Luto en la astronomía mexicana: murió Arcadio Poveda
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– Fundador del Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir en Baja California, inaugurado en 1979 y especialista en el tema de la extinción de los dinosaurios a causa del asteroide que impactó Chicxulub, en la ahora península de Yucatán, el doctor Arcadio Poveda Ricalde falleció este 24 de marzo a los 91 años.
El Colegio Nacional (Colnal), al cual ingresó el astrónomo mexicano el 1 de marzo de 1989, dio a conocer el deceso de quien fuera también investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y uno de los más reconocidos promotores de la astronomía mexicana.
En su discurso de ingreso de aquel marzo de 1989 expresó:
“La astronomía es una ciencia maravillosa, particularmente apropiada para dar a conocer a los estudiantes y al público en general las variadas disciplinas que intervienen en su quehacer. Hablar de los eclipses, de los cometas y de sus órbitas, del material interestelar, de las atmósferas de las estrellas o del interior de ellas, en fin, de la gran explosión y del nacimiento de las galaxias, implica echar mano de la física conocida (y en ocasiones incluso de la no conocida), de las matemáticas, de la química, la geología, la paleontología, la meteorología…”
Nacido en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 15 de julio de 1930, Poveda, de acuerdo con el Colnal, realizó estudios sobre la evolución estelar, la dinámica y cosmogonía de las estrellas dobles y múltiples, y de las llamadas estrellas desbocadas (estrellas masivas de alta velocidad). Fue Premio Nacional de Ciencias y Artes 1975 y obtuvo asimismo el Premio de la Academia de la Investigación Científica, en 1966.
Es autor del libro “El cráter de Chicxulub y la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años”, con la colaboración de Fernando Espejo, en el cual describió los efectos del impacto del asteroide que abrió un cráter en la península de Yucatán, localizado parte en la tierra y parte en la profundidad marina, y que provocó la quinta y más reciente extinción masiva de especies en la historia de nuestro planeta.
Poveda fue miembro del Consejo Asesor del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de la Junta de Gobierno de la UNAM, de la del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, del Proyecto Universitario de Investigaciones Espaciales y Planetarias y de la Unión Astronómica Americana, entre otras instituciones.
En 1958 creó el Método de Poveda, que –destaca el Colnal– alcanzó resonancia internacional, por permitir determinar las masas de las galaxias esféricas y elipsoidales:
“Su aplicación le llevó a descubrir una relación entre la masa del sistema estelar y su luminosidad total. En 1974 mostró, con C. Allen, que los sistemas múltiples de tipo trapecio no se encuentran en expansión, sino en un estado de equilibrio dinámico. Estudió la función de luminosidad estelar y el efecto de disociación que se manifiesta en las estrellas dobles de la vecindad solar”.
Egresado del doctorado en la Universidad de California, en Berkeley (1951-1956), Poveda fue también director del Instituto de Astronomía de la UNAM, y fundador de varias instituciones, entre ellas el Instituto de Astronomía de Ensenada, Baja, California, en 1979, y cofundador del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada.
Entre los reconocimientos que recibió pueden destacarse el Premio Dorothea Kumpke en 1955, de la Universidad de California, la Medalla Eligio Ancona en 1977 otorgada por el gobierno de Yucatán y el grado de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Yucatán.