Volkswagen eliminará los botones táctiles de sus volantes (y ni siquiera era su peor decisión reciente)
¿Se acuerdan de El Precio Justo? Un programa en el que los ganadores conseguían grandes premios si conseguían acercarse, pero siempre sin pasarse, lo máximo posible al precio de una suma de artículos. Algo parecido es lo que le ha pasado a Volkswagen con sus botones táctiles en el volante. Lo bueno es que han dado marcha atrás. Lo malo: no eran los peores.
Pasarse de rosca. Como decíamos, la gracia del mítico programa de TVE es que los concursantes no podían pasarse lo más mínimo en el precio de los productos. Una buena metáfora de la vida. Como la final línea que separa al gracioso del pesado. La de las explicaciones instructivas a las cargantes. De lo moderno y lo excesivo.
Esto último es lo que le ha pasado a Volkswagen. Con el objetivo en mente de modernizar el interior de sus coches, han dado un paso que hace tiempo viene levantando ampollas: los botones táctiles. Sus interiores se han llenado de ellos y los encontramos bajo las pantallas, en lo mandos de las luces y hasta para activar o desactivar las ventanillas delanteras o traseras. Lo táctil ha inundado los nuevos Volkswagen. Y no para bien, precisamente.
Marcha atrás. Las críticas han sido tantas que Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, ha confirmado con una publicación en LinkedIn que volverán a los controles físicos en sus volantes. «Estamos perfeccionando nuestro portafolio y diseños para crear interacciones más simples con nuestros vehículos. Por ejemplo, ¡recuperamos los botones físicos en el volante! Es lo que demandan los clientes de Volkswagen», ha escrito Schäfer.
La decisión ha sido aplaudida inmediatamente en las redes pero los clientes siguen demostrando su descontento por otras soluciones de usabilidad que son, cuanto menos polémicas. Por ejemplo, los mandos de las luces son táctiles. También un botón que alterna el uso de las ventanillas delanteras y traseras. ¡Y hasta el botón de las luces de emergencia es táctil! Sin duda, son malos ejemplos de cómo una marca puede «pasarse de moderno».
Incómodos e inseguros. El problema de los botones táctiles en los coches es que son más incómodos e inseguros de utilizar que los físicos. Por norma general nos centramos en las pantallas, donde cada vez es más habitual que se centralice el uso del climatizador que, además, suele ir ligado a un submenú propio y no tiene acceso directo.
En el caso de la firma germana, estas decisiones se unen a la utilización de botones táctiles en lugares que obligan a apartar la mirada de la carretera. Qué luz hemos seleccionado y si hemos activado los antinieblas no es algo que podamos visualizar en el cuadro de instrumentos. Tampoco si tenemos activas las ventanillas traseras o delanteras. Ni si quiera es fácil generar una memoria muscular que apunte directo a los warning.
Lo peor de todo es que, en el caso de Volkswagen, los botones no estaban funcionando correctamente en muchas ocasiones. El periodista Guillermo García Alfonsín lo explica bien en su canal de Youtube donde muestra cómo los botones no terminan de obedecer sus órdenes, lo que puede ser un verdadero problema a alta velocidad.
No son los peores. En los últimos días, hemos tenido entre nuestras manos un Volkswagen ID.5 y podemos confirmar que no todas las unidades muestran estos comportamientos tan erráticos. En nuestro caso, no hemos tenido problemas de este tipo, pero en el análisis sí mencionamos que no son ni cómodos ni intuitivos.
Lo que más nos llama la atención es que Volkswagen haya optado por sustituir los botones táctiles del volante, justo a los que es más sencillo de acceder y de los que se tiene un feedback instantáneo y visible en el cuadro de mandos, el Head-Up Display o el sonido.
De hecho, en el Volkswagen ID.5 no todos los botones son táctiles. Cada lado se divide en dos piezas. Las superiores agrupan gran parte de las funciones pero los botones no son táctiles. Hay que presionarlos (moviendo toda la pieza) y una respuesta háptica nos confirma el uso del comando. En la zona inferior, para el control de la pantalla del cuadro de instrumentos, por ejemplo, sí es táctil y sólo se activa deslizando un dedo hacia los lados.
Aplaudible. Con todo (y aunque podría ser mejor), la decisión de Volkswagen no deja de ser una buena manera de acabar con un problema evidente y que no gustaba a los clientes. Especialmente cuando se conduce en puertos de montaña o se realiza una conducción más deportiva y en el «manoteo» se podían activar o desactivar ciertas funciones.
De hecho, es un movimiento que se podría poner de ejemplo a otros protagonistas de la industria. Mercedes también ha llevado la climatización de sus coches a sus pantallas, aunque no es demasiado grave en los modelos con Hyperscreen. Sí lo es más en los BMW, que necesitan de un submenú propio para este apartado. Kia se ha inventado una barra en la que alternar los botones de climatización con los del reproductor multimedia y, aunque la solución es inteligente, siempre será mejor utilizar botones físicos. Aunque, quien se alarme con el botón táctil de emergencia de Volkswagen, siempre puede comprobar dónde está colocado este botón (físico) en los Aiways U5.