Presidente Castillo afronta presión de la calle con toque de queda
Lima. Patrullas militares y policiales custodiaban el día de ayer las semivacías calles de Lima, haciendo cumplir un toque de queda diurno decretado por el gobierno peruano del presidente izquierdista Pedro Castillo para contener protestas por el alza de precios.
Los limeños fueron sorprendidos por la medida, anunciada hacia la medianoche del lunes por Castillo por televisión, pues los disturbios de ese día habían sido focalizados y los más graves tuvieron lugar en provincias, no en la capital.
«Se tenía información de fuente reservada que hoy se iban a producir actos vandálicos. Por eso hemos tomado esta medida», dijo el ministro de Defensa, José Gavidia.
«Estamos dispuestos a conversar y ver la salida conjunta a este escenario», dijo al llegar al Parlamento el mandatario, quien enfrenta la primera gran protesta contra su gobierno, iniciado hace ocho meses.
Mientras el presidente y los directivos del Congreso y jefes de bancadas iniciaban su reunión, cientos de personas protestaban en diversos puntos de Lima.
Con carteles «Fuera Castillo» y cacerolas, los manifestantes recorrían las calles en dirección a la céntrica plaza San Martín.
El pueblo sin trabajo, con toque de queda, estamos hartos. Ya este señor debe irse a su casa», dijo Nelson del Carpio.