Producir alimentos impacta al planeta – Cuarto Poder
Los efectos del cambio climático, el rápido crecimiento de la población y la demanda de alimentos, aumentan cada vez más la presión sobre la tierra, un recurso limitado que ha manifestado preocupantes cambios en la última década, como variaciones de temperatura, el deshielo de los polos, el agujero en la capa de ozono y la desertificación de los suelos.
La producción agroalimentaria es uno de los rubros que más afectaciones presenta en la actualidad, tanto en nuestro estado, en el país, como a nivel global, por lo que organismos internacionales se han enfocado en remarcar que es necesario implementar nuevos sistemas de producción, pensando principalmente en el futuro, o será muy difícil garantizar la seguridad alimentaria.
La actividad agrícola, ganadera y la gestión del sistema alimenticio actual generan el 23 % de los gases de efecto invernadero que propician el calentamiento global y contribuyen al cambio climático, según datos del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático.
Efecto y explotación de los suelos
En el marco del Día Mundial de la Tierra (este 22 de abril), Wel Cruz Macías, profesor investigador de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), comentó que la explotación de los suelos para la producción de alimentos termina en deforestación, desertificación, solidificación y pérdida de productividad.
En muchas regiones en lugar de utilizar los suelos como un recurso limitado, se usan bajo un modelo de extracción en su máxima capacidad, sin pensar ni tomar medidas hacia el futuro, en la seguridad alimentaria en el mediano y largo plazo. Lo que se hace es ir buscando nuevas áreas para cultivar.
En la entidad, mencionó que históricamente varias regiones cuentan con alto potencial para producir maíz y otros cultivos, como el caso de la Frailesca, que en los años 80 era llamada el granero de Chiapas, pero al paso de los años, debido al uso irracional de los mecanismos de producción convencionales, se acidificaron los suelos y se perdió gran porcentaje de productividad.
La región enfrenta un grave problema ante la baja rentabilidad de los cultivos, principalmente de maíz, a causa del bajo rendimiento que es de tres a cuatro toneladas por hectárea, derivado de la erosión de los suelos, los cuales tienen problemas de compactación y acidez, baja diversificación de los sistemas agrícolas y alta vulnerabilidad por el cambio climático.
Hay zonas en Chiapas productoras de ganado, como la Costa e Istmo Costa, que son muy castigadas en cuestión a esta actividad. No solamente por la producción, sino por el cambio climático, que cada vez afectan más a la agricultura y la ganadería.
Algunos datos
La plataforma del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera registra que en Chiapas las superficies sembradas en 1996 eran de un millón 410 mil 937 hectáreas, en las que se reportan 39 cultivos. Los principales eran café, caña de azúcar, maíz, mango, cacao, soya y frijol.
Las superficies sembradas para el 2016 fueron de un millón 422 mil 215 hectáreas y tuvieron 63 cultivos genéricos, los cuales representaban el 19 % de la extensión territorial.
Este mismo organismo refiere también una reducción en 2016 de 1.4 % de la superficie sembrada, respecto a un millón 443 mil 526 hectáreas sembradas en 2013; aunque si bien se redujeron las superficies sembradas, el valor de la producción aumentó hasta en un 9.28 %.
El Sistema Satelital de Monitoreo Forestal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) revela que Chiapas alcanzó una cobertura de suelo de un millón 382 mil 883 hectáreas, las cuales están divididas en cultivos anuales y perennes.
Nuevos sistemas de producción
El investigador de la Unicach comentó que en el sector primario han implementado técnicas para aumentar la productividad de los suelos, lo que al mismo tiempo los desgasta y extingue rápidamente.
Afortunadamente se han comenzado a promover nuevos sistemas de producción que van a contribuir a un mejoramiento de los suelos, como los sistemas agroforestales, agrosilvopastoriles, la agricultura de conservación, que se basan en la producción de alimentos considerando la capacidad del entorno, sin caer en la sobreexplotación.
Los datos y estadísticas que han reportado diversos organismos han impulsado a nivel global la transformación de este sector hacia sistemas más sostenibles, y México no es la excepción, sobre todo en los estados con alta actividad agrícola para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia ambiental.
Un sistema que ha ganado popularidad es la economía circular, que consiste en que si una empresa produce residuos tiene la responsabilidad de reciclarlos. “Son modelos económicos circulares, y si se producen residuos, debemos reciclarlos y reutilizarlos”.
Wel Cruz manifestó que las pequeñas acciones que se pueden hacer como individuos son muy importantes para lograr un éxito en el combate al cambio climático. Cada persona se puede sumar y no dejar todo al gobierno.