Conducción eficiente: entre el ahorro y el cuidado del medio ambiente – La Nación
Hablar de conducción eficiente hoy puede sonar a novedad; de hecho, el aumento del valor de los combustibles es uno de los factores que está empujando esta tendencia. Sin embargo, este tipo de manejo ha sido practicando desde hace muchos años tanto por el sector transportista como por los particulares, ya que, entre otros beneficios, permite ahorrar combustible y ayuda a reducir el impacto sobre el medio ambiente.
“La conducción eficiente es un concepto que surge hace muchas décadas principalmente por la necesidad de generar ahorro de combustible. Sin embargo, el concepto es mucho más amplio. Dentro de la conducción eficiente se busca que el motor funcione en su mejor momento torsor que implica un menor consumo de combustible; pero, a la vez, procura una conducción suave, con menores exigencias de los frenos y de todo el sistema de transmisión. Es decir que se generan aceleraciones y desaceleraciones más suaves”, explicó el presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), ingeniero Fabián Pons.
En tanto, el jefe de Ingeniería de Ventas de Scania Argentina, Julián Rosso, agregó que “este conjunto de prácticas que pone en funcionamiento el conductor busca, además, mejorar los componentes del camión, la vida útil de los frenos y la seguridad, porque es un manejo predictivo. En nuestra compañía hace muchos años damos cursos de capacitación para mejorar la eficiencia del factor humano, que en este aspecto es decisivo”.
En cuanto a cómo se refleja en números el realizar una conducción eficiente, los expertos indicaron que es relativo: “Si observamos un manejo convencional, con pocos cuidados de la eficiencia, y luego practicamos lo que se denomina conducción eficiente es posible ahorrar hasta un veinte por ciento de combustible en el tránsito citadino y algo menos en ruta”, indicó Pons.
Coincide en estos aspectos Eduardo Kronberg, gerente general de Sustentabilidad de Toyota Argentina: “Este tipo de conducción puede reducir el uso de combustible hasta en un treinta por ciento. Además, evitar aceleraciones bruscas y conducir a velocidad moderada también disminuye el desgaste de los neumáticos, la transmisión, el motor y los frenos. El ahorro de combustible, asimismo, reduce las emisiones”.
En el segmento transporte, Rosso afirma que la diferencia entre ser y no ser eficiente puede significar un ahorro del 10 al 15% en el consumo de combustible. “Si uno hace cálculos, es muchísimo dinero. Además, se ahorra en la vida útil de la unidad, del motor, de los neumáticos y de los frenos porque empieza a manejar de manera predictiva y se utiliza la inercia del vehículo, lo cual puede prolongar la vida útil de estos elementos hasta el doble. Son varios factores que uno puede ver un impacto notable con una conducción eficiente”.
El mantenimiento del rodado también influye: “Cumple un rol importante en el manejo eficiente, principalmente desde el punto de vista de los desgastes y las emisiones de gases de escape. Por eso, es importante cumplir con los servicios (cambios de aceite, filtros y partes mecánicas) que las marcas indican para cada tipo de vehículo”, destacó Kronberg.
Rosso aportó que en el segmento de los pesados “hay dos puntos principales a tener en cuenta: que el vehículo esté correctamente alineado (en un vehículo articulado aplica a la configuración completa), y que la presión de inflado de los neumáticos sea la correcta. Acerca de la parte más aerodinámica, lo ideal es que la cabina no sea muy baja respecto del semirremolque, eso no va a ser eficiente nunca y los deflectores de aire deben estar correctamente regulados”, aportó Rosso.
Entre los factores que se suman para lograr una conducción eficiente está el tipo de combustible. Pons explicó que “influye tanto si el vehículo tiene un motor de diésel naftero. Por otra parte, los aditivos de los combustibles y su octanaje influyen considerablemente en la mejora de consumo”.
Respecto del aire acondicionado explicó que “el compresor del aire acondicionado es movido por el propio motor del vehículo; por lo tanto, se convierte en un ‘freno’ o, lo que es lo mismo, en un consumo extra de energía. Es común que sintamos que al acoplarse el aire acondicionado el auto se frena. Ese freno es consumo de energía y esa energía se alimenta con el combustible”.
Agregó que “en el trasporte pesado el aire acondicionado puede ser relevante en trayectos de baja velocidad si se ralentizara porque consume potencia, un poco incrementa el consumo de combustible pero solo en trayecto netamente urbano. Pero la realidad es que en ruta a velocidades sostenidas por arriba de los 60 km/h, el efecto de su uso es irrelevante”.
En cuanto a los neumáticos, en todos los casos deben estar en buen estado, con el correcto inflado y deben ser sometidos a una revisión periódica de la presión (una vez por semana mínimo); y al hacer el cambio de estos repuestos, deben elegirse y usarse los indicados en el manual del usuario o por el fabricante para lograr eficiencia y seguridad.
A la hora de viajar es importante tener en cuenta la distribución del peso y la cantidad de pasajeros, porque cuando se exceden los objetos en el portaequipaje se genera una resistencia aerodinámica que aumenta considerablemente el consumo y las emisiones adicionales. Además, hay que estar atentos a no superar el peso que puede transportar cada vehículo.
“En los camiones, si el estibado no es correcto puede que tenga sobrecarga en un eje y este tendría más resistencia a la rodadura. Lo ideal es que la carga esté bien distribuida. Y si es un camión que tiene una caja abierta (camión de baranda baja) la forma que tenga la carga que va arriba va a tener un cierto impacto en lo que es la aerodinámica del vehículo; entonces sí, la estibada influye mucho. Son pequeñas diferencias que suman”, analizó Rosso.
La evolución de los propios vehículos los hace cada vez más eficientes desde lo aerodinámico, así como la tecnología aplicada genera una mejora importante en el resultado final que es una mayor eficiencia.
Se incluye la integración de sistemas electrónicos como ayudas a la conducción (ADAS), tal es el caso del sistema Start/Stop que “detiene el motor cuando este queda en ralentí y, como otros sistemas que anulan el funcionamiento de una determinada cantidad de cilindros en idénticas circunstancias, fueron diseñados para ahorrar combustible y, por ende, para disminuir la contaminación ambiental. Además, existen ayudas para el conductor que quiere practicar la conducción eficiente mediante un sistema que monitorea nuestro estilo de manejo”, detalló Pons.
Y enfatizó: “Estos sistemas no son nuevos. Ya hace casi 50 años el Dodge 1500 traía una pequeña luz sobre el guardabarros izquierdo que le indicaba al conductor que estaba consumiendo demasiado combustible, ya que dicha luz se encendía con la apertura de la válvula de potencia del carburador. Hoy, los sistemas electrónicos son mucho más eficientes que los antiguos carburadores”.
Kronberg afirmó que, además, el sistema Start/Stop ayuda a ahorrar combustible cuando el auto está detenido y comentó que “otro sistema que colabora con la conducción eficiente es el modo de manejo Eco que mitiga la curva de la aceleración suavizando el tacto del pedal”.
E hizo hincapié respecto de la contribución a la reducción de emisiones que permite la tecnología híbrida: “Toyota lidera el mercado de vehículos electrificados en la Argentina con casi el 90% de participación. Los híbridos Toyota, en el ciclo urbano, tienen el potencial para reducir hasta en un 50 por ciento el consumo de combustible. Por su uso promedio, este tipo de vehículos emiten más de 30 por ciento menos de CO2 que sus pares convencionales”.
En cuanto a los sistemas que permiten reducir el consumo de combustible en el sector del transporte se incluyen la caja automatizada, el control crucero con predicción activa, el control de Aceleración (es más progresiva) y el control crucero adaptativo, entre otros. Y en el área de los servicios se sugiere realizar los mantenimientos de la flota en la red de concesionarios y en los tiempos que requiere cada unidad y mediante el sistema de gestión de flotas, obtener datos que permite entender y medir cómo está manejándose la unidad y cómo lo hace el conductor y ver los puntos de mejora para una conducción eficiente y segura.
Actualmente, algunas marcas y el mercado ofrecen cursos para aprender y realizar una conducción eficiente. Así, Kronberg comentó que “en 2007 Toyota Argentina con el nacimiento del programa Toyota y vos, implementó capacitaciones sobre eco drive o manejo ecológico, cuyo objetivo fue crear conciencia en los adolescentes sobre la importancia de este tipo de conducción y su influencia en el medio ambiente”.
Pons agregó que “hay cursos dirigidos para conductores profesionales, ya que muchos de ellos cobran un premio extra por parte de la empresa para la cual trabajan por generar ahorro de combustible”.
En tanto, Rosso desde su amplia experiencia como instructor en este tipo de manejo y que bien puede aplicarse a los conductores en general, comentó que hay dos grandes grupos: aquellos que vienen con el oficio y quienes se acercan a la conducción de camiones sin experiencia. “La persona que ha manejado toda la vida está acostumbrada a hacerlo de forma particular; tal vez con camiones más viejos, en los que el motor hace mucho ruido y hacen los cambios manualmente según el ruido del motor, una conducción eficiente no tiene lugar y esa es la principal transición que hay que lograr en una capacitación. Y la persona nueva en el rubro viene con menos costumbres adquiridas y tiene todo por aprender en materia de lo eficiente. Es una situación diferente”.
La conducción eficiente es un camino real de ahorro, reduce el consumo de combustible, alarga la vida útil de las unidades y en los casos del transporte mejora los costos operativos de cada unidad. Sin embargo, en el país esta conducción eficiente “se tiene en cuenta en lo que respecta a conductores profesionales. Para los conductores particulares no hay mucha enseñanza, ni toma de conciencia al respecto”, concluyó Pons.