Israel anuncia una semana de fuego
Tras una sangrienta jornada de violencia ayer sábado, el Ejército israelí ha continuado bombardeando sobre la Franja durante esta pasada madrugada. El último balance de víctimas mortales asciende a 29 personas, entre ellas seis niños, mientras que el recuento de heridos sube a 253 heridos, según datos facilitados por el Ministerio de Salud palestino. Las autoridades de Israel contradicen estas cifras ya que aseguran que varios niños palestinos perdieron la vida el sábado por un ataque fallido de la Yihad Islámica dirigido a Israel.
Uno de los ataques, informó un portavoz militar israelí, tuvo como objetivo una red de túneles utilizados por la Yihad Islámica Palestina (YIP) para penetrar el territorio de Israel con el fin de llevar a cabo ataques. Otro de los bombardeos mató a Jáled Mansur, líder del comando sur del brazo armado de la YIP en Gaza y segundo alto cargo del grupo muerto desde el comienzo de las hostilidades tras la muerte el viernes de Taysir al Yabari, que lideraba el comando centro y norte.
Hasta el momento no se han registrado víctimas mortales en Israel, que contabiliza 21 heridos leves. Si bien Egipto ha confirmado que está intentando mediar entre las partes, algo que también intenta hacer las Naciones Unidas, por el momento no hay indicios de un posible alto el fuego.
Por los bombardeos
La Franja se queda sin combustible para su única central eléctrica
Además de las muertes y los heridos, los bombardeos israelíes en Gaza han agravado aún más la crisis humanitaria que vive el enclave. Tras el cierre de los cruces fronterizos como medida punitiva hacer algunos días, la Franja se quedó sin el combustible necesario para operar su única central eléctrica, por lo que los más de dos millones de habitantes de Gaza cuentan únicamente con cuatro horas de electricidad al día y los servicios básicos operan de manera muy limitada.
Durante la jornada de ayer los milicianos hicieron llegar sus cohetes hasta Tel Aviv. Sonaron las alarmas sobre la ciudad, pero el sistema de defensa conocido como Cúpula de Hierro impidió que los proyectiles hicieran impacto. El ejército israelí, por su parte, no dejó durante todo el día de bombardear Gaza, presuntamente edificios que forman parte de la logística de la Yihad, en especial los destinados a la fabricación de cohetes. La milicia palestina habría lanzado en respuesta 400 proyectiles desde el viernes.
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Israel prometió una semana de fuego sobre Gaza y todo apunta a que se va a hacer realidad. No se vislumbra, ahora mismo, un alto el fuego en lo que es el mayor repunte de la violencia en la Franja de Gaza desde el estallido del 2021.
Como entonces, la situación de fondo es la misma. La seguridad israelí dice haber detectado movimientos destinados a materializar atentados terroristas y haber actuado de forma preventiva sobre dirigentes de esta milicia palestina. Como consecuencia de uno de los ataques selectivos en el norte de Gaza, en las primeras horas de la escalada, se produjo la muerte de Taysir al Yabari, número dos de la organización en este enclave empobrecido en el que viven dos millones de personas. En total, han muerte una quincena de combatientes de la Yihad, según el ejército israelí, que también asegura haber arrestado a unos 40 miembros de la organización en dos días en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde 1967 por el Estado judío.
Como en el 2021, no hay el más mínimo indicio de diálogo, a pesar de que Egipto afirma que los canales siguen abiertos. De un lado están las autoridades israelíes en una fase de transición política marcada por el fin de una coalición de gobierno inusual (en la que participó una formación árabe) y la convocatoria de nuevas elecciones. Pese a ese experimento, o quizás por ello, un creciente incremento de la visibilidad del ultranacionalismo judío y de la hostilidad hacia las manifestaciones de la identidad palestina, como la bandera.
La milicia palestina lanza cohetes sobre Tel Aviv, pero son interceptados por la defensa israelí
En este contexto, acciones militares como la que comenzó el viernes pueden tener el extraño valor de tranquilizar a una parte del electorado más conservador que no parece tener interés alguno en resolver uno de los conflictos que dura ya más sesenta años. La ofensiva puede ser determinante para Yair Lapid, ex periodista y ahora primer ministro, que deberá enfrentarse en las próximas elecciones contra el conservador Beniamin Netanyahu.
Del otro bando están las facciones palestinas, todas ellas con unos estatutos fundacionales que recogen como objetivo final acabar con el Estado de Israel. Si bien lo que las mantiene vivas es la financiación que llega de Irán, convertido en el mayor enemigo de Israel. Ayer, los guardianes de la revolución hicieron llegar sus mensajes desde la televisión iraní y prometieron “hacer pagar a Israel por sus asesinatos”.
La diferencia esta vez con lo ocurrido en el 2021 es que Hamás no está en el conflicto. La Yihad es mucho más pequeña, pero mucho más activa, atareada Hamas en la administración de la precaria realidad de Gaza.
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Hamas se mantiene de momento al margen del conflicto, pese a haber perdido algún miembro
Si bien las autoridades israelíes insisten en que su ofensiva es únicamente contra la Yihad Islámica y no contra Hamás, uno de los bombardeos de ayer causó la muerte de un miembro de las Brigadas Al Qasam, brazo armado de Hamas. El grupo aún no ha respondido a la muerte de su miliciano. Si se sumara a la respuesta de la Yihad, algo que, de suceder podría escalar significativamente el conflicto.
Otro de los elementos que podría agravar la situación es un nuevo ataque por parte de la Yihad hacia el centro de Israel, tras el lanzamiento ayer de una serie de cohetes contra la ciudad de Modiín, ubicada entre Tel Aviv y Jerusalén y que representó un cambio de tendencia respecto a los lanzamientos previos, concentrados casi exclusivamente en las localidades colindantes con Gaza.
Muy cerca de Teherán
La Yihad Islámica de Palestina (YIP) fue fundada en 1981 por un grupo de estudiantes de la Universidad islámica de Gaza. Está considerada como próxima al movimiento islamista Hamas, en el poder en este enclave desde el año 2007. Los dos grupos reciben una importante financiación de Irán –enemigo número uno del Estado judío– y mantienen vínculos con los Hermanos Musulmanes de Egipto. La YIP actúa fundamentalmente en Gaza, pero tiene también presencia en la Cisjordania ocupada.
Israel afirma que las relaciones entre el grupo y Teherán se han reforzado en los últimos años. “El jefe de la Yihad, Ziad al Nayala, está ahora mismo en Teherán” afirmó el viernes el primer ministro israelí, Yair Lapid.
El general Hosein Salami, jefe de los guardianes de la revolución, el cuerpo militar más ideologizado de Irán, dijo que “el grupo no está solo”. La organización estuvo dirigida por Fathi Shaqaqi hasta 1995, fecha en la que este escritor y doctor en medicina fue asesinado en Malta por un equipo enviado por los servicios de información israelíes.