Calculadoras de carbono y guardabosques electrónicos para preservar el medio ambiente
Mientras el mundo mira con expectación las novedades tecnológicas basadas en la red 5G y se diseñan las bases del futuro de la conectividad en el Mobile World Congress de Barcelona, el medio ambiente descubre algunas soluciones pensadas para reducir la huella humana. Una manera inteligente de poner la tecnología y la conectividad inalámbrica al servicio de la preservación del medio ambiente sin grandes infraestructuras ni costosos mantenimientos.
Vodafone, líder europeo en servicios de telefonía móvil, ofrece en el estand de l’Hospitalet del Llobregat una serie de propuestas que no dejan indiferente a nadie. De hecho, llama especialmente la atención que la multinacional haya sustituido sus habituales móviles y gadchets tecnológicos por árboles, vegetación y un jardín vertical. Algo inusual en un certamen de este tipo donde los reclamos electrónicos copan la atención y el interés de los visitantes. Pero estos elementos naturales no están instalados en el estand para dar un mensaje green friendly cualquiera, sino para presentar la tecnología que esconden y, lo más importante, para revelar su función.
El guardián (electrónico) de los bosques
La compañía de origen británico ha mostrado en su escaparate del Mobile los Rainforest connection guardians, unos sistemas de vigilancia que pretenden desarrollar bosques inteligentes a través de sensores IoT (Internet de las cosas), inteligencia artificial y servicios de almacenamiento en la nueve. Y todo ello combinado en un artilugio camuflado en la copa de un árbol para detectar la tala ilegal en tiempo real y alertar a los guardabosques.
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Los sensores acústicos tienen la capacidad de detectar los sonidos del bosque hasta un kilómetro de distancia y su propósito no es otro que el de recopilar constantemente datos sobre el entorno circundante y transmitirlos al servidor situado en la nube. Mediante inteligencia artificial, la plataforma reconoce los sonidos que van llegando de la zona boscosa y envía alertas en tiempo real con geolocalización a una aplicación instalada en los teléfonos móviles de los responsables de la custodia del paraje natural, como los guardiabosques, para que puedan intervenir de inmediato y actuar en consecuencia.
Con unas placas solares de color verdoso y en forma de flor, la caja que establece la conexión con el servidor recibe la energía necesaria para funcionar, ya que su alimentación es cien por cien limpia y ecológica y no genera ningún residuo para el medio ambiente.
En Rumanía, Vodafone ya ha comenzado a instalar este tipo de servicio de vigilancia con la finalidad de entorpecer la tala indiscriminada de árboles que sufren los bosques en este país. Así como también ha reducido el acceso de vehículos no autorizados a parajes naturales , ya que el guardían electrónico es capaz de distinguir también el sonido de motores.
IoT
Calculadoras de carbono
Siguiendo las características del anterior artefacto, la teleco ha desarrollado junto a los departamentos de Investigación Forestal y Defra del Reino Unido otra solución que tiene a los árboles como protagonistas. Se trata en esta ocasión de unos sensores NB-IoT diseñados para monitorizar el crecimiento de los árboles a través de “dendrómetros”, que miden el diámetro del tronco. Los sensores también transmiten datos sobre la temperatura, la humedad, la humedad del suelo y el balanceo de los árboles a un servidor alojado en la nube que se encarga de evaluar la información para procesarla. Con esta información es posible que los especialistas puedan averiguar la contribución de los bosques al cambio climático, basándose en su capacidad para absorber y almacenar carbono de la atmósfera.
Medir la contribución de la vegetación para hacer frente al cambio climático es un gran desafío al que en el Reino Unido han decidido ponerse manos la obra.
MyFarmWeb
Fruta premium sostenible
Un mandarinero instalado en el mismo estand del Mobile World Congress delata la injerencia de la tecnología en la agricultura. Y así es. Un pequeño equipo instalado junto al árbol pretende ayudar al agricultor a reunir y estudiar los datos relativos a la calidad del suelo, la humedad, la temperatura, los insectos, la concentración de nutrientes o el consumo del agua y energía, a través de diversos sensores IoT distribuidos por los terrenos de la explotación agraria. Esta solución de agricultura de precisión, llamada MyFarmWeb, está compuesta de unos detectores diseñados para la tecnología del internet de las cosas, como una estación meteorológica capaz de medir todo tipo de parámetros de pluviometría, velocidad del viento, temperatura, humedad y radiación solar para gestionar de forma óptima la irrigación de las plantas.
Otro accesorio que también aporta información valiosa son unas tijeras conectadas que, cada vez que efectúa un corte, queda registrado para evaluar la productividad por metro cuadrado.
El objetivo final es que el sistema replique las condiciones óptimas en una determinada zona al resto de la explotación para mejorar la producción
De este modo, el agricultor puede tomar decisiones mucho más rápidas y rigurosas mejorando la calidad de su producción, optimizando el consumo de agua y reduciendo al mismo tiempo los residuos y su impacto medioambiental. Lo que provoca un impacto positivo, que mejora el rendimiento de las cosechas, manteniendo los objetivos en cuanto a calidad premium y sostenibilidad.
Reducir la huella de carbono
Repetidores que se autoabastecen con energías renovables
Y por último, Vodafone sorprendía con unas antenas de telefonía móvil autoalimentadas. Se trata de unos repetidores que permiten autoabastecerse de energía en las zonas más remotas, donde la torre no puede alimentarse de manera tradicional, a través de la red eléctrica.
Se trata de una apuesta muy fuerte de la compañía para ir reduciendo al máximo la dependencia eléctrica de sus infraestructuras para que en 2040 la huella de carbono se haya eliminado por completo. Según Vodafone, las soluciones más prometedoras para el autoabastecimiento son combinaciones de energía solar, eólica y, si es necesario, un generador de respaldo que utilice combustibles renovables como el hidrógeno.