Breiner Cucuñame: así recuerda su padre a joven ambientalista asesinado – Eltiempo.com
Un solo disparo mató a Breiner David Cucuñame. Era el mayor de cuatro hermanos. Tenía apenas 14 años y cursaba el grado séptimo. Le gustaba jugar fútbol, sembrar árboles y todo lo que tuviera ruedas, sobre todo las motos. Era “un joven guardia ambientalista”, dice su padre, Samuel Cucuñame, que quiere que así sea recordado.
El viernes 14 de enero, cuando Breiner David fue asesinado por integrantes del frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las Farc, en el resguardo Las Delicias, en el norte del departamento del Cauca, él y su padre habían salido temprano de trabajar en la construcción de una vivienda.
Él era un niño muy juicioso. Como todos los niños, tuvo su rebeldía en su tiempo y uno como padre debía aconsejarlo. Pero con él se podía… uno podía hablar con él
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Acostumbraban salir a las 5 de la tarde, pero ese día decidieron terminar más temprano, porque ya estaban casi finalizando detalles para entregar y las largas jornadas los habían cansado.
“Ese día le dije: vámonos porque estamos cansados, mañana o el lunes venimos y seguimos. Y en el camino, que es un trayecto de unos tres minutos, nos encontramos a la comunidad que iba sacando del territorio a unos violentos”, recuerda Samuel Cucuñame.
No era la primera vez que algo así sucedía. Es frecuente, según Cucuñame, que violentos ingresen a los territorios indígenas e intenten intimidar a las personas. Tras el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las Farc, disidencias de este grupo criminal que se disputan el negocio del narcotráfico han intentado tomar el control de distintos territorios en todo el país.
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El frente ‘Jaime Martínez’, al que la Policía Nacional le adjudica el asesinato de Breiner David, es liderado por alias el Indio y tiene injerencia en los municipios de Buenos Aires, Suárez y Timba, en el noroccidente del Cauca, donde se calcula que hay 1.568 hectáreas de hoja de coca.
Según datos de la Fuerza Pública, las disidencias de las Farc cuentan actualmente con 2.511 hombres en armas y operan en 152 municipios de 23 departamentos.
Para lograrlo, reclutan jóvenes de bajos recursos de distintas zonas rurales del país que los apoyan militarmente. Tanto es así, que tres de las ocho personas que estaban en el grupo ilegal con el que se encontraron Samuel y su hijo de camino a casa eran conocidos y habían nacido en Las Delicias.
Ese día, sin embargo, el desenlace fue fatal. La discusión entre los criminales equipados con armas de fuego y la guardia indígena que protege el territorio con bastones de madera terminó desencadenando un enfrentamiento con disparos en el que Breiner David y Guillermo Chicame, guardia indígena y agente escolta de la Unidad Nacional de Protección, fueron asesinados.
“A nosotros solo nos interesaba salir de ahí, de ese fuego”, recuerda Cucuñame. Con la voz entrecortada parece que aún no creyera lo sucedido. Su hijo, “el mayorcito”, era una persona alegre, frentera, que no tenía miedo, pero que “escuchaba y se dejaba aconsejar”.
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“Él era un niño muy juicioso. Como todos los niños, tuvo su rebeldía en su tiempo y uno como padre debía aconsejarlo. Pero con él se podía… uno podía hablar con él”, sostiene Cucuñame.
Él, que, asegura, nunca pensó tener que devolverle a su hijo a la madre Tierra tan joven, recuerda hoy con orgullo a Breiner David, sin saber qué habría querido ser su hijo más grande, si arquero de fútbol, ambientalista o motociclista. Pero agradece que, a pesar de que la vida de su hijo fue arrebatada por violentos, esa fue una vida que al joven ambientalista nunca le interesó.
“Tenía un espíritu y un cuerpo que no se dejó convencer de los violentos, de que el arma era la mejor salida. Yo quiero que lo recuerden como ese muchacho que se paraba en la raya y le gustaba la vida sana y tranquila”, señala.
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Breiner David era miembro de la Guardia Indígena Estudiantil, con la cual realizaba actividades de siembra de árboles y limpieza de ríos. Era un defensor de la madre Tierra, la misma a donde, tras una masiva ceremonia a la que asistieron más de 500 personas, ha vuelto.
