El hielo de la Antártida podría estar derritiéndose más rápido de lo que se pensaba
El calentamiento global está aumentando la velocidad a la que se derriten estas plataformas de hielo
Un nuevo modelo climático sugiere que la aceleración podría contribuir a un aumento más rápido del nivel del mar
El nuevo estudio alerta que el hielo se derrite entre un 20 y un 40 por ciento más rápido de lo que se pensaba
Un nuevo modelo desarrollado por investigadores de Instituto Tecnológico de California (Caltech), en Estados Unidos, sugiere que las plataformas de hielo de la Antártida podrían estar derritiéndose a un ritmo acelerado, lo que contribuirá a un aumento más rápido del nivel del mar, según publican en la revista ‘Science Advances’.
El modelo tiene en cuenta una estrecha corriente oceánica a lo largo de la costa antártica que a menudo se pasa por alto y simula cómo el agua dulce que fluye rápidamente, derretida desde las plataformas de hielo, puede atrapar el agua caliente y densa del océano en la base del hielo, haciendo que se caliente y se derrita aún más.
Las plataformas de hielo son afloramientos de la capa de hielo de la Antártida de varios cientos de metros de grosor cada una, que se encuentran donde el hielo sobresale de la tierra y flota sobre el océano. Actúan como un amortiguador protector del hielo continental, impidiendo que toda la capa de hielo fluya hacia el océano, lo que elevaría drásticamente el nivel global del mar.
Sin embargo, el calentamiento de la atmósfera y de los océanos provocado por el cambio climático está aumentando la velocidad a la que se derriten estas plataformas de hielo, lo que pone en peligro su capacidad para frenar el flujo de la capa de hielo hacia el océano.
«Si este mecanismo que hemos estado estudiando está activo en el mundo real, puede significar que las tasas de derretimiento de las plataformas de hielo son entre un 20 y un 40 por ciento más altas que las predicciones de los modelos climáticos globales, que normalmente no pueden simular estas fuertes corrientes cerca de la costa antártica», señala Thompson.
En este estudio, dirigido por la investigadora principal Mar Flexas, los investigadores se centraron en una zona de la Antártida: la Península Antártica Occidental (PAO). La Antártida tiene la forma aproximada de un disco, salvo que la PAB sobresale de las altas latitudes polares y se adentra en latitudes más bajas y cálidas. Es aquí donde la Antártida experimenta los cambios más drásticos debido al cambio climático.
El equipo había desplegado anteriormente vehículos autónomos en esta región, y los científicos han utilizado datos de elefantes marinos instrumentados para medir la temperatura y la salinidad del agua y el hielo.
El modelo del equipo tiene en cuenta la estrecha Corriente Costera Antártica que recorre todo el continente antártico en sentido contrario a las agujas del reloj, una corriente que muchos modelos climáticos no incluyen porque es muy pequeña.
«Los grandes modelos climáticos globales no incluyen esta corriente costera, porque es muy estrecha: sólo tiene unos 20 kilómetros de ancho, mientras que la mayoría de los modelos climáticos sólo captan las corrientes de 100 kilómetros o más –explica Flexas–. Por lo tanto, existe la posibilidad de que esos modelos no representen con mucha precisión las futuras tasas de deshielo».
El modelo ilustra cómo el agua dulce que se derrite del hielo en la PAO es arrastrada por la corriente costera y transportada por el continente. El agua dulce, menos densa, se desplaza rápidamente cerca de la superficie del océano y atrapa el agua salada relativamente caliente del océano contra la parte inferior de las plataformas de hielo. Esto hace que las plataformas de hielo se derritan desde abajo.
De este modo, el aumento del agua de deshielo en la PAO puede propagar el calentamiento del clima a través de la corriente costera, que a su vez también puede intensificar el deshielo incluso en las plataformas de hielo de la Antártida Occidental a miles de kilómetros de la península.
Este mecanismo de calentamiento a distancia puede ser parte de la razón por la que la pérdida de volumen de las plataformas de hielo de la Antártida Occidental se ha acelerado en las últimas décadas.
«Hay aspectos del sistema climático que todavía estamos descubriendo –afirma Andy Thompson, profesor de ciencia e ingeniería medioambiental–. A medida que avanzamos en nuestra capacidad de modelar las interacciones entre el océano, las plataformas de hielo y la atmósfera, podemos hacer predicciones más precisas con mejores limitaciones de la incertidumbre. Es posible que tengamos que revisar algunas de las predicciones sobre el aumento del nivel del mar en las próximas décadas o en el próximo siglo; ese es un trabajo que haremos en el futuro», subraya.