Bruselas vigila con inquietud la posible victoria de la ultraderecha en Italia: «A Europa se le acabó la diversión»
Italia acude a las urnas este domingo para votar en unas elecciones generales que no se celebran desde 2018. Después de casi cuatro años, tres gobiernos y la sonada dimisión de Mario Draghi, que lideró un gobierno de unidad nacional con la estabilidad proeuropea como bandera, las encuestas auguran esta vez una victoria del bloque de derecha y sitúan a la ultraderechista Giorgia Meloni como la próxima primera ministra.
De cumplirse los pronósticos, la líder de la formación de extrema derecha Hermanos de Italia se convertiría en la primera mujer en el cargo y pasaría a estar al frente de un gobierno que podría generar ciertas turbulencias con sus socios europeos a los que hacía poco alertaba diciendo que, si ganaba, “para Europa, se acabó la diversión”.
“No cabe duda de que, desde Berlín hasta París, hay una fuerte preocupación por el éxito electoral de Hermanos de Italia, lejos de los perfiles proeuropeos como Scholz o Macron. Además, los gobiernos de extrema derecha de Budapest y Varsovia brindarán por un aliado tan valioso al frente de la tercera economía de la Unión Europea”, explica a RTVE.es Giuseppe Montalbano, investigador de la Universidad de Luxemburgo especializado en política europea.
“Si efectivamente se convierte en primera ministra, lo que no es seguro, será un cambio importante respecto al gobierno de Draghi, ya que es la líder de un partido extremista, que apoya a Orbán y al populismo de derechas en Europa”, expone a RTVE.es Simona Talani, politóloga del Centro de Política Italiana del King’s College. “Es contraria al aborto, a los derechos de las parejas homosexuales, a favor de más votaciones por unanimidad en Europa, de cambiar la constitución italiana de forma semipresidencial y de renegociar los términos de los fondos Next Generation”.
Meloni comparte ideas con algunas de las principales fuerzas de extrema derecha europeas, y en el discurso de su partido abundan palabras clave como patria o bandera, y argumentos en contra de la “ideología de género” o del “lobby LGTB”. A algunas de ellas hizo referencia en su sonado discurso en la campaña en favor de Macarena Olona para las elecciones andaluzas. “Viva la Europa de los patriotas”, gritó en aquella ocasión la candidata italiana ante los entusiasmados asistentes a un mitin de Vox celebrado en Marbella.
La extrema derecha, a las puertas de gobernar uno de los países fundadores
Tal y como apunta a RTVE.es Anna-Lena Höegenauer, subdirectora del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Luxemburgo, la UE ha lidiado con gobiernos de extrema derecha o dispuestos a socavar el Estado de Derecho y la democracia en su país, pero el problema se había limitado a países pequeños y medianos, siendo Polonia el más grande. «Todos eran nuevos miembros y, en cierto sentido, menos centrales en la integración europea: la integración comenzó mucho antes de que se unieran, ¿por qué iba a terminar cuando se fueran?».
Italia, sin embargo, estuvo presente en los orígenes de los Veintisiete, desde la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Por ello, explica la experta, cuando se trata de los seis países fundadores, la estabilidad de sus democracias y el compromiso de sus gobiernos son especialmente importantes.
Algunas de las críticas de Meloni a la Unión Europea las vertió en el ‘cara a cara’ televisado que mantuvo con el líder del Partido Democrático, Enrico Letta, donde apuntó que los Veintisiete deberían constituir un gigante político y no burocrático, así como ocuparse de los «grandes asuntos» y dejar «las cuestiones más cercanas a la vida de los ciudadanos» en manos de los Estados miembros.
Sin embargo, la candidata de Hermanos de Italia sabe que su gobierno no podrá quedar aislado de la UE ni de la OTAN, dada la situación de crisis energética y política actual. Por ello, se ha esforzado en acercarse a sus socios europeos en cuestiones políticas y económicas fundamentales, mientras daba un giro político hacia Estados Unidos y el atlantismo que alejaba a su formación de relaciones pasadas con el gobierno de Putin.
Asimismo, una buena relación entre Roma y Bruselas podría beneficiar al cumplimiento de las reformas e inversiones que Italia pretende hacer, detalladas en el Plan de Recuperación y Resiliencia (PNRR) impulsado por Draghi. Los plazos de las condiciones detalladas en este documento, que Italia debe cumplir para acceder a los préstamos del fondo de recuperación, vencen pronto, algunos de ellos este diciembre.
Crítica con Europa, pero con un discurso europeísta
Pablo Martín de Santa Olalla, investigador de la Universidad Nebrija especializado en política italiana y UE, apunta que “Europa le tiene más miedo a Salvini que a Meloni” y recuerda que los Veintisiete han mostrado «gestos de apoyo a Meloni para perjudicar a Salvini, porque él ya les causó quebraderos de cabeza cuando fue viceprimer ministro entre 2018 y 2019». Recuerda, además, que Meloni está en el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, “críticos con la UE, pero europeístas al fin y al cabo”.
La candidata de Hermanos de Italia, dice, es menos europeísta que Fuerza Italia o políticos como Matteo Renzi, «pero nunca ha hablado de la salida de la UE, no ha cuestionado la moneda única, y en cuestiones de política exterior se ha alineado con Draghi, que es alinearse con la UE». Sí que les preocupa a los socios europeos, «la capacidad de arrastre de Salvini sobre Meloni». «Va a tener una influencia muy fuerte en el gobierno de coalición y, de hecho, tiene casi asegurado ser viceprimer ministro y ministro de Interior», expone.
Para Montalbano, una victoria de la coalición de centro-derecha, liderada por Hermanos de Italia, reforzaría una coalición de extrema derecha y xenófoba cada vez más influyente en todo el continente europeo. «Cabe esperar que las perspectivas de una mayor integración de la UE y la supranacionalización de su sistema de toma de decisiones se vuelvan más difíciles, mientras que las ya débiles políticas de acogida e inclusión de los inmigrantes se verán aún más erosionadas», expone.
Sin embargo, también cree que un gobierno de Meloni «dificilmente» perseguiría un enfrentamiento con los Veintisiete. En su campaña se ha alineado con el atlantismo, ha apoyado la política exterior de la UE con respecto a Ucrania y su posición con respecto a cuestiones económicas controvertidas en el actual debate europeo es «bastante moderada».
«Están en contra de las propuestas de desviación presupuestaria, que defiende, por el contrario, el socio de coalición, Liga Norte. Además, el tercer socio de la coalición de centro-derecha, Forza Italia de Berlusconi, sigue presentándose como un partido liberal europeísta», argumenta Montalbano.
«Es difícil predecir el efecto preciso de una victoria de Meloni»
Según Höegenauer, «es difícil predecir el efecto preciso de una victoria de Meloni, porque los partidos no siempre traducen la retórica en política real«. Pone como ejemplo la participación del Partido de la Libertad de Austria en el gobierno de ese país, cuyos efectos «no fueron tan grandes en la práctica». Además, Hermanos de Italia no gobernará solo, y una coalición supone el compromiso entre las distintas fuerzas. Por lo tanto, «hay ciertas áreas en las que es probable que haya tensiones, y otras en las que la cooperación podría continuar».
Según la académica, la principal área de conflicto versará en torno a la inmigración. «Cabe esperar que aplique políticas antimigratorias a nivel nacional, ya que es una forma fácil de cumplir sus promesas electorales. Las políticas que restringen los derechos de los inmigrantes perjudican a las personas que no tienen derecho a voto. Dependiendo de lo radicales que sean, podrían poner a Italia en conflicto con la Carta de Derechos Fundamentales de la UE», argumenta.
Martín de Santa Olalla menciona como posible «primera confrontación» los presupuestos europeos. «En particular, lo referido a la renegociación del pacto de estabilidad para este otoño. Establece las condiciones para la moneda única, y para ellos hay mucho en juego porque tienen la deuda más abultada de los países de la UE. Junto con Francia, Italia lleva tiempo pidiendo cambiar la regla del pacto de estabilidad y ahí va a haber una lucha dura».
Según Talani, un gobierno de Meloni no tendría credibilidad económica internacional. «Quiere renegociar las condiciones de los fondos Next Generation, lo que significaría no recibir el dinero que se suponía que íbamos a recibir. Tiene un programa basado en menos impuestos que aumentará la deuda italiana, reducirá el gasto público y el crecimiento, reducirá el empleo y llevará a Italia al borde de una crisis financiera que los mercados ya están preparando», argumenta.