La Luna, Mercurio y la magnetosfera, 5 misiones espaciales clave en 2026
De misiones a la Luna a una expedición a Mercurio, 2026 se perfila como un año apasionante para el espacio. En la primera parte del año, cuatro astronautas orbitarán la Luna por primera vez desde las misiones Apolo de finales de los años 60. El objetivo es comenzar a probar la nave Orión en la que viajarán, de cara a un eventual alunizaje humano.
Todas las miradas estarán también puestas en China, que en verano llevará astronautas a algunos de los rincones más oscuros de la Luna en busca de pistas de que la vida podría prosperar allí algún día.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará una misión para determinar si los humanos pueden defender la Tierra de los asteroides. También pondrá en órbita una nave para estudiar el campo magnético terrestre y lanzará una segunda misión que entrará en la órbita de Mercurio.
Estas son algunas de las misiones espaciales que conviene seguir en 2026.
4 astronautas orbitarán la Luna en la Artemis II
2026 será el «año de la Luna», según Monica Grady, profesora de ciencia planetaria y espacial en la Open University del Reino Unido. Este año habrá dos grandes misiones lunares a seguir. La primera es Artemis II, que llevará a tres astronautas estadounidenses y uno canadiense en un sobrevuelo de diez días alrededor de la Luna.
Los astronautas pondrán a prueba los sistemas vitales críticos de la cápsula Orión, en preparación de un futuro alunizaje tripulado. Los astronautas viajarán aproximadamente 4.700 millas (más de 7.500 kilómetros) más allá de la cara oculta de la Luna, desde donde podrán ver la Tierra y la propia Luna por las ventanillas de la nave.
Grady afirmó que es un momento claveporque será la primera vez que los astronautas se acerquen a la Luna desde las misiones Apolo de los años sesenta y setenta. «Es bastante importante», dijo Grady. «Y se espera que esta sea la última misión de preparación para volver a alunizar astronautas en la Luna.»
La versión china del alunizaje
La otra misión lunar que genera expectación en 2026 es Chang’e 7, en la que astronautas chinos estudiarán el polo sur de la Luna. La misión utilizará una nave ‘saltadora’ que irá dando brincos desde zonas iluminadas hasta cráteres en sombra, en busca de hielo, agua o ‘materia volátil’, según un comunicado.
Tang Yuhua, subdirectora de diseño de la misión Chang’e-7, dijo a los medios estatales que encontrar hielo en el polo sur lunar podría reducir de forma significativa el coste y el tiempo necesarios para llevar agua desde la Tierra en misiones de larga duración a Marte y más allá.
China confía en que la misión propicie varios avances tecnológicos, como el uso de robots inteligentes para explorar las duras regiones polares de la Luna. Es también una oportunidad para reforzar relaciones internacionales. Pekín aseguró que Chang’e 7 llevará seis cargas útiles de Egipto, Baréin, Italia, Rusia, Suiza, Tailandia y la International Lunar Observatory Association.
Una investigación del «escenario del impacto» para la defensa planetaria
En otoño, la ESA investigará un asteroide para mejorar la respuesta de defensa desde la Tierra ante futuros objetos que puedan colisionar con nuestro planeta. La ESA envió en 2024 un lanzador para investigar el lugar del impacto en un asteroide al que Estados Unidos golpeó intencionadamente con una nave en 2022. El lanzador llegará al punto del choque en algún momento de noviembre para medir el tamaño del cráter que la nave dejó en Dimorphos.
La misión da continuidad a la Double Asteroid Redirection Test de la NASA (DART), lanzada hacia Dimorphos, un pequeño satélite que orbita a un asteroide llamado Didymos.
El objetivo era entender hasta qué punto los lanzadores pueden proteger a la humanidad de objetos que se dirigen a la Tierra. Con los nuevos datos que aporte la misión Hera de la ESA, los científicos podrán mejorar la tecnología de desvío de asteroides por si alguna vez hiciera falta, señaló la agencia.
Medir la magnetosfera terrestre
Los científicos europeos preparan además una misión en abril o mayo que realizará radiografías detalladas de la atmósfera magnética de la Tierra. La magnetosfera protege la Tierra y a quienes viven en ella de suaves corrientes de partículas cargadas, llamadas viento solar, que llegan desde el Sol.
«Si no fuera por la magnetosfera, la vida no podría sobrevivir en el planeta Tierra», dijo la ESA. La misión Solar Wind Magnetosphere Ionosphere Link Explorer (SMILE) de la ESA enviará a órbita una nave de 3 metros de altura equipada con rastreadores y antenas a bordo. El aparato seguirá cómo, dónde y cuándo el viento solar interactúa con nuestro planeta.
La misión SMILE ayudará a los científicos a entender una laguna del sistema solar y a mantener a salvo la tecnología y a los astronautas en el futuro, según la ESA. Durante la misión, la nave llegará hasta 121.000 kilómetros por encima del Polo Norte, aproximadamente un tercio del camino hacia la Luna. También recopilará hasta 45 horas por órbita de observaciones continuas de rayos X blandos y luz ultravioleta.
Una misión a Mercurio
También en 2026, los orbitadores de Europa y Japón serán insertados por primera vez en la órbita de Mercurio.La ESA afirma que Mercurio es el planeta menos explorado de la galaxia porque es difícil acercar objetos tanto al Sol sin que los destruya su potente atracción gravitatoria.
La misión denominada BepiColombo ya ha enviado algunos datos a los científicos en múltiples sobrevuelos desde su lanzamiento inicial en 2018. Sin embargo, 2026 será la primera vez que las naves entren en la órbita del planeta.
Cuando los dos orbitadores sean insertados, estarán registrando información sobre el entorno magnético del planeta y su núcleo interno. También elaborarán mapas globales de la superficie. La información que la ESA recoja de Mercurio «arrojará luz sobre la historia de todo el sistema solar», según la agencia.