El tabaco envenena el medioambiente, una razón más para dejar de fumar – EFE Salud
El cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, incluidos los microplásticos y residuos de cigarrillos electrónicos. El tabaco mata a más de 8 millones de personas y destruye nuestro medioambiente dañando aún más nuestra salud.
Cartel para el Día Mundial sin Tabaco de la OMS
Una advertencia sobre el medioambiente que hace la Organización Panamericana de la Salud (OPS), miembro de la Organización Mundial de la Salud, con ocasión del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra todos los años el 31 de mayo desde 1987 para llamar la atención sobre la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.
Este año, el mensaje se centra en el medio ambiente y todos los efectos perniciosos que causa al planeta y por ende a la salud humana y los datos que ofrecen hablan por sí solos:
En el cuerpo de un agricultor que planta, cultiva y cosecha tabaco puede entrar cada día una cantidad de nicotina equivalente a la contenida en 50 cigarrillos.
Uno de cada cuatro agricultores sufre la denominada enfermedad del tabaco verde, causada por la intoxicación por nicotina.
La exposición a los plaguicidas puede dar lugar a incrementos de las concentraciones sanguíneas de aluminio y arsénico.
Algunos plaguicidas, tras una exposición crónica, son tan perjudiciales que pueden causar anomalías congénitas, tumores benignos y malignos, alteraciones genéticas y trastornos sanguíneos, neurológicos y endocrinos.
También a los niños:
En las explotaciones tabacaleras trabajan muchos niños, que son especialmente vulnerables porque su peso corporal es relativamente bajo comparado con la cantidad de nicotina que absorben por la piel al manipular las hojas del tabaco.
Los agricultores jóvenes corren más riesgo de presentar insuficiencia renal tempranamente y la prevalencia del tabaquismo en este grupo es más alta.
Y a las mujeres:
Los perjuicios que causa el tabaco afectan de forma desproporcionada a las mujeres, que corren más riesgo de sufrir esterilidad y problemas reproductivos.
Tabaco y medioambiente: el impacto
Los cálculos realizados, desde la década de 1970 se han perdido en todo el mundo 1500 millones de hectáreas de bosques a causa del tabaco, principalmente tropicales, lo cual ha contribuido al 20% del aumento anual de los gases de efecto invernadero.
Otro ejemplo de la relación dañina entre el tabaco y medio ambiente está en la tala de árboles para despejar el suelo y cultivar en el tabaco y se quema madera para curar las hojas de tabaco después de la cosecha.
Para fabricar 300 cigarrillos se necesita aproximadamente un árbol entero.
Cada año se talan unas 200 000 hectáreas de tierra para cultivar y curar tabaco.
El cultivo de tabaco causa alrededor del 5% de la desforestación en los países y afecta desproporcionadamente a las regiones más productoras: África meridional, Oriente Medio, el Sudeste Asiático, Sudamérica y el Caribe.
Los daños en el suelo
El tabaco se planta en tierra fértil que podría destinarse a cultivos alimenticios. La pérdida de suelo resultante aumenta la inseguridad alimentaria y los problemas de nutrición.
Cuesta mucho rehabilitar un suelo cuando se ha cultivado en él tabaco.
De acuerdo con los datos recogidos en 2014, revertir los efectos perjudiciales causados en el suelo de Bangladesh durante un año de cultivo de tabaco costaría US$ 20,6 millones.
La desertificación causada por el cultivo de tabaco ya está afectando a muchos países, como se observa en el Brasil, la India, Jordania y Cuba.
Tabaco y medioambiente: el agua
De acuerdo con las fuentes, en el cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de un solo cigarrillo Se utilizan 3,7 litros de agua.
Si un fumador promedio abandonara el hábito, se podrían ahorrar hasta 74 litros de agua al día.
Cultivar tabaco agota las capas freáticas. Solo en la fase de cultivo del tabaco se utiliza la misma cantidad de agua que necesita un fumador durante todo un año.
En el Brasil, el tercer fabricante de tabaco del mundo, se utilizan 263 813 700 000 litros de agua para obtener el número de cigarrillos fabricados en el país en un año (contando los producidos en 2015).
Teniendo en cuenta que cada persona bebe un promedio de 700 litros de agua al año, si esa cantidad se convirtiera en agua potable se podría dar de beber a 3,7 millones de personas, que es la población de Brasilia, la capital del país.
Se ha demostrado suficientemente que los filtros de los cigarrillos o colillas son 1 de los objetos más tóxicos y contaminantes que se encuentran en las aguas. una colilla tarda alrededor de 10 años en desintegrarse.
Ello da tiempo de sobra para que la nicotina y las sustancias que contiene se filtren en los ecosistemas circundantes.
De acuerdo con un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América, las toxinas que libera una colilla sumergida en agua dulce matan a la mitad de los peces al cabo de 96 horas.
En el aire
En cuanto al daño que hace el tabaco al medioambiente y más concretamente al agua, la OPS refiere que cada cigarrillo emite 14 gramos de CO2, si contamos todas las etapas desde el cultivo hasta su eliminación.
Las emisiones de la fabricación de los productos de tabaco equivalen cada año a alrededor de 84 millones de toneladas métricas de CO2, una cantidad equiparable a lanzar 280 000 cohetes al espacio exterior.
El humo del tabaco contiene tres tipos de gases de efecto invernadero que contaminan el aire interior y exterior: dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno.