Rusia ensaya un «ataque nuclear masivo» en unas maniobras rutinarias
BarcelonaLas fuerzas nucleares estratégicas del ejército ruso han empezado este martes unas maniobras militares supervisadas telemáticamente por el presidente ruso, Vladímir Putin. Según han informado las agencias de noticias estatales, citando al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, durante estos ejercicios se ha hecho un simulacro de un «ataque nuclear masivo en respuesta a un ataque nuclear enemigo». El titular de Defensa ha indicado que las maniobras se han hecho «de acuerdo con el plan de entrenamiento» de las fuerzas armadas, es decir, que son unos ejercicios rutinarios y, a la vez, suponen una demostración de fuerza de Moscú justo una semana después de que la OTAN hiciese también maniobras nucleares en unos cuantos lugares de Europa.
Se trata de los primeros ejercicios de este tipo que Rusia hace desde que empezó la guerra en Ucrania y llegan en un momento de máxima tensión, con la amenaza de Putin de utilizar su arsenal nuclear para defender el territorio. Este miércoles, el mandatario ruso ha alertado de que el riesgo de un conflicto global y en la región postsoviética sigue siendo muy elevado, y ha subrayado que hay que reforzar la seguridad alrededor de infraestructuras clave, según ha informado la agencia de noticias RIA.
Las fuerzas estratégicas rusas han lanzado misiles balísticos y de crucero desde el submarino atómico Tula, desde dos bombarderos estratégicos Tú-95MC y desde sistemas de misiles intercontinentales móviles Yars, que se han disparado desde el cosmódromo de Plessetsk, en el noroeste de Rusia. Además, se han disparado misiles balísticos desde el Mar de Barents hasta la península de Kamchatka, al otro extremo del país, a miles de kilómetros de distancia. «Los objetivos previstos durante los ejercicios de las fuerzas estratégicas de contención se han cumplido del todo. Todos los misiles han logrado sus objetivos», ha informado el Kremlin, que ha precisado que el objetivo de las maniobras es comprobar el nivel de preparación de los centros de mando de las fuerzas nucleares.
Estas maniobras de las denominadas fuerzas estratégicas de disuasión, que implican componentes terrestres, marítimos y aéreos, se llevan a cabo anualmente, a pesar de que las últimas tuvieron lugar el 19 de febrero, solo cinco días antes de que empezara la guerra en Ucrania. Ayer, el Pentágono informó de que Moscú había notificado sus planes, cumpliendo así con el acuerdo de control de armas entre los Estados Unidos y Rusia.
El portavoz del departamento de Estado de los EE.UU., Ned Price, afirmó que esta notificación era «importante», a pesar de «la agresión no provocada y la retórica nuclear temeraria» del Kremlin. «Estas medidas de notificación garantizan que no nos cojan por sorpresa y reducen los riesgos de percepciones erróneas», dijo.
‘Bombas sucias’
Los ejercicios nucleares de Rusia llegan en medio de las acusaciones de Moscú sobre un supuesto plan de Ucrania de utilizar «bombas sucias» –explosivos con material radiactivo– en su propio territorio para culpar al ejército ruso. Este miércoles Putin ha insistido en ello en una reunión telemática con los dirigentes de los servicios de seguridad de la Comunidad de Estados Independientes, una alianza de socios de las repúblicas exsoviéticas. El presidente ruso ha vuelto a criticar la asistencia militar de Occidente a Ucrania, y ha afirmado que Washington ha convertido el territorio ucraniano en un «polígono para experimentos biológicos y militares».
Ayer, Rusia elevó la acusación sobre las supuestas «bombas sucias» ucranianas al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mientras que Shoigú ha trasladado esta preocupación a los ministros de Defensa de China y la India a través de videoconferencias este miércoles. Con todo, Ucrania ha negado las acusaciones rusas y ha solicitado una visita de expertos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica a sus instalaciones nucleares para que puedan desmentirlo. Washington y otros aliados occidentales también han rechazado las acusaciones, y han alertado de que podría ser Rusia quien, de hecho, podría estar preparando el terreno para una operación de falsa bandera.
Milicias de voluntarios
Mientras tanto, en el frente del sur de Ucrania la batalla continúa, pero con más dificultades de las previstas para las tropas ucranianas, según ha admitido el ministro de Defensa, Oleksí Réznikov. «La contraofensiva en dirección a Jerson es más complicada que la de Járkiv», ha dicho en una rueda de prensa en la que ha explicado que la humedad del terreno por las lluvias dificulta que los vehículos de combate avancen.
Con todo, los esfuerzos de Kiev para recuperar terreno perdido continúan. Para contribuir a la defensa de Jerson, el lunes las autoridades pro-rusas de la zona anunciaron la creación de una milicia local, una medida que, según prensa independiente, se está produciendo en varias regiones. Este miércoles, la Duma (la cámara de diputados rusa) ha aprobado una ley que permitirá a Putin ordenar la creación de batallones formados por civiles voluntarios que tendrán un estatus equivalente al de los militares profesionales.