Alumnos de la UNI visitarán la NASA para poner a prueba proyecto para medir la concentración de aerosoles
Con motivo de la preparación del próximo lanzamiento de la carga útil que fabricaron con el fin de medir la concentración de aerosoles en la estratósfera, cuyos resultados contribuirán en las investigaciones científicas para contrarrestar el calentamiento global, un equipo de estudiantes del proyecto Wanka de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), viajará este viernes 22 de julio a Estados Unidos.
A inicios del 2022, la NASA, por segundo año consecutivo, eligió al proyecto Wanka de la UNI, junto con otras once iniciativas científicas de universidades a nivel global, para trasladar en setiembre próximo su carga útil -denominada Wanka II– en un globo estratosférico. El proyecto ha sido elegido para continuar con su investigación aeroespacial en un próximo lanzamiento desde la plataforma HASP, que fue diseñada por la Louisiana State University (LSU) y operada por NASA Balloon Program Office (BPO) y NASA – Columbia Scientific Balloon Facility (CSBF).
Martín Salazar, coordinador del proyecto Wanka; María Muñoz, coordinadora del área electrónica; y Daniel Rosales, encargado del análisis de datos, llegarán a Palestine, Texas, en este primer viaje para realizar las pruebas correspondientes de la carga útil en las instalaciones de Globos Científicos de Columbia (CSFB, por sus siglas en inglés) de la NASA.
“Este viernes viajamos a Texas (EE.UU.), a visitar unas instalaciones de la NASA, donde se van a realizar pruebas del dispositivo que hemos construido. Son pruebas de comunicaciones, que esté funcionando de forma correcta, pruebas de vacío que simulan las condiciones de la estratosfera. Si pasamos, obtenemos un certificado de vuelo que nos va a servir para regresar en setiembre, que es cuando se hará el lanzamiento”, comentó Salazar en entrevista con El Comercio.
La carga útil (nombre que recibe el instrumental de trabajo en el sector aeroespacial) deberá superar las pruebas de comunicación y de termovacío para obtener el certificado de vuelo con el que podrán ejecutar el lanzamiento mediante el programa de vuelo HASP (High Altitude Student Platform) de la NASA.
El coordinador del proyecto Wanka y estudiante de ingeniería física, Martín Salazar, explicó a la agencia Andina que la prueba de comunicación consta de la verificación de la recepción de datos mediante los sensores y otros instrumentos instalados en la carga útil, que fue diseñada y fabricada por el equipo que lidera. Los estudiantes han sido capacitados virtualmente por ingenieros de la NASA y del programa HASP en las últimas semanas. Además, tendrán acceso a laboratorios de la NASA desde este viernes.
Además, la carga útil Wanka II -una versión mejorada de la enviada a la estratósfera en el 2021- será introducida en una cámara de termovacío que simula las condiciones en la estratósfera. Esto implica que debe resistir la disminución de la temperatura a entre -60 y -70 grados Centígrados. Si superan ambas pruebas, el equipo del proyecto Wanka recibirá el certificado de vuelo que se requiere para setiembre.
Al no poder solventarse de forma completa este primer viaje, el equipo del l proyecto Wanka ha recurrido a rifas y préstamos para obtener los recursos económicos necesarios. Las empresas o personas interesadas en colaborar con el financiamiento de este proyecto científico pueden comunicarse con el CTIC-UNI al 01 481-1070 anexo 7004. Todas las donaciones son gestionadas formalmente a través del Patronato de la UNI.
En el 2022, el programa HASP enviará a la estratósfera 12 cargas útiles con diferentes propuestas de experimentos desde su sede en Nuevo México, Estados Unidos. Entre los proyectos seleccionados, la UNI es el único de origen peruano y latinoamericano.
El Proyecto Wanka está integrado por estudiantes y egresados de la UNI, PUCP y Universidad Federico Villarreal. En el equipo participan Martín Salazar Macalupu, coordinador del equipo; además de Giusep Alexander Baca Bernabe, Zedrix Quispe Carillo, Michael Celestino Cajavilca, Gaus Gonzales Sáenz, Julver Marrufo y Josel Dávila Paredes, miembros del área de mecánica; Germain Rosadio Vega, Ramiro Tintaya, Lucas Taipe Ramos, Gilmer Rosales, del área de monitoreo y análisis de datos; María Muñoz Diaz, Miguel Morales Gonzales, Lucas Taipe Ramos, Michael Quiquia Martínez y Dario Huanca Paredes, del área de electrónica; y Anilice Vásquez Arroyo del área de medios audiovisuales. Además, cuenta con la asesoría del investigador de la subdirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrosfera del Instituto Geofísico del Perú (IGP), ingeniero Luis Fernando Suárez Salas.
Los estudiantes del Centro de Tecnologías de Información y Comunicaciones (CTIC-UNI) recopilarán datos sobre la medición de la concentración de aerosoles (partículas diminutas de materia) en la estratósfera, que es clave para que las investigaciones aplicadas posteriores puedan proyectar mecanismos para contrarrestar el calentamiento global como la inyección de aerosoles, que generan un efecto contrario al de los gases de efecto invernadero. Esos números durante este experimento y la información será almacenada en la base de datos de la NASA para que esté a disposición de la comunidad científica.
La carga útil Wanka II, que tiene la forma de una caja de 15x15cm de base y 30cm de alto, cuenta con sensores que utilizan láser para medir las partículas. El equipo de jóvenes investigadores tuvo que seguir un proceso de documentación que fue aprobado por la NASA para incluir estos instrumentos en el dispositivo.
Wanka II ha sido ensamblado de una manera más estructurada, a diferencia de la versión del año previo,, y sus instrumentos tienen una distribución adecuada. De esta manera, sería viable cambiar cualquier componente electrónico debido a que cuenta con una compuerta. Además, se ha reforzado la protección contra la radiación a la que se verá expuesta.. “La anterior carga útil era imposible de desarmar para cambiarse algo”, comentó Martín Salazar.
Por otro lado, la coordinadora del área electrónica del proyecto Wanka, María Muñoz, explicó que se encargó de programar y acondicionar los sensores integrados a la carga útil. “También debo asegurar su óptimo funcionamiento mediante pruebas en las que comparamos los datos obtenidos por nuestros dispositivos y aquellos ofrecidos por equipos del Instituto Geofísico del Perú. Si no hay coherencia entre ambas mediciones, debemos trabajar para resolver el problema que ocasionó la imprecisión”, precisó.
El globo estratosférico se mantendrá a aproximadamente 40 km de altura durante al menos 15 horas, las cargas útiles de 12 proyectos. Se trata de una estructura de 200 metros de altura (desde la parte más alta del globo hasta la base de la plataforma que lleva los dispositivos), y una tonelada de peso.
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