Energía geotérmica | Calor de Tierra – Caretas Medio Ambiente
La frase del mendigo sentado en un banco de oro ha dado para muchas interpretaciones, incluso las más erradas. Pero la más exacta sería la de los peruanos del sur que sufren todos los años del friaje cuando viven literalmente encima de una fuente eterna de calor.
“Lamentablemente en nuestro país todavía no se explota este recurso que puede cambiarle la vida a muchas comunidades”, dice Frank Acevedo, gerente general de Energy Development Company, la empresa más importante de capitales filipinos que maneja el proyecto de la planta geotérmica de Achumani en Arequipa, la más ambiciosa de su especie en todo el globo.
La energía geotérmica, explica, “utiliza el calor que está al interior de la tierra, es vapor de agua de gran temperatura. Lo extraes, gira la turbina, generas electricidad y por efecto físico el vapor se condensa, se vuelve agua, y lo vuelves a reinyectar”. Sostenible y renovable por excelencia.
Pero su uso, al provenir del vapor de la tierra, se extiende a la calefacción. El ejemplo más famoso del mundo es el de la Laguna Azul, la atracción turística por excelencia en Islandia. Son unos gigantescos baños termales originados en la central geotérmica de Svartsengi, construida en los años 70 al lado de unos campos de lava con el objeto de calentar el agua corriente de los pueblos cercanos. Una vez ha cumplido con su función, el agua se deshecha en los campos de lava. Pero tiene alto contenido de minerales y forma la gigantesca piscina termal a la que acuden más de un millón de personas al año.
El Perú tiene potencial geotérmico para producir unos 5 mil megavatios de electricidad, la mitad del total que consume anualmente.
Con un área de reservorio de 56 kilómetros cuadrados, Achumani será la primera central geotérmica del Perú y la más alta del mundo. Le seguirán plantas en Moquegua y Tacna.
Además del factor de transición hacia energías renovables, Acevedo destaca que el tema clave es el del “centralismo energético. El 80% de generación eléctrica en nuestro país está concentrada en la zona central. Las regiones del sur y norte son deficitarias de energía. Si no la tienes, no atraes inversión, industrias ni trabajo a estas regiones. Por lo tanto, queda pendiente en la agenda del gobierno brindar las herramientas para que tanto las regiones del sur como del norte sean autosostenibles”.
A diferencia de las barreras de entrada al mercado que afectan a las energías eólica y solar, continúa, “la geotermia no es intermitente, no depende del sol ni del viento para generar electricidad. Utiliza el calor que está al interior de la tierra en un ciclo cerrado, constante e ininterrumpido. La geotermia tiene un factor de planta del 95%. Es sumamente eficiente, de 100 MV se utilizan 95. La única energía que tiene mayor eficiencia es la nuclear, pero obviamente no es renovable ni sostenible”.
De ese modo, el impulso inicial para ingresar al mercado tiene que ver con los costos del proyecto y los riesgos asociados a la tecnología. Si bien los estudios indican el gran potencial de la zona, “de cada tres pozos que se perforan, uno es exitoso. Es una inversión fuerte, por ello se requiere una estructura de promoción”.
El impulso está en el Decreto Legislativo 1002, que establece un subsidio cruzado a través de las subastas RER. Achumani tiene un potencial de 700 MWh y los primeros 100 costarán US$100 cada uno. “Los siguientes 600 estarán a precio de mercado”, explica Acevedo. El MWh está actualmente entre US$25 y US$30. Acevedo sostiene que el subsidio inicial también se compensa porque no se quemará diésel como energía de base en un principio, que supera los US$200 por megavatio.
El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto está a la espera de respuesta por parte de las autoridades. “Es un proceso bastante complejo en nuestro país, y más para una nueva industria”, añade Acevedo. Si reciben luz verde a la brevedad, esperan tener la planta en funcionamiento hacia el 2029. Es un cálculo conservador y podría darse antes. “En el Perumin sostuvimos que la geotermia será el gran aliado de la industria en el sur. Estamos en un radio de 50 kilómetros de los proyectos más importantes. Esta energía les dará además el sello verde que requieren. Es un win-win”.