Conoce al Chivito de Drácula, el mayor criadero de planetas que hayan visto los astrónomos
A unos 1.000 años luz de la Tierra hay un disco gigantesco de gas y polvo que gira en torno a una joven estrella y da lugar a nuevos planetas. No solo se trata del disco formador de planetas más grande que se haya detectado jamás, sino que su conducta también es distinta a todos los demás.
El tamaño del disco es de casi 640 mil millones de kilómetros, unas 40 veces más ancho que todo nuestro sistema solar. Aunque se lo identificó en 2016, los astrónomos ahora utilizaron el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para captar la primera imagen de este criadero planetario con luz visible. Las nuevas imágenes revelaron un entorno inusualmente caótico, con volutas de material que se extienden hacia arriba y hacia abajo del disco mucho más de lo esperado. Y lo extraño es que estos filamentos se concentren en uno solo de los lados del disco.
El equipo publicó sus hallazgos el 23 de diciembre en The Astrophysical Journal, e incluyeron un mote para el intrigante objeto espacial, “el Chivito de Drácula”, en un guiño a dos de los investigadores ya que uno es de Transilvania (el hogar de Drácula) y el otro es de Uruguay (famoso por los chivitos, emblemáticos sándwiches de carne). Viendo el borde del disco, su aspecto es como el de un sándwich, oscuro en el centro y con capas claras arriba y abajo formadas por gas y polvo.
«Es poco frecuente que en imágenes de un disco protoplanetario se vea tanto detalle. Estas nuevas imágenes del Hubble muestran que los criaderos de planetas pueden ser mucho más activos y caóticos de lo que creíamos, declaró para la NASA Kristina Monsch, autora principal del trabajo e investigadora de postdoctorado del Centro de Astrofísica (CfA), colaboración entre la Universidad de Stanford y el Smithsonian.
“Podemos ver los bordes del disco, y son impactantes las capas que forman filamentos hacia arriba y hacia abajo”, añadió.
Un sándwich celestial torcido de lado
Todos los planetas se forman a partir de discos de gas y polvo que rodean a estrellas jóvenes. Los astrónomos hace tiempo creen que estos discos protoplanetarios tienen un orden relativo y constituyen entornos serenos en que se van formando los planetas poco a poco a lo largo de millones de años. Pero los estudios recientes contradicen esta suposición porque apuntan a una complejidad y diversidad mayor en estos sistemas, y la nueva imagen del Chivito de Drácula tomada por el Hubble se suma a esta evidencia cada vez mayor.
“Nos asombra que sea tan asimétrico este disco”, dijo el coautor Joshua Bennett Lovell, también astrónomo del CfA, en la declaración. “El Hubble nos da un asiento en primera fila para ver los caóticos procesos de los discos que van formando nuevos planetas. Son procesos que no comprendemos del todo pero ahora podremos estudiarlos de manera completamente nueva”.
El hecho de que los largos filamentos del Chivito de Drácula se vean solamente en uno de los costados sugiere que hay procesos dinámicos que dan forma al sándwich celestial, como gas y polvo que caen hacia dentro del disco, u otras interacciones con el espacio que lo rodea.
Modelo del inicio del sistema solar
El disco no permite ver a la joven estrella (o estrellas) que hay dentro, pero los investigadores creen que podría tratarse de una única estrella caliente masiva, o de un par binario. El disco contiene entre 10 y 30 veces más masa que Júpiter, lo que significa que hay material suficiente como para formar muchos planetas gaseosos gigantes. Así, el chivito de Drácula podría ser básicamente un modelo a escala mayor de cómo era nuestro sistema solar hace 4,6 mil millones de años.
“En teoría, el Chivito de Drácula podría albergar un gran sistema planetario”, dijo Monsch. “Aunque la formación de los planetas puede ser diferente en entornos tan masivos, los procesos probablemente sean similares. En este momento tenemos más preguntas que respuestas, pero estas nuevas imágenes son un punto de partida para entender cómo se forman los planetas a lo largo del tiempo y en diferentes entornos”.
Por eso el Chivito de Drácula es un laboratorio natural para estudiar la formación de planetas, según Monsch. El Hubble y otros telescopios espaciales como el James Webb de la NASA seguirán observando a este singular disco para ir conociendo qué es lo que le da forma a su tan extraña estructura.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Romina Fabbretti. Aquí podrás encontrar la versión original.