Guerra en Ucrania
La misión del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) ha llegado este lunes a Ucrania para ncomprobar la situación en la central nuclear de Zaporiyia.
El director del organismo, Rafael Grossi, anunciaba el comienzo de la misión en Twitter, con una imagen de los componentes de la delegación, formada por 14 expertos, antes de su salida de Viena. El propio Grossi encabeza el equipo.
“The day has come, @IAEAorg‘s Support and Assistance Mission to #Zaporizhzhya (ISAMZ) is now on its way. We must protect the safety and security of #Ukraine’s and Europe’s biggest nuclear facility. Proud to lead this mission which will be in #ZNPP later this week. pic.twitter.com/tyVY7l4SrM“
— Rafael MarianoGrossi (@rafaelmgrossi) August 29, 2022
«El día ha llegado, la misión de apoyo y asistencia del OIEA a Zaporiyia está de camino. Debemos proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa. Orgulloso de encabezar esta misión que estará en Zaporiyia a final de semana», ha escrito.
El grupo incluye a los directores del OIEA para salvaguardias, Massimiliano Aparo, y de seguridad nuclear, tecnológica y física, Lydie Evrard, informa Efe.
Justo este lunes, Rusia ha denunciado que un misil lanzado por Ucrania ha golpeado el techo de un depósito de combustible de la central de Zaporiyia. El ataque ha sido comunicado por funcionarios rusos, que también señalan que los niveles de radiación son normales tras el bombardeo.
Comprobar el estado de la central y del personal
La misión del OIEA debe evaluar los posibles daños físicos sufridos por las instalaciones de la planta, y determinar los sistemas de seguridad y protección funcionan. El viaje se produce tras semanas de bombardeos cerca de la central, unos ataques que no cesan.
Además, debe evaluar las condiciones de trabajo del personal de la planta y realizar controles urgentes para comprobar las existencias de los materiales nucleares declarados por Ucrania al OIEA. Es decir, que no se ha sacado material de la central.
Los bombardeos de los últimos días en torno a Zaporyia no han producido daños ni fugas radioactivas, pero el pasado jueves la central quedó, por primera vez en su historia, desconectada de la red general ucraniana, lo que supuso un peligro para el sistema de refrigeración del combustible nuclear usado.
Kuleba: «La misión más difícil en la historia del OIEA»
Según el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, la misión del OIEA será «la más difícil de su historia», ya que se producirá en medio de los combates. «Pero también por la manera evidente en que Rusia está tratando de legitimar su presencia» en la planta, ha añadido.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los ataques en torno a la central, que según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, estuvieron a punto de provocar un desastre radiactivo.
Este mismo lunes, la empresa estatal ucraniana de la energía nuclear, Energoatom, ha denunciado nuevos bombardeos rusos contra la localidad de Energodar, donde se ubica la central. Diez personas han resultado heridas, entre ellas cuatro empleados de la central.
Energoatom asegura que la infraestructura de la central ha resultado dañada por anteriores bombardeos y que «existen riesgos de fuga de hidrógeno y de sustancias radiactivas y hay un alto riesgo de incendio».
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso asegura que sus tropas han abatido un dron que se acercaba a las instalaciones, sin que se hayan producido daños.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha pedido que se presione a Ucrania para acabar con la tensión militar en las cercanías de la planta, y ha advertido de que Moscú no va a hablar de la posibilidad de desmilitarizar la zona, como ha pedido EE.UU.
El Ejército ruso ocupó la planta, con sus seis reactores, a comienzos de marzo, y desde entonces los empleados locales de la central trabajan bajo supervisión militar rusa.