Telefónica proseguirá con sus planes de ‘Más por Más’ para no unir tarifas al IPC
Telefónica no indexará las tarifas de sus productos de conectividad en España a la inflación como sí que hará Vodafone a partir de enero. Como alternativa alargará su estrategia de ‘Más por Más’: más servicios, no siempre reclamados por los clientes, por más dinero en la factura mensual. El consejero delegado del grupo de telecomunicaciones, Ángel Vilá, asegura que este movimiento está en su «agenda del corto plazo» para afrontar el incremento de los costes y un potencial empeoramiento de los márgenes en este mercado. Aún así, defiende que el sector de las telecos en España está siendo «más racional» con una propuesta comercial de ‘vuelta al cole’ en septiembre «menos agresiva» que en otros años.
La que abrió la ‘Caja de Pandora’ en el sector fue Vodafone el pasado verano. Introdujo una cláusula, que ya tienen en sus contratos Telefónica y Orange, por la que pueden hacer una revisión al alza de los precios en función de la inflación. Tanto la dueña de Movistar como la operadora gala no han hecho uso de esta arma. Y por ahora no tienen intención de hacerlo. La primera anuncia que aprovechará el reposicionamiento de tarifas que suele hacer anualmente para el arranque del nuevo ejercicio y así abordar un incremento de precio, pero a cambio de más datos móviles, más velocidad, más contenidos o más servicios vinculados.
Es lo que viene haciendo en el último lustro. Primero con subidas para tarifas nuevas y luego para las ‘antiguas’. «El reposicionamiento se ha hecho siempre con criterios comerciales y mayormente con subidas por encima de la inflación, excepto los últimos que han sido por debajo por las circunstancias», admitía Vilá ante los analistas, que se han mostrado interesados sobre las medidas para evitar un recorte de los márgenes ante el nuevo escenario de IPC. No ha dado más detalles sobre cómo será el cambio, pero sí que ha admitido que será en el «corto plazo».
Hay que recordar que desde el pasado mes de mayo, la empresa tiene un nuevo portfolio de tarifas llamado ‘MiMovistar’, que sustituye al antiguo Fusión. Con él trató de flexibilizar los paquetes dando más opcionalidad a los clientes especialmente en la televisión, pero sin que supusieran grandes rebajas respecto a los precios antiguos. Hoy el paquete más básico de móvil e internet fijo se queda en 55 euros. En este caso se trata de una línea móvil con 30 gigas y 300 Mb de fibra y un paquete de televisión esencial.
En otras ocasiones los incrementos se han basado principalmente en más velocidad o datos, fundamentalmente. Este es un recurso que ideó en el año 2015 -desde ahí se han producido en torno a una decena de subidas- para tratar de incrementar precios con una contraprestación en la cuenta de resultados más limitada. Se trata de servicios que no siempre son reclamados por el cliente y que ofreciéndolos no se disparan los costes tras unas inversiones en redes que, en buena parte, ya han sido ejecutadas.
Otras subidas de precios
Telefónica no lo va a hacer en solitario. El consejero delegado se encargó en la conferencia de resultados de recordar que otros de sus rivales, tanto grandes como pequeños, han llevado a cabo revisiones al alza en los últimos meses o al menos se han pertrechado para hacerlo. Se ha referido a la revisión de Orange, que incrementó 2 euros más a cambio de más contenidos de televisión y que incluyó más productos en sus paquetes para pymes. O a Vodafone. O incluso a compañías más pequeñas como Avatel, que ha incluido la cláusula para vincular sus tarifas al IPC.
Telefónica busca proteger los márgenes de rentabilidad del mercado español, especialmente elevados y valorados por los inversores
El objetivo con este movimiento del ‘Más por Más’ tiene que ver con los márgenes de rentabilidad bruta (Oibda) en España, uno de sus mayores tesoros. Estos se han mantenido cerca del 40% desde hace años. En el último trimestre del año, se han situado en el 36,9%, lo que supone una reducción de 1,1 puntos porcentuales. «Refleja el mayor peso de ingresos de menor margen», asegura la empresa. Aquí influyen también los costes de la energía, pese a que «el 80% del consumo está cubierto con precios atractivos» gracias a acuerdos a largo plazo con energéticas.
Objetivo: proteger los márgenes
Con esas subidas de precios y una menor agresividad del mercado durante la campaña, Vilá asegura que el mercado se encuentra ante una progresiva «racionalización». Ellos han conseguido mantener a la baja la tasa de abandono (conocida como churn) en el 1,2% y con un ingreso medio por cliente estable en los 90 euros. Todo ello pese al impulso de O2, con tarifas enmarcadas en el ‘bajo-medio’ coste. En esta batalla por el low cost han perdido 26.000 clientes convergentes (4,55 millones en total) y 36.000 de televisión (3,55 millones), pese a contar con todo el fútbol de LaLiga y Champions League.
En este intento por mantener controlados los márgenes en España, el mayor mercado por ingresos y el lugar en el que están puestos todos los ojos de los analistas, la teleco apura los plazos para las conversaciones con los sindicatos principales en las que se pactará la compensación salarial a partir del 1 de enero de 2023. Vilá aseguró, como ya advirtió La Información, que no ha habido aún negociación formal y que es «todavía temprano» para extraer conclusiones. Hay que tener en cuenta que en el mes de octubre se ha reducido más de un punto la inflación y se espera que en noviembre y diciembre también vaya a la baja. Aún así el propio Gobierno ya baraja que el IPC medio a finales de noviembre se situará en torno al 8,5%. Esto implicará subidas de cerca del 10% a partir del próximo ejercicio.