AMD anuncia los Ryzen 7000 de sobremesa: características y precios
AMD ha anunciado finalmente los primeros procesadores Ryzen 7000 de sobremesa y pocas sorpresas ha habido. El PVPR se esperaba que fuera igual que el que tenían a los Ryzen 5000 a los que sustituyen, aunque estos últimos no se irán a ninguna parte. Convivirán en armonía al usar DDR4 mientras que los Ryzen 7000 solo usan DDR5 y necesitan placas base que parten de los 125 dólares según lo indicado por la propia AMD.
Estos procesadores usan chíplets de núcleos fabricados a 5 nm por TSMC, cada uno de hasta ocho, por lo que tendrán uno o dos chíplets de núcleos como hasta ahora. Su tamaño es de 71 mm2. El tercer chíplet, el de características de entrada/salida, está fabricado a 6 nm por TSMC, tiene un tamaño de 122 mm2, y ahora incluye también una GPU integrada, una Radeon Graphics 2 de 128 sombreadores con una potencia sobre los 0.5 TFLOPS. Suficiente para mover monitores y poco más. Funcionan a entre 400 y 2200 MHz.
Los primeros Ryzen 7000 son cuatro: 7600X de seis núcleos con frecuencia base de 4.7 GHz y turbo de 5.3 GHz, por 299 $; 7700X de ocho núcleos con frecuencias 4.5/5.4 GHz, por 399 $; 7900X de doce núcleos a 4.7/5.6 GHz, por 549 $; y el 7950X de dieciséis núcleos que funciona a entre 4.5 y 5.7 GHz, por 699 $. Todos tienen acceso a las instrucciones AVX-512, que ahora parecen ser estupendas, pero no lo eran cuando las tenía Intel.
La compañía ha dado algunos datos de interés y primeras comparativas. Los cambios a la arquitectura Zen 4 hace que las instrucciones por ciclo (IPC) aumenten un 13 % en lugar del 8-10 % inicial que pensaba la compañía. Junto con la mejora de frecuencias, que son hasta 700 MHz más de turbo, la potencia mononúcleo aumenta un 29 %.
Mark Papermaster, director de Tecnología de AMD, ha incidido en la gran mejora de potencia por vatio de estos procesadores frente a los Core de 12.ª generación de Intel. Para ser más exacto, e interviniendo Lisa Su, el Ryzen 9 7950X da un 62 % más de rendimiento en un renderizado aplicando además trazado de rayos frente al Core i9-12900K. El rendimiento por vatio es un 49 % superior.
El desglose del aumento de potencia le da poco efecto al ligero aumento de la caché, que básicamente se queda prácticamente como estaba, 32 MB de caché de nivel tres por chíplet, aunque se duplica la de nivel 1, 512 kB por pastilla en lugar de 256 kB. Aunque no los ha detalle, lo que más efecto tiene en el aumento del IPC son los cambios en el frontal, la parte de la tubería de procesamiento de instrucciones que se dedica a recibirlas y decodificarlas. O sea, las va preparando para su ejecución.
Otra parte importante de la mejora procede de las unidades de carga/almacenamiento, que se dedican a que la información necesaria esté en registros. La predicción de saltos es ejecución especulativa pura y dura. Se encarga de intentar acertar qué instrucciones se pueden necesitar ejecutar en el futuro y las empieza a procesar de manera anticipada.
Un alto índice de éxito en la predicción de saltos puede mejorar enormemente el funcionamiento de un núcleo. Como AMD ya tenía predicción de saltos en los Ryzen la mejora es más discreta. Por último, no faltan cambios al motor de ejecución o trasera de la CPU, que es la etapa final en la ejecución de instrucciones.
Un 13 % solo de mejora de las IPC en una arquitectura suele estar bastante bien, aunque sabe a bastante poco tras dos años. Tengo bastante claro que AMD deja los cambios de calado en la arquitectura Zen para la próxima generación, Zen 5, y que en esta se ha centrado en la DDR5, en añadir AVX-512 y lo ha apostado todo al proceso litográfico de 5 nm. No me malinterpretéis porque el resultado tiene muy buena pinta, y sin duda competirá con los Core de 12.ª generación (Alder Lake) de Intel que hay en el mercado y también con los de 13.ª generación (Raptor Lake) que están al caer.
Además me parecen por ahora mucho más interesantes precisamente por el menor consumo que tienen. Con una TDP de 170 W para los 7900X y 7950X, su consumo se situará en torno a esa cantidad, 170 vatios. Sigue siendo bastante menos que los 240 W del Core i9-12900K, y si además ofrece más potencia multinúcleo pues mejor que mejor. AMD asegura que frente al 5950X el 7950X consume un 62 % menos a mismo rendimiento, y que tiene un 49 % más de rendimiento a mismo consumo.
Frente al 12900K asegura que el 7950X ofrece un 47 % más de rendimiento por vatio. Comparando rendimientos, AMD asegura que ofrece un 11 % más de potencia mononúcleo y un 44 % más de rendimiento multinúcleo, por lo que no creo que tenga nada que envidiarle a los Core de 13.ª generación. Va a ser un momento en el que el tema de menor consumo sí que puede ser diferenciador y un motivo por el que decantarse por uno u otro procesador.
Los Ryzen 7000 se ponen a la venta el 27 de septiembre.