“Lastimosamente, tiene uno que devolverlo tan joven a la madre Tierra, pero así es la vida, injusta a veces. Igual hay que devolverlo porque si la naturaleza lo pidió a esta temprana edad, no podemos luchar contra la corriente”, dice su padre, quien finaliza agregando que “la culpa es de la siembra de esa mata de coca. No sé al ser humano por qué se le ha metido que la coca los va a sacar adelante y que es con eso con lo que van a ganar plata. Pero no sirve de nada si están acabando con el oxígeno y las fuentes hídricas. Es por eso que han deforestado entre el 80 y el 90 por ciento de nuestro territorio”. Un territorio en el que ya no estará Breiner David para defenderlo.
El país más peligroso para ser líder ambiental
En el 2020, y por segundo año consecutivo, Colombia fue el país con más ambientalistas asesinados del mundo, según datos del informe anual de la ONG británica Global Witness.
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La organización señaló que 65 personas fueron asesinadas en ese año por defender al planeta, un récord en registros con otro dato alarmante: al menos un tercio de los ataques fueron contra indígenas y afrodescendientes.
Colombia ha subido paulatinamente en el número de protectores del medioambiente que son asesinados, pasando de 24 casos en 2017 a 25 casos en 2018, luego 64 casos en 2019 y, finalmente, 65 en el 2020.
Según señala el informe, los asesinatos de personas defensoras de la tierra y el medioambiente en Colombia ocurrieron en el contexto de ataques generalizados en contra de personas defensoras de los derechos humanos y liderazgos comunitarios a lo largo y ancho del país.
Algo que las Naciones Unidas ha clasificado como violencia endémica, a pesar de la esperanza generada por el acuerdo de paz del 2016.
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“La sociedad civil colombiana señala como deficiente la implementación de este acuerdo por parte del Gobierno. En muchas de las áreas más remotas, los grupos paramilitares y criminales incrementaron su control mediante el ejercicio de la violencia contra las comunidades rurales, ante la falta de la protección estatal”, afirma la organización británica Global Witness.
Y, al igual que en el informe sobre los asesinatos ocurridos en el 2019, los programas de sustitución de cultivos de coca están vinculados a esta problemática, al relacionarse con 17 de los ataques letales que se presentaron en el país en el 2020.
Según explica Camilo Prieto, director del Movimiento Ambientalista Colombiano, “estamos viviendo el momento de la historia nacional más peligrosa para el activismo ambiental. Toda la geografía del país está manchada por el aniquilamiento sistemático de líderes ambientales. El crimen campea ante la inoperancia del Estado”.
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Sin los defensores ambientales realmente no hay futuro para el país, ni hay futuro frente a la crisis climática, que es la amenaza más grande que enfrenta hoy el mundo
De acuerdo con Prieto, Colombia tiene numerosos conflictos socioambientales como el acaparamiento de tierras, la deforestación, los cultivos de uso ilícito y la extracción ilícita de minerales, que son altamente rentables y “no solucionan los conflictos con el diálogo sino con proyectiles letales”.
Una visión similar tiene Sofía Gómez, joven activista por el ambiente del movimiento Friday For Future y la organización colombiana Pacto x el Clima, quien asegura que a nombre de intereses económicos se está destruyendo el planeta y, al tiempo y de forma violenta, se están apagando las voces de personas que solo buscan protegerlo. Según Gómez, quien tiene 18 años, “atentar contra los líderes ambientales es atentar directamente contra la naturaleza y nuestros ecosistemas”.
Para ella es importante que la sociedad colombiana entienda que el país requiere personas que protejan los activos ambientales y ayuden a propiciar un desarrollo económico sostenible que cuide al mismo tiempo la biodiversidad del lugar donde vivimos.
“Tenemos que abrir los ojos ante lo importante que son estas personas para el funcionamiento y la articulación del proyecto que es Colombia. Sin los defensores ambientales realmente no hay futuro para el país, ni hay futuro frente a la crisis climática, que es la amenaza más grande que enfrenta hoy el mundo”, finaliza.
EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE
@CaicedoUcros | @ElTiempoVerde
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