Medio ambiente en Colombia: Un factor decisivo para el voto joven – Conexión Capital
Nació en Leipzig, Alemania, el 13 de septiembre de 1819 y falleció en Frankfurt am Main el 20 de mayo de 1896.
Fue una de las más destacadas intérpretes del periodo romántico. Estudió piano con su padre, quien era un reconocido profesor. También bajo la supervisión de su padre, su educación incluyó religión, idiomas, violín, teoría, armonía, orquestación contrapunto, fuga y composición con los mejores maestros de Leipzig, Dresde y Berlín. Fue una niña prodigio. Tocó a los nueve años en la Gewandhaus de Leipzig. A los 11 años hizo su debut en solitario. A los 12 tocó en París y a los 18 ya cautivaba al público de Viena. Personajes como Goethe, Paganini, Louis Spohr y jóvenes músicos como Chopin, Liszt y Mendelssohn expresaron la gran admiración que sentían por la pianista.
A pesar de la fuerte oposición de su padre, en 1840 -un día antes de cumplir 21 años- se casó con Robert Schumann cuando él era casi un desconocido y ella una celebridad. La pareja vivió en Leipzig, Dresde y Düsseldorf y tuvo ocho hijos. A pesar de su complicada vida cotidiana, Clara no abandonó su carrera. No fue nada fácil lidiar con la enfermedad mental de su esposo, quien se fue agravando con los años y murió, internado en un asilo en 1856.
Clara desempeñó una brillante carrera por más de 60 años. Como pianista fue, sin duda, una de las más grandes de su tiempo, al lado de Liszt, Thalberg y Rubinstein. Ya desde niña, en una época de virtuosos, llamó la atención, no solo por una técnica magistral, sino por su profunda sensibilidad, así como por su respeto a las indicaciones del compositor. El repertorio que escogía supuso una importante evolución del recital para piano. Además de promover las obras de Schumann y Brahms, introdujo también a compositores como Bach, Scarlatti y Chopin, entre otros, que no se escuchaban hasta entonces. También como intérprete ejerció una importante influencia en Schumann y Brahms como creadores. La correspondencia existente muestra la incisiva crítica que hacía de las obras de los dos compositores. Brahms respetaba su criterio y siguió muy de cerca sus recomendaciones.
Como compositora, logró crear una obra no muy abundante pero delicada y exquisita y de una particular sensibilidad que comprende un concierto para piano, piezas para piano, obras de cámara y canciones. Todas sus composiciones fueron muy bien recibidas y admiradas en su tiempo.
Después de la muerte de su esposo, Clara, quien tenía 37 años, decidió dedicar su vida a la memoria y a la música de su esposo. No sólo la interpretó sino que la editó y catalogó con la ayuda de Johannes Brahms y otros amigos. También transcribió y arregló muchas de sus obras vocales y para piano. En 1878, Clara fue nombrada profesora principal de piano del Conservatorio Superior de Frankfurt, donde su reputación atrajo a innumerables alumnos.