Viaje al corazón de la minería en Teruel: el Museo Minero de Escucha, un lugar imprescindible
Siempre se ha hablado de trabajos duros y en esas listas siempre está la minería entre los puestos más altos. Aunque la tecnología y las condiciones han cambiado, la esencia sigue siendo la misma que hace casi dos siglos. Un empleo complicado en lo físico, muy difícil en lo mental y unas condiciones de calor, oscuridad y peligrosidad (ahora es mucho más segura) que es muy difícil de imaginarse.
Trasladarnos a esos días de jornadas maratonianas, a decenas de metros bajo tierra y en los que no sabías si por los gases o la tierra podías quedarte ahí para la eternidad, no es posible. Vivirlo no, pero aproximarnos sí.
En Aragón tenemos una variedad de planes prácticamente inigualables y hay uno único, de esos que hay que hacer al menos una vez en la vida y es visitar el Museo Minero de Escucha.
¿Por qué es tan especial?
Que el nombre no te lleve a equívoco. Es un museo, sí, pero no es un edificio en el que se exponen ropas, herramientas, vagonetas y hay paneles con información. Es una mina real, adaptada totalmente para el visitante, inmersiva y, por supuesto, con toda la información para empaparse de la vida minera. Experiencia y aprendizaje todo en uno.
Yendo más a lo concreto, es una de las minas mejor conservadas y tiene varios puntos que convierten al Museo Minero de Escucha en algo único. «Es una mina real de carbón (Lignito) habilitada para ser visitable por el turista. El registro más antiguo que se tiene de esta mina es de la segunda mitad del siglo XIX (1850), siendo muchos los propietarios que tuvieron la titularidad de esta mina hoy convertida en museo. La comarca Cuencas Mineras de Teruel, a la que pertenece el municipio de Escucha, y el municipio en sí, poseen una historia y una identidad mineras desde hace más de 150 años cuando se sacaba del interior de la tierra el Azabache (variedad del carbón utilizado sobre todo en joyería) y el carbón Lignito (usado como elemento calefactor, principalmente para las grandes industrias)», explica el museo.
La experiencia
Entras en el museo a través de unos carros de transporte personal que ya se utilizaban antaño. Todo ello con 36º de inclinación. El resto del itinerario es llano y cómodo para cualquier visitante.
«Puede encontrar zonas exteriores de ocio para el disfrute con la familia o amigos, como los mini senderos informativos, pista de mini golf, mesa de ping pon, parques infantiles y zonas verdes para picnic y descanso, además de un restaurante anexo y una tienda de souvenirs, todo ello pensado para que el turista encuentre en las instalaciones del Museo todo lo necesario para pasar un día de relax», comenta el museo. También hay piezas antiguas reales.
Pero volviendo al interior de la mina, se pueden conocer las herramientas que se empleaban, las galerías, recreaciones de las labores con maniquíes, un tajo de carbón abierto al público y anécdotas sobre qué sucedió ahí dentro. Toda una experiencia única.
Horarios, precios y cómo reservar
Es imprescindible reservar para poder visitarlo y se hace en dos teléfonos: 978 756 705 y 634 892 457.
Los precios son los siguientes: 13 euros para adultos, 10 euros para mayores de 65 años, 8 euros para infantiles entre 4 y 12 años y los menores de cuatro años tienen entrada gratuita.
En cuanto a los horarios, son de martes a viernes de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 y los fines de semana y festivos de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00. Cada visita dura 75 minutos.