Bolsonaro arrancó la campaña alertando sobre el cierre de iglesias si vuelve Lula
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, alentó este martes a una guerra entre el «bien contra el mal» y agitó el fantasma sobre el riesgo de cierre de iglesias y templos si triunfa el líder opositor Luiz Inácio Lula da SIlva en las elecciones del 2 de octubre, al dar el inicio formal a su campaña para la reelección en un acto realizado en la localidad donde en 2018 fue acuchillado.
La convocatoria estuvo rodeada de contenido religioso, justamente cuando el diputado Marco Feliciano, un pastor bolsonarista evangélico, está en el eje de la polémica porque dijo que en caso de victoria de Lula se comenzarán a cerrar templos e iglesias.
Bolsonaro participó de una «motociata», una caravana de motocicletas como acostumbró hacer durante su mandato, de un encuentro con religiosos y de un acto en la esquina de la ciudad de Juiz de Fora, Minas Gerais, donde en 2018 fue acuchillado durante un mitin antes de su victoria que lo llevó a la jefatura del Estado.
Allí, su esposa Michelle Bolsonaro rezó el padrenuestro al afirmar que es una «oración universal» y fue vivada incluso más que el mandatario de ultraderecha y candidato a la reelección.
En el primer evento, Bolsonaro asoció al «socialismo» en América Latina a la «miseria» y «persecución» a iglesias, citando a Nicaragua y Venezuela.
«Sabemos de la lucha del bien contra el mal. Defendemos la libertad absoluta, si alguien se ofende va a la justicia, pero no podemos crear leyes como la de las fake news«, dijo el mandatario al criticar el proyecto que sanciona a quien divulgue mentiras y arme operaciones contra terceros con base en datos falsos.
Bolsonaro insistió en que sus opositores cometieron una suerte de dictadura durante la pandemia, en referencia a los gobernadores e intendentes que decretaron cuarentenas como prevención ante la Covid-19.
«Ustedes ya sintieron un poquito de dictadura durante la pandemia, con iglesias siendo cerradas, personas que no podían ir a trabajar», aseguró el mandatario.
Luego, insistió en Twitter: «Hay que estar atento porque los que aman el rojo buscarán usar el verde y amarillo de la bandera, los que defendieron cerrar iglesias dirán que son grandes cristianos, los que apoyan dictaduras socialistas se dirán demócratas«.
– É preciso estar atento. A partir de hoje, mais do que nunca, os que amam o vermelho passarão a usar verde e a amarelo, os que perseguiram e defenderam fechar igrejas se julgarão grandes cristãos, os que apoiam e louvam ditaduras socialistas se dirão defensores da democracia.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) August 16, 2022
En el lugar donde fue atacado el 6 de septiembre de 2018 por Adelio Bispo -un enfermo psiquiátrico que está internado por ser declarado inimputable- y ante miles de personas, varias de las cuales tenían banderas y carteles con la frase «Trump 2024», Bolsonaro asoció el «zurdaje con la corrupción».
Repitió que está dispuesto a «dar la vida por la libertad», pero no incurrió en la costumbre de fustigar a la justicia electoral ni a la transparencia de las urnas electrónicas.
El acto también sirvió para poner en marcha la campaña publicitaria del Partido Liberal del presidente, en el cual aparece el jingle «O Capitao do Povo» (El Capitán del Pueblo) recordando su pasado militar antes de haber sido desvinculado del Ejército por mala conducta a fines de los años ochenta.