La Fed reconoce que está detrás de la curva | El Economista
El jueves de la semana pasada se publicaron las cifras de inflación para el mes de enero en Estados Unidos, mostrando un incremento mensual de 0.6% y superando el consenso de expectativas que se ubicaba en 0.4 por ciento. Con el dato de enero, la inflación para los últimos 12 meses pasó de 7% al cierre del 2021 a 7.5%, lo cual representa la lectura más alta en los últimos 40 años.
Los componentes que más contribuyeron al incremento de precios fueron la gasolina (40%), el combustóleo (46.5%), el gas doméstico (23.9%), los vehículos usados (40.5%) y los alimentos (7.0 por ciento). Sin embargo, el componente subyacente de la inflación (que excluye elementos volátiles del cálculo como alimentos y energía) también alcanzo su nivel máximo desde 1982, registrando un incremento de 6.0% en los últimos 12 meses comparado con 5.5% al cierre del 2021.
Aunque las expectativas de inflación de mediano y largo plazos se han mantenido relativamente estables, el mercado ha comenzado a descontar una trayectoria más agresiva de alza en las tasas de interés por parte de la Fed para evitar un deterioro en dichas expectativas.
El mismo jueves, el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, mencionó en entrevista que está a favor de que la Fed acelere su ritmo de alzas, incrementando la tasa de referencia en por lo menos un punto porcentual durante la primera mitad del año. Bullard mencionó que no descarta un aumento de medio punto en la reunión de marzo.
En otra entrevista con la cadena CNBC este lunes, Bullard reconoció que la inflación ha sido más elevada y persistente de lo anticipado por la Fed y mencionó que la credibilidad del banco central está en juego.
Asimismo, afirmó que sería deseable que la Fed adelantara su proceso de normalización de política monetaria, aunque matizó su declaración subrayando que dicho adelanto se debe hacer sin desestabilizar a los mercados.
Aunque Bullard suele ser de los miembros más hawkish del Comité de Mercado Abierto de la Fed, sus declaraciones tuvieron un impacto inmediato en los mercados. Los futuros han asignado ya una probabilidad de 100% a que la Fed optará por un incremento de medio punto en marzo.
Asimismo, los futuros asignan una probabilidad mayor a 70% a que, después del incremento de marzo, la Fed aumente la tasa de fondeo en un cuarto de punto en cada una de las seis decisiones de política monetaria del resto del año. Esta probabilidad implícita se ubicaba apenas en 20% hace una semana.
Este escenario de siete incrementos en la tasa de fondeo para el 2022, que fue mencionado por el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, hace unas semanas, se ha convertido en el nuevo escenario base. Este nuevo escenario también se ha comenzado a reflejar en el mercado de tasas de interés de largo plazo, con el bono del Tesoro a 10 años superando la barrera de 2% por primera vez desde julio del 2019.
Para entender la magnitud del alza en la tasa del bono a 10 años hay que recordar que comenzó el año en 1.50 por ciento.
Los comentarios de Bullard son un reconocimiento implícito de que lo que empezó como un fenómeno inflacionario estrictamente relacionado con las disrupciones provocadas por la pandemia a las cadenas de suministro, se ha ampliado a diferentes bienes e inclusive servicios. Bullard parece estar consciente que la Fed se tardó demasiado en reconocer que el fenómeno inflacionario no era tan “transitorio” y que por lo tanto también se equivocó al no quitar el pie del acelerador de los estímulos monetarios a tiempo.
Ahora la Fed enfrenta el reto de enmendar este error sin meter un frenazo a la economía. Sin embargo, la Fed tampoco puede cometer el mismo error del periodo 2003-06 cuando se demoró en restringir su política monetaria que había sido relajada de manera importante ante la recesión del 2001-02. En ese entonces, la complacencia de la Fed contribuyó a la gestación de la burbuja más grande de la historia en los mercados financieros y inmobiliarios.
Socio Director de EP Capital, S.C.
Sin Fronteras
Joaquín López-Dóriga Ostolaza es Socio Director de EP Capital, S.C., una consultoría especializada en fusiones y adquisiciones fundada en 2009.
Es egresado de la Licenciatura en Economía de la Universidad Iberoamericana, donde se graduó con mención honorífica y el promedio más alto de su generación. Cuenta con una Maestría en Economía de la London School of Economics, donde fue distinguido con la Beca British Council Chevening Scholarship Award.