El Ayuntamiento de Segovia planta 55 árboles en la zona del Pinarillo para celebrar el Día del Árbol
Alumnos del Colegio Marista participan en esta actividad con la que la Concejalía de Medio Ambiente pretende inculcar el cuidado de las áreas verdes y el respeto por las superficies arboladas
21 de marzo. Día Forestal mundial, lo que se conoce como el Día del Árbol. Para conmemorar esta fecha, la Concejalía de Medio Ambiente ha realizado dos plantaciones de árboles, con el fin de seguir concienciando a la sociedad de la importancia que tiene la plantación de árboles, la preservación de zonas verdes y todo lo que conlleva, como el respeto por las superficies arboladas.
Si el pasado sábado se plantaron cinco, con el programa medioambiental de Segovia Educa en Verde, con la celebración de un taller, este día 21 se plantaron 50 (30 encinas, cinco pinos, diez jaras y cinco almendros), ambas en la zona del Pinarillo, «un entorno muy característico por su ubicación, una de las principales áreas verdes de la ciudad», destacó el concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo..
Por su cercanía a la zona, la concejalía de Medio Ambiente buscó la implicación del colegio Marista Nuestra Señora de la Fuencisla, para trabajar con los más pequeños la importancia que tiene la plantación de árboles. El centro acudió con varios grupos de estudiantes (estaban previstos 88) y sus profesores, desde los primeros cursos de Primaria hasta sexto.
Esta plantación se ha realizado con la colaboración de del Centro Especial de Empleo Los Jardineros de la Unidad Especial, encargados del mantenimiento del Pinarillo. Ellos fueron los encargados de explicar a los niños cómo había que realizar la plantación y las características de los árboles. Una asignatura diferente, en la que en lugar de cuadernos, lapiceros o material escolar, usaron palas.
Galindo incidió en la importancia que tienen los árboles «para combatir el cambio climático. Proporcionan oxígeno, absorben el exceso de C02, previenen la erosión de la tierra y posibles inundaciones, reducen los niveles de ruidos y la erosión del viento, y demás embellecen el paisaje urbano y ayudan a prevenir la contaminación del agua», explicó.