2022 inicia con la mayor inflación para pobres – Eje Central
Este año comenzó con el mayor incremento de precios para los pobres extremos del país desde la segunda mitad de 1999, cuando México comenzaba a ver señales de estabilidad después de la turbulencia económica que dejó la crisis de 1995.
La más reciente actualización de la línea de pobreza extrema por ingresos, elaborada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), advierte que la canasta alimentaria para una persona en el ámbito urbano pasó de mil 725.66 pesos en diciembre de 2021 a mil 930.38 pesos en enero de 2022, lo que representa un incremento de 11.9 por ciento.
En el ámbito rural, el precio del grupo de alimentos básicos para las personas más pobres del país pasó de mil 313.46 a mil 481.10 pesos, un aumento de 12.8 por ciento.
En ambos casos, se trata de incrementos no vistos desde agosto de 1999 para el ámbito rural y desde septiembre de 1999 para el urbano. En los dos casos, la inflación fue superior a la inflación general, lo que confirma que la espiral de precios golpea más a las capas más empobrecidas del país.
Para el ámbito rural, los productos de la canasta alimentaria que más impactaron al alza en el cambio anual fueron el limón, los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar y la tortilla de maíz (de todo tipo y color). Por su parte, en el ámbito urbano, fueron los alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar, el limón y la cebolla los que registraron mayor aumento.
En el ámbito rural, el mayor porcentaje del ingreso de las personas que viven en pobreza extrema se destina a desayunos, comidas y cenas realizadas fuera de casa con el 20.66% del total, tortillas de maíz (8.30%) bistec de res (5.58%), leche (4.69%) y pollo (4.68%). Mientras que en el entorno urbano, la mayor parte de los recursos que las familias en pobreza extrema destinan a la canasta alimentaria se gastan en alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar (29.10%), leche (5.98%), bistec de res (4.99%), tortilla de maíz (4.11%) y refrescos (4.09%).
Las personas en pobreza extrema que viven en ciudades tienen un menor gasto en verduras, legumbres y frutas que aquellos que viven en el campo, con 9.40% y 10.86% del ingreso, respectivamente.
En términos anuales (enero 2021 vs. enero 2022), el cambio porcentual anual de la línea de pobreza por ingresos fue de 9.2% en el ámbito rural y 8.1% en el urbano.
Estos incrementos en las líneas de pobreza por ingresos en ambos ámbitos fueron superiores a la inflación general anual (7.1 por ciento).