Estudiantes Tec crean productos para personas con discapacidad visual | Tecnológico de Monterrey
Estudiantes de Diseño Industrial del Tec campus Sonora Norte, crearon productos para facilitar la rutina diaria de personas con discapacidad visual. Esto lo trabajaron en conjunto con el Centro NEIDI, una dependencia de DIF Sonora.
NEIDI es un centro de atención donde personas con problemas visuales desarrollan habilidades a través de talleres de: Estimulación multisensorial, movilidad, cómputo adaptado, braille, música, etc.
El objetivo fue encontrar una solución a los retos que estas personas viven día con día. Las y los estudiantes se dividieron en equipos para entrevistar a la comunidad NEIDI y así desarrollar sus diseños.
Una respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad visual
Las y los estudiantes se encontraron diferentes necesidades de la vida diaria para estas personas.
Ana Luisa León, estudiante de Diseño Industrial, comentó que algo que detectaron es que las personas con discapacidad visual suelen tener accidentes en la cocina, por lo que un equipo decidió tomar esta necesidad para trabajar.
“Un equipo rediseño un set de cuchillos y un rallador de quesos, pues nos dimos cuenta de que hay bastantes accidentes con estos utensilios”, comentó Ana Luisa.
“En México existen más de 6 millones de personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 4.9% de la población total del país”. – Baltazar Alvarado
La estudiante comentó que este proyecto les abrió los ojos y los hizo empatizar más con las personas con discapacidad visual.
“Sabía que vivían con complicaciones, pero por ejemplo no la magnitud del reto que es ir al supermercado”.
Y, precisamente por esa tarea, es que un equipo se enfocó en presentar el rediseño en espacios de supermercado para que sean más inclusivos.
El equipo de Ana Luisa trabajó en el rediseño de un bastón de movilidad:
“Es una herramienta imprescindible para ellas y ellos, por eso decidimos crear un sensor ultrasónico que les apoyara para detectar obstáculos en la parte superior de su cuerpo”.
La estudiante explicó que este sensor suena o vibra al momento de detectar objetos colgantes, carteles, ramas de un árbol, etc. El alcance de este sensor en el bastón de movilidad es de 1 a 4 metros.
El cuarto equipo de Diseño Industrial trabajó en un juguete interactivo para que los niños aprendan más fácil Braille y así agudizar su motricidad fina.
Baltazar Alvarado, profesor de Diseño Industrial en campus Sonora Norte, compartió que cada uno de los productos elaborados fueron donados a Centro NEIDI.
“Se donaron para ser utilizados en sesiones de capacitación y entrenamiento para usuarios de este centro”.
Actualmente los proyectos se encuentran en evaluación por el Instituto de Emprendimiento Garza Lagüera del Campus Sonora Norte para la conformación y establecimiento de start ups.
La discapacidad visual en México
El profesor Alvarado explicó que la idea de este proyecto surgió de la necesidad de generar autonomía para las personas con discapacidad visual.
“La discapacidad visual ha sido un poco menos explorada dentro de todos los tipos de discapacidades y actualmente no existen muchos desarrollos para este tipo de necesidades”, explicó el profesor.
Baltazar agregó cifras que recopilaron del INEGI:
“En México existen más de 6 millones de personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 4.9% de la población total del país”.
En el estado de Sonora viven más de 145 mil personas con discapacidad, de las cuales más de 88 mil tienen alguna discapacidad visual.
El profesor comentó que llevar este proyecto a la realidad fue muy gratificante para los académicos, pero sobre todo para las y los estudiantes.
“Ellas y ellos pudieron convivir con las personas del centro en distintos momentos del semestre, logrando un alto grado de empatía, lo que les permitió desarrollar propuestas de alto valor a un bajo costo”.
Baltazar relató que la satisfacción al final fue ver las caras de los usuarios mientras interactuaban con los dispositivos que desarrolló cada uno de los equipos.
“El escuchar sus testimonios y el saber que cada uno de los productos puede cambiar su vida no tiene precio”.
El profesor concluyó que este proyecto fortalece el compromiso del Tec con el desarrollo social y nos invita a seguir contribuyendo en pro de las comunidades más vulnerables.
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