Una nave de la NASA choca contra un asteroide para desviarlo de su curso: cómo verlo en vivo
La misión DART intentará colisionar con el asteroide Dimorphos en un ensayo de defensa de la Tierra.
¿Qué sucedería si un asteroide de 15 kilómetros de diámetro –similar al que extinguió a los dinosaurios– se aproxima sin control hacia nuestro planeta? Para responder a este interrogante, la NASA ejecuta este lunes la Prueba de Redirección de Asteroides Dobles (DART).
La misión ayudará a determinar si enviar una sonda kamikaze –como en el filme Don’t Look Up– que choque contra el asteroide Dimorphos, es una forma efectiva de desviar un cuerpo rocoso de su trayectoria.
Dimorphos (cuyo diámetro es de 160 metros) es una pequeña luna que gira en torno al asteroide Didymos (780 metros), ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Este sistema binario Didymos se desplaza alrededor del Sol, cerca de las órbitas de la Tierra y Marte.
La idea no es destruir la superficie porosa de este cuerpo sino moverlo de su curso. La técnica se conoce como impacto cinético, donde la fuerza destructiva proviene de la energía que libera el golpe.
El evento también será registrado por los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que deberían poder detectar una brillante nube de polvo.
Misión DART en vivo: la NASA busca desviar un asteroide
Misión DART: instrumentos claves
La nave, que tardó 10 meses en alcanzar su objetivo, lleva una serie de instrumentos a bordo. Su sistema de navegación le permite orientar la nave hacia Júpiter y en el último tramo, guiarla hacia su blanco.
Mientras que la cámara Didymos Reconnaissance and Asteroid Camera for Optical navigation (DRACO) tendrá que registrar el impacto. La NASA contará con el apoyo de la cámara LICIAcube, una nave lanzada por la Agencia Espacial Italiana.
Las imágenes que envíe medirán unos 2.500 píxeles de lado, una resolución más que suficiente que debería permitir distinguir detalles de 20 centímetros justo antes del impacto.
Las capturas de DRACO serán recordadas como un hito de la humanidad, pero también será posible seguir el impacto en directo, gracias a la retransmisión de la NASA.
Posteriormente, la sonda europea HERA, que despegará en 2024, observará de cerca a Dimorphos en 2026 para evaluar las consecuencias del impacto y calcular, por primera vez, la masa del asteroide.
Propulsor de iones
Durante las últimas cuatro horas, como un misil tele dirigido que viaja a 23.000 kilómetros por hora, la nave se dirigirá de forma autónoma hacia el objetivo. En ese momento, toda la pantalla quedará en negro, con solo un puntito brillante en el centro.
El único propulsor de a bordo es un motor iónico que produce un impulso bajísimo. A diferencia de los motores químicos, lleva meses funcionando. Los grandes paneles solares del DART sirven para abastecer de energía a este propulsor.
Los técnicos que comandan la DART configuraron su sistema de navegación para que fotografiara a Júpiter y sus cuatro satélites principales, justo en el momento en que Europa emergía por detrás del gigante gaseoso.
DART es la culminación de más de ocho años de trabajo de un equipo de científicos que buscan defender a la Tierra de potenciales amenazas espaciales. Contó con un presupuesto de 330 millones de dólares.
Este asteroide no representa ninguna amenaza para el planeta, pero gracias al seguimiento de telescopios terrestres, se recabarán datos para ayudar a preparar una defensa efectiva.
“Estos objetos se precipitan por el espacio y, por supuesto, han marcado la Luna y, con el tiempo, también en la Tierra han tenido impactos importantes, han afectado a nuestra historia”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA para la ciencia.
Asteroides en la mira
Muy pocos de los asteroides conocidos se consideran potencialmente peligrosos, y ninguno lo será en los próximos 100 años. Pero «les aseguro que si esperan lo suficiente, habrá uno», advirtió el científico jefe de la NASA, Zurbuchen.
Se han catalogado cerca de 30.000 asteroides de todos los tamaños en las inmediaciones de la Tierra (se les llama objetos cercanos a la Tierra, es decir que su órbita cruza la órbita terrestre). Cada año se encuentran unos 3.000 nuevos.
SL