajo primordial ha sido “el estudio de los mercados de cocaína y cannabis, de las dinámicas de las violencias en éstos y una crítica sobre el prohibicionismo. En términos políticos, la apuesta es hacia la regulación. Si no generamos una regulación soberana, justa, que atienda las asimetrías y las disminuya, estamos perdiendo”.
La colaboradora de este diario expuso que escribió este texto en 2019, y en la actualidad existe un uso del discurso antidrogas mucho más descarado y violento, y los países tienen que poner el tema de la regulación en la agenda, pues la discusión sobre política de drogas y derechos humanos está oscurecida.
La invitación a todos es que “encontremos esas contradicciones que nos marca el mercado, porque ahí es precisamente donde se rige la política prohibicionista con más éxito y crueldad”.
La poeta apuntó que el objetivo de su título más reciente “es jugar con este otro lenguaje, que puede llegar de forma mucho más amplia a la aridez de la academia y que también puede mover otros sentimientos, sensaciones y atenciones”.
En un escenario donde el presidente estadunidense, Donald Trump, “impone relatos de lo que se debe sentir, escuchar y ver”, se deben rescatar otras narrativas como las de Hipólito, niño cocalero que apenas sobrevivió a morir ahogado; de Amanda, quien falleció al ser rociada por glifosato; de otra mujer que parió a sus hijos sobre cauchos donde se seca la coca, o de la misma planta “y qué nos enseña el día a día de su semilla”.
Estefanía Ciro reseñó que el propósito de su libro es “desde la decantación intelectual, lanzar ideas que estaban guardadas con mucha tristeza y rabia dentro de mí y que pueden ser motivo de expandirla y generar que más voces se unan a la necesidad de un cambio en la política de drogas en América Latina”.
La premio Juan Bosch de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura para la promoción de la Investigación en Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe 2018 remarcó que se debe entender la producción de cocaína y de cannabis como actividades campesinas. En cambio, la narrativa del narcotráfico alentado por ciertos medios propone que es “un agujero negro del que sale la cocaína y no sabemos qué pasa dentro, y ahí todo es malo, narcoestado, narcoguerrilla, narcocultivador, narcolanchas, como dicen de las lanchas de pescadores en el Caribe”.
Lo anterior, continuó la también historiadora, opaca “una cantidad de fenómenos y violencias que necesitamos poner en discusión y develar; por ello, hay que situar las experiencias de la selva, el cocal, la planta que crece, que es cuidada y suple el hambre a tanta gente, que da oportunidades de estudio y también alimenta un escenario de disputa muy fuerte, porque hay una explotación enorme.
“Esas asimetrías y brutalidades nos permiten romper esa narrativa narco. La idea de estos artefactos explosivos es dinamitarla.”
Recuperar historias de vida
Los poemas recuperan, dijo la autora, la “cadencia de las voces que narran esto que crecí escuchando y encontré en mi investigación. Por otro lado, eran una manera de apuntalar las notas y experiencias de esas vidas que mostraban todas las crueldades de la política de drogas, que se podían evidenciar en la cotidianidad de los campesinos cocaleros de Caquetá (Colombia), y en general, hombres y mujeres de la Amazonia”.
Recordó que Caquetá, por lo menos “hace 40 años ha sido objeto de intervención geopolítica imperial. En la Amazonia son ciclos extractivistas desde la llegada de los españoles: de la mina, el caucho, las maderas, las pieles, que se van montando uno sobre otro. Los últimos eran el del petróleo y el del mercado de la cocaína.
“Su historia es muy emblemática en América Latina para comprender la fuerza imperial contrainsurgente anticampesina y de extracción de recursos. El epicentro del Plan Colombia fue la Amazonia, y tres bases militares con presencia de Estados Unidos estaban en Caquetá.”
Ciro mencionó que ese plan fue una reacción a la importante movilización en siete u ocho departamentos de Colombia de más de “200 mil campesinos cocaleros en el contexto de las aspersiones aéreas con glifosato y un proceso de represión enorme que se extendió en los años 90 contra el campesinado, en una época en que Estados Unidos presionó por la narcotización de la agenda en Colombia”.
Evocó el poema “La coca camina, la tierra tiembla”, en torno a cómo los campesinos recuerdan cuando fueron un colectivo: “somos miles / el camino está hecho de gente(…) / No se imagina usté el gentío / parecíamos como hormigas”.
La cocaína tiene alrededor de 24 millones de usuarios y la mariguana es la droga más consumida en el mundo con 220 millones. El prohibicionismo lo regula. Estas normativas son violentas, desiguales, asimétricas, hacen que “los más privilegiados ganen más. Ahí se construye la asimetría de las rentas y la violencia: aquellos que más dinero ganan sufren menos y, al contrario, los más vulnerables en la cadena son a quienes más oprime el prohibicionismo”.
El texto estuvo a la venta en la edición 39 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y puede ser adquirido en las librerías La Murciélaga, Polilla y La Libertad, en Ciudad de México, así como en la Cafebrería Pessoa, en Querétaro, y en la página de Instagram de Corazón de Lobo Editores